Pateras

La inmigración en España, la sentencia del caso del 'Prestige' y la pederastia en la Iglesia

La inmigración en España, la sentencia del caso del 'Prestige' y la pederastia en la Iglesia

Más de 750 inmigrantes han muerto en el mar tratando de alcanzar las costas españolas en lo que va de año, un 70% más que en todo 2017. Las seis diócesis católicas de Illinois, en Estados Unidos, han ocultado los nombres de alrededor de 500 de los casi 700 curas acusados de abusos sexuales. El Tribunal Supremo ha dictado la sentencia definitiva sobre la responsabilidad civil derivada de la catástrofe del Prestige, que fija indemnizaciones por más de 1.500 millones de euros.

La inmigración en España, la sentencia del caso del 'Prestige' y la pederastia en la Iglesia

La inmigración en España, la sentencia del caso del 'Prestige' y la pederastia en la Iglesia

Más de 750 inmigrantes han muerto en el mar tratando de alcanzar las costas españolas en lo que va de año, un 70% más que en todo 2017. Las seis diócesis católicas de Illinois, en Estados Unidos, han ocultado los nombres de alrededor de 500 de los casi 700 curas acusados de abusos sexuales. El Tribunal Supremo ha dictado la sentencia definitiva sobre la responsabilidad civil derivada de la catástrofe del Prestige, que fija indemnizaciones por más de 1.500 millones de euros.

Al menos 12 muertos en el naufragio de una patera en el mar de Alborán

Al menos 12 muertos en el naufragio de una patera en el mar de Alborán

Salvamento Marítimo ha rescatado esta madrugada a 33 personas de una patera en cuyo interior había 12 cadáveres, una embarcación que ha sido buscada durante dos días y que al final ha sido localizada por el buque de investigación Hespérides en el mar de Alborán.Los servicios de emergencias buscan a 12 personas que todavía permanecen desaparecidas, según ha confirmado Cruz Roja.

Marruecos, "superado" por la oleada de pateras, pide implicación permanente a la UE

Marruecos, "superado" por la oleada de pateras, pide implicación permanente a la UE

El Gobierno de Marruecos «empieza a estar superado» en su dispositivo de seguridad migratorio por la reciente oleada de pateras salidas desde sus costas y por ello reclama una implicación «permanente y duradera» de la Unión Europea (UE) en el control y vigilancia de las fronteras. Lo dice el Director de Migraciones y Vigilancia Fronteriza, Jalid Zeruali, que recuerda, en una entrevista con Efe, que su Gobierno tiene a 13.000 agentes desplegados a lo largo de la costa del país, lo que cuesta «más de 200 millones de euros anuales».

Demonios familiares

Demonios familiares

Pocos demonios son tan familiares como los demonios de la otredad: porque con los otros tenemos que convivir. Salta a la vista, sin embargo, que las sociedades europeas viven estos meses la reaparición de un tipo particular de otredad, representada no por quienes viven entre nosotros, sino por quienes aspiran a hacerlo en busca de una vida mejor. Es una otredad imaginaria, desmentida sin ambages por antropólogos y genetistas, que sin embargo produce efectos políticos reales. Porque no son ficticios los mecanismos psicobiológicos que saturan afectivamente nuestra percepción del otro: la historia de la xenofobia se ha escrito sobre los renglones torcidos de un rasgo evolutivo que nos empuja a colaborar con los miembros de nuestro grupo y competir con sus presuntos enemigos. De esa disposición atávica se aprovechan los actores políticos que agitan el fantasma de la islamofobia o alertan contra la contaminación cultural de las viejas tradiciones nacionales: en Italia, Estados Unidos, Hungría, Cataluña. De modo que si queremos evitar que la crisis migratoria se lleve por delante el proyecto europeo, el realismo es el primer mandamiento: ninguna apelación lírica a la coexistencia fraterna logrará persuadir a quienes aplauden la idea de elaborar un censo para gitanos.

Frontera, refugio

Frontera, refugio

Toda nuestra política migratoria se alza sobre una cuestionable discriminación: la que establece que, al llegar a la frontera, merece un trato legal distinto el que huye de la guerra que el que huye de la pobreza. Al primero lo llamaremos refugiado, y le daremos facilidades para quedarse si acredita la falta de libertad en su país. Al segundo lo llamaremos inmigrante irregular, y tan pronto se le identifique, será expulsado.

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