Del padre y del hijo
«Todos los gatos y todos los jetas son pardos, y de todos quedan apenas el rictus de la niña Thunberg y los ojos de Ocasio-Cortez cuando desaparece la ideología como el gato de Cheshire»
«Todos los gatos y todos los jetas son pardos, y de todos quedan apenas el rictus de la niña Thunberg y los ojos de Ocasio-Cortez cuando desaparece la ideología como el gato de Cheshire»
‘El tiempo pervertido’ de Esteban Hernández hace un demoledor repaso de la realidad, los problemas del liberalismo y la izquierda, y el futuro de la UE.
Jorge San Miguel reflexiona sobre Clara Serra, la diputada errejonista, y su visión sobre los partidos de derecha.
Jorge San Miguel reflexiona sobre Clara Serra, la diputada errejonista, y su visión sobre los partidos de derecha.
«Estamos en medio de una batalla cultural y esta derecha todavía no se ha enterado de los proyectiles que sobrevuelan su tejado»
Desde ahora, “la diferencia entre tener sexo gratis y pagando es que gratis puede salir más caro”, ha dicho Serrano
«De tanto emplear coloridas hipérboles, algunos ya están confundiendo la realidad con sus exageraciones. A izquierda y a derecha»
«Los resultados de la triple cita electoral ofrecen varias lecturas, y algunas contradictorias, una es la vuelta del bipartidismo: la recuperación del PSOE parece clara, y puede que la del PP esté cerca»
“Sin paños calientes: los resultados electorales son malos”, ha comenzado Iglesias su comparecencia ante los medios de comunicación
«El desafío a la democracia liberal está planteado de forma similar en muchos países, aunque en el caso español la amenaza llega menos de esa derecha un tanto esperpéntica de Vox que de la izquierda que regresa a los años 30»
La Comunidad de Madrid podría ser gobernada por los socialistas, después de 24 años, con el apoyo de Más Madrid y Unidas Podemos
La homosexualidad es legal en Cuba, pero está perseguida, como todo lo que no sea ciega obediencia al régimen
«Casado también se creyó que España se derechizaba, que le hervían los cojones torrentianos».
Pedro Sánchez volverá a ser presidente del Gobierno de España
Si algo ha quedado demostrado este domingo es que Pedro Sánchez e Iván Redondo acertaron de lleno con su estrategia política
Ante la posibilidad de que el PSOE consiga formar Gobierno con Podemos y Compromís, puede ser útil conocer las razones del éxito económico de la coalición de los socialistas con la extrema izquierda en Portugal
La Ertzaintza ha cargado con material antidisturbios contra los manifestantes para que Ciudadanos pudiera celebrar su acto de campaña
El nombre de la coalición con la que concurrirán a las elecciones será Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie
Esa proyección de los papeles de Bárcenas en el cinexín de Carmena nos evoca vagamente a ‘Cinema Paradiso’ y son un buen ejemplo de que Podemos está ya para eso: para una reposición en un cine de verano
Sánchez va a ganar por ese automatismo de la España de dos botones, y por lo que hay a su izquierda y a su derecha
He is back. Vuelve. La plaza del Museo del Reina Sofía es a Pablo Iglesias lo que a Rocky Balboa las famosas escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.
En la consulta solo ha participado un 27,4% del censo y el 61% de los 10.3887 votos han sido a favor la alianza
En La deriva reaccionaria de la izquierda (Página Indómita, 2018) Félix Ovejero desgrana con tino la irracionalidad que se ha apoderado de buena parte de la izquierda, que ha dejado de lado –para que lo recoja la derecha- un bien demasiado valioso: la sensatez.
Que la izquierda en la que creían Iñigo Errejón y Manuela Carmena era un ‘Starbucks’, uno lo empieza a comprender más tarde. Un postureo que sale caro pero queda muy bien en ‘Instagram’.
Pedro Sánchez ha empezado a hacer precampaña y ha llamado a la movilización «serena» y «firme» de toda la izquierda para ganar las elecciones y proponer un horizonte de progreso para la mayoría social frente a la involución que representan las «tres derechas».
La escena final de la película de David Cronenberg, protagonizada por Viggo Mortensen, es una especie de metáfora de la propia fundación de la comunidad política: el uso de la violencia es aceptado y perdonado como mal necesario, como medio —siempre polémico— para constituir la sociedad. Fue —creo— Max Weber el primer autor que introdujo la violencia en el estudio institucional, al definir al Estado —nada menos— como aquel ente administrativo y racional que ostentaba el monopolio de la violencia legítima.
