«La indignación ha pasado de derecho individual a obligación colectiva en una sociedad a caballo entre los minutos de fama de Warhol y los minutos de odio orwellianos»
La Asociación Española de Abogados Cristianos parece tener tal celo por la censura que casi estaría tentado con compararles con una asociación feminista. Es más, puede que lo sean; no les conozco lo suficiente como para descartarlo. Han creado un embudo con destino a los juzgados por la expresión de ideas y símbolos gamberros o blasfemos hacia la religión católica
Laura Fàbregas le dedica su Subjetivo a Pablo Iglesias, Irene Montero y a su chalet de Galapagar.
Hace años que oímos hablar de la muerte del eje izquierda-derecha como marco interpretativo de las posiciones ideológicas y políticas. Si no de su muerte, al menos sí de su pérdida de peso relativo frente a nuevos clivajes, especialmente el que enfrenta a los supuestos partidarios de un mundo abierto y cosmopolita frente a los también supuestos nostálgicos de un mundo cerrado y proteccionista.