Marc Márquez

Pierdo, luego insisto

Pierdo, luego insisto

Lorenzo debería aplicarse lo de la Pantoja —dientes, dientes—, porque está claro que el deporte satisface también nuestra necesidad de perdedores. Y eso que ni unos ni otros, como recuerda aquel ilustrado mafioso de «Una historia del Bronx», pagarán nuestras facturas.

Para enMarcar

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Lloró su gente, parte de los espectadores y medio mundo del motor ante la gesta y él, con su sempiterna sonrisa, rehusó la palabra “prodigio” y votó por “esfuerzo” y “trabajo”

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