Los futuros votantes, aquellos pertenecientes a la Generación Z, tienen puntos de vista más progresistas que los de generaciones anteriores, incluidos los millennials. Y los tienen incluso los que se consideran votantes de derechas. Lo dice un informe publicado por el Pew Research Center en Estados Unidos, que apunta que aunque coinciden en muchos puntos con los millennials, en cuestiones raciales y de género, y sociales en general, son mucho más progresistas que sus antecesores.
Qué lejos quedan aquellos días de mayo en que los jóvenes del Sur de Europa tomaron las plazas y los parques clamando por una democracia real y exigiendo un porvenir arrebatado.
El portavoz parlamentario de IU en el parlamento asturiano, Gaspar Llamazares, ha renunciado al escaño así como de no concurrir a las primarias para elegir al candidato de la coalición en las elecciones autonómicas.
Advierto que, más que una columna, lo que sigue es una reflexión melancólica. Por mucho empeño que uno ponga en que su texto sea algo original y sugestivo, por más que uno tache y vuelva a empezar, hay veces que lo único que sale es el garabato triste de un problema irresoluble.
El análisis a grandes rasgos es ya un lugar común. Al margen de la oposición izquierda-derecha, el gran eje de nuestro debate político es el que viene marcado por la oposición entre partidos del sistema (reformistas, moderados, liberales, globalistas-europeístas) y los partidos contra el sistema (populistas, anti-élites, radicales, eurocríticos, identitarios). Dicho de otro modo: macronismo-bannonismo.
2018 cierra con la adopción de dos medidas que pondrán a prueba la fortaleza de la unión monetaria a partir del próximo 1 de enero cuando cumpla 20 años de existencia. Tal y como estaba previsto, el Banco Central Europeo (BCE) pone fin a su programa de compra de deuda de las diecinueve economías que forman la zona euro. A modo de relevo, sus gobiernos han pactado hace pocos días un descafeinado acuerdo sobre los mecanismos de defensa de la moneda común, que supone algunos avances en la unión bancaria pero deja en el aire la deseada integración fiscal.
Acertar una predicción política es como ganar a la ruleta: dan ganas de volverlo a intentar. Hará cosa de dos meses predije aquí mismo que al auge de Vox proseguiría de darse las cuatro condiciones que podían auparlo; esas condiciones se dieron y ese auge se produjo el domingo, en Andalucía. De modo que voy a volver a probar.
La irrupción de Podemos en 2014 hizo tambalear el escenario político español. El programa que presentaron a las elecciones al Parlamento Europeo incluía algunas medidas que sembraron cierta inquietud, sobre todo cuando en algunas encuestas posteriores aparecieron como ganadores de las elecciones generales.
La primera y más evidente conclusión de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 es que la democracia española ya es multipartita. Todavía hay dos grandes partidos hegemónicos, PP y PSOE, sí, pero ya existen otras tres formaciones políticas nacionales de enorme relevancia. Y también son cinco, al menos, las grandes paradojas que arrojan los sorprendentes resultados de esta jornada electoral.
Susana no era Susana. Susana era el producto de una sociología, casi de una orogenia, las lentas masas de la tierra que habían ido creando esa forma perfecta del PSOE andaluz, paternalista y providente, acariciador y consolador. Susana era su mejor producto, en realidad. La perfección de esa manera de hacer política sin política, sino con una mezcla de raíces sentimentales y calderilla regada que encandilaba al pueblo. Pero hasta ella ha caído.
Desde la retaguardia, lugar de resistencia, Iván de la Nuez plantea un controvertido ensayo que recorre el territorio del arte contemporáneo.
El experimento separatista —empieza a ser difícil llamarle proceso a algo que hace años que gira sobre sí mismo— ha abierto las puertas de la sociedad catalana a una retórica izquierdista, pero no de cualquier izquierda.
Ha vuelto a suceder. Un ultra indisimulado gana unas elecciones aupado por la ola reaccionaria que recorre gran parte de Occidente. Jair Bolsonaro será el próximo presidente de Brasil después de haber dicho, entre otras cosas, que el destino de los partidarios de su rival del Partido de los Trabajadores era irse del país, o que un policía que no mata no es un buen policía.
Brasil celebra este domingo unas elecciones clave en las que no sólo se decide quién presidirá el Gobierno a partir de enero de 2019 y durante los próximos cinco años, si el ultraderechista Jair Bolsonaro o el izquierdista moderado Fernando Haddad. Está en juego también, según los analistas, el retroceso o el progreso del país más grande de Latinoamérica.
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