El camino hasta alcanzar este ansiado reconocimiento se inició en 2011, cuando el Consistorio -entonces gobernado por el PP- inició los trámites. El mundo fallero, en colaboración con las principales instituciones públicas valencianas han desarrollado durante los dos últimos años una intensa agenda con actos y campañas para promocionar y dar apoyo a la candidatura de la fiesta más popular de Valencia, en la que están implicadas miles de personas entre falleros, artistas y pirotécnicos.
El pasado mes de octubre, la Secretaría de la Unesco destacó en un informe elaborado con motivo de la nominación de la festividad valenciana, que las Fallas destacaban por una creatividad que alienta y garantiza la continuidad de muchas habilidades y oficios, al tiempo que el uso de tintes satíricos, poemas y otras formas de literatura también pueden ser vistos como «una importante fuente de inspiración para que el patrimonio cultural inmaterial sea relevante en el mundo contemporáneo». La Unesco no sólo reconoció el valor de los monumentos valencianos, sino también todos los actos que envuelven esta festividad que se celebra del 14 al 19 de marzo, como desfiles de bandas de música, ofrendas florales y eventos culinarios.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, mostró su satisfacción por la declaración y defendió que es un galardón «a nuestra cultura festiva». El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, añadió que este reconocimiento «une más a los valencianos, además de que es un revulsivo para nuestra internacionalización».