Aparte del tema del dossier y de decir que espera llevarse bien con el presidente ruso Vladimir Putin, Trump contestó a otras preguntas de los periodistas y habló de temas como el empleo, asegurando que su gobierno, que comenzará su andadura el 20 de enero, creará más puestos de trabajo que sus antecesores. «Vamos a crear empleos. Dije que seré el mayor creador de empleos que Dios ha creado. Y lo creo».
Respecto a sus empresas, el magnate metido a político dijo que ha cedido su imperio inmobiliario a sus dos hijos varones, Eric y Donald Jr, para evitar conflictos de interés con su nuevo cargo como presidente de Estados Unidos. «Mis dos hijos aquí presentes, Don y Eric, van a dirigir la empresa. La dirigirán de manera muy profesional. No me hablarán del tema», añadió. Su hija Ivanka, añadió, también dejará de tener relación con el imperio Trump y se concentrará en la instalación de su familia en Washington, donde su esposo Jared Kushner trabajará como asesor del propio Trump en la Casa Blanca.
Trump anunció también un «gran impuesto fronterizo» para las empresas estadounidenses que sean deslocalizadas fuera del país. «Si usted quiere mudar su fábrica y, por ejemplo, la construye en México y fabrica sus aires acondicionados o coches o lo que sea, y lo vende a través de una frontera muy, muy fuerte, no una frontera débil como es ahora -en realidad no tenemos frontera, es un colador agujereado- se equivoca. Va a pagar un gran impuesto fronterizo». Por otro lado, dijo que no esperará un año o un año y medio para construir el muro con México sino que empezará ya, y que el país vecino pagará por la obra de una manera u otra, posiblemente a través de impuestos. «No es una cerca. Es un muro», subrayó el que dentro de nueve días será presidente de EEUU. «México pagará por él, sea a través de un impuesto o de un pago, es menos probable que sea un pago», dijo.