
Vargas Llosa: "Cuando escribí 'La fiesta del Chivo', hablé sobre Chávez y Maduro"
Vargas Llosa: “Cuando escribí sobre Trujillo, hablé sobre Chávez y Maduro”
Vargas Llosa: “Cuando escribí sobre Trujillo, hablé sobre Chávez y Maduro”
El pensamiento político liberal vive un hecho aparentemente paradójico: cuanta más presencia tiene en librerías y medios, más cuestionado está. Y, bien mirado, quizá no sea algo tan paradójico: se lo defiende y valora precisamente cuando el auge de movimientos populistas o regímenes iliberales lo ponen en cuestión en todo el mundo. Lo extendido de los elogios de los libros de Mark Lilla, politólogo liberal e historiador de las ideas, es un buen ejemplo de ello. El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa publicará próximamente La llamada de la tribu, una crónica intelectual de su viaje del marxismo al liberalismo (por enésima vez, pero ahora en libro) de la mano de autores como Popper, Hayek o Berlin. Han sido constantes las cuidadas reediciones o las nuevas traducciones de libros de Aron, Mill o Schumpeter, y casi todos los ensayos críticos contra el populismo han recurrido a estos autores para ponderar las virtudes del liberalismo y su contribución histórica al progreso.
No tienen lugar donde poner sus cámaras y andan todos de puntillas y nerviosos buscando el plano para retratar a Mario Vargas Llosa. El Nobel peruano, a sus 81 años, está inmerso en la promoción de su nuevo libro, La llamada de la tribu, que le gusta reivindicar como su autobiografía intelectual y política, y aparece entre flashes caminando muy despacio, con los ojos entornados, visiblemente cansado o aburrido, y posa con una resignación sincera.
“El comunismo ya no es el enemigo principal de la democracia liberal -de la libertad-, sino el populismo”, escribe Mario Vargas Llosa en el prólogo del libro ‘El estallido del populismo’ (Planeta 2017), un análisis extenso y profundo del fenómeno populista, que en palabras del Nobel de Literatura es “el gran enemigo y la enfermedad de la democracia”.
“Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta”