Rosana: "Llevo 20 años quedándome en pelotas delante de mi público"

Ella desnuda su alma en cada concierto. Abanderada del ‘buenrollismo’, escuchar a Rosana es alegría asegurada. Esta es una de las características de quien lleva el optimismo en vena. De sus mejores recuerdos, destaca el día que su padre, humilde pescador, le regaló una guitarra. Sólo tenía cinco años. A partir de este momento se fue creando un pequeño ‘monstruo’ musical imparable, invencible y distribuidor de felicidad y emociones por doquier.

Algunos dicen que su voz tiene la sal del agua de mar, y que la brisa da ritmo a sus letras. Esas letras que 20 años después siguen sonando con fuerza por todo el mundo cantándole a la vida, al amor, al desamor, a los amigos, a la familia… Y es que, ¿quién no se ha emocionado alguna vez al escuchar ‘Si tu no estás’ o cantado, bailado y aporreado con fuerza una pandereta al son de ‘En Navidad’?

La de Lanzarote asegura que sólo hay una cosa que le guste más que la música, «la gente». Y eso se nota en cada concierto cuando no sólo se entrega a su público desnudando su alma, sino con todos los besos y extensos abrazos que devuelve a sus fans cuando le piden fotos y autógrafos. Así, con más de 100 conciertos de la gira ‘En La Memoria de la Piel’, el disco, de mismo nombre, está compuesto por 11 canciones que derrochan energía, capacidad de comunicación, seducción y sensibilidad. Por algo ha sido seleccionado como uno de los 10 ‘Mejores Álbumes Latinos’, por Billboard. Un cóctel de nuevas composiciones, melodías inéditas y de cambios de ritmos que recurren a una idea y a un sentimiento asociados a toda una vida, aliados a las pequeñas cosas que nos rodean y a una filosofía de vida.

Con los pies siempre puestos en «la tierra, el mar o el aire», depende de donde estén las emociones, según nos cuenta la artista, el próximo 16 de febrero actuará en el WiZink Center de Madrid. Un concierto que forma parte de ese «girón» que arrancó el año pasado llevando a todas partes del mundo luz, buenas vibras y una energía envidiable, prometiendo ser un apasionante paseo por sus nuevas canciones, sin olvidar aquellos temas a los que tanto cariño tiene el público correspondientes a sus anteriores trabajos.

«¡Que se prepare Madrid porque esa noche daremos mucho que hablar!», amenaza la canaria entre risas a The Objective, durante una entrevista en la que habla de su gira, su disco, sus sentimientos e incluso de Operación Triunfo.

Es curioso que ‘En la memoria de la piel’ a muchos recuerda a tu primer disco, ‘Lunas rotas’, un álbum que grabaste hace más de 20 años, ¿ha sido esto premeditado o pura casualidad? 

 ¿Eso dicen? (risas…). Son discos completamente diferentes, en épocas muy distintas. ‘En la memoria de la piel’ es un cóctel de nuevas composiciones, de melodías inéditas y de cambios de ritmos. Ya he dicho en otras ocasiones que cada disco tiene su identidad, pero siento que ‘En la memoria de la piel’ soy yo, exactamente como me imaginaba antes de grabar. Quizá lo que sí tienen en común ambos discos es el cariño y el mimo con el que se hicieron y los éxitos que están cosechando.

 ¿Qué podemos encontrar en la memoria de la piel de Rosana?

Me parece que la piel tiene una memoria en paralelo, va reservándonos cosas, va guardándonos sensaciones a las que volvemos, quizá, a través de una canción. Por ejemplo, cuando escuchas una melodía que te pone los pelos de punta. Eso me hace creer que la piel tiene su propia memoria, alma y vida propia… En mi piel, por tanto, podéis encontrar emociones vivas con ganas de seguir sorprendiéndose a cada segundo… Modificando el popular refrán, diría que “la piel es el espejo del alma”.

Hablando de la memoria, ¿cuál es tu mejor recuerdo? 

¿Sólo puedo quedarme con uno? Tengo tantos recuerdos bonitos que es difícil quedarme con uno: la guitarra que me regaló mi padre, con tan sólo 5 años; la sonrisa de un niño en un concierto; las últimas navidades… Los recuerdos bonitos no caducan, se quedan con nosotros siempre y también son parte de esa memoria de la piel. Pero estoy segura que, como en todo, también ese recuerdo está por llegar.

«Afronto esta nueva temporada con mucho deporte y más ganas que nunca»

Por contra, ¿que desearía borrar por completo?

La mentira, la hipocresía, las guerras, la desigualdad y la incomprensión. El sufrimiento, la enfermedad, el dolor, la tristeza… Pero casi todo lo malo comienza con una mentira, por eso sería lo primero que borraría: la mentira.

Y el mundo, ¿tiene memoria? Parece que la historia siempre se repite cometiendo los mismos errores…

La gente que está dentro del mundo es la que tiene memoria; el mundo lo que tiene es vida, se adapta y se protege. Si eso es tener memoria, entonces, sí; pero si no, la memoria del mundo somos los que estamos acampados en él.

El próximo 16 de febrero actuas en el WiZink Center de Madrid. La ciudad donde empezó todo… ¿que ofrecerá Rosana ese día?

Madrid es una ciudad muy especial, es mi ‘segunda cuna’… Por lo que ese día no sólo será emocionante y único, sino que significa mucho para mí… ¡se me eriza la piel…!

La gira va a ser, si no la más larga, una de las más largas, (risas…) y con más conciertos… Este 2018 espero que sea – al menos – igual que el año anterior. Llevamos más de 100 conciertos con la gira ‘En La Memoria de la Piel’ y el ritmo no va a parar, así que afronto esta nueva temporada con mucho deporte y más ganas que nunca.

¿Con qué vas a cerrar la gira?

 ¡La gira o el girón!, como la llamamos entre risas los fans y yo…  Sé cómo empezamos, el 10 de febrero en Las Palmas con un concierto para el recuerdo, pero no tengo ni idea de cuándo ni cómo cerraremos. De lo que sí estoy segura es que va a ser… (risas…)… la P…

Cuando cantas en este álbum ‘No olvidarme de olvidar’, te sale tan de dentro que tiene que ser cierto, ¿a quién tienes que olvidar?

Yo siempre canto, vivo de verdad y con la verdad, mi verdad… Hay cosas que a uno le calan y que uno no las olvida, por más que quiera, y es la idea que relato en ‘No olvidarme de olvidar’.  Hablo de aquellas cosas de las que uno tiene que olvidarse… Y en ese punto, a veces, uno tiene que no olvidarse de lo que tiene que olvidar. Es un juego de palabras que sale del alma, sin un destinatario concreto, de momento… ¡Quién sabe si algún día tendré que dedicarla! (risas…)

Tus canciones son como contarle a un amigo aquello que uno siente. ¿No te da vergüenza desnudarte así delante del público? 

¡Llevo 20 años quedándome en pelotas delante de ellos, tanto ellos como yo ya estamos acostumbrados! Desnudar mi alma ante esa gente que me sigue es lo mejor de cada concierto.

¿Que es lo que tienen las canciones de Rosana que a quien las escucha siempre hace sentir bien?

Debe ser porque las cosas que nos unen siempre serán más que las que nos separan. Compartir esas cosas comunes a todos, siempre nos hará sentir, cuando menos, más acompañados.

Entre otras cosas, destacas por tu optimismo, energía, la positividad que trasmites… ¿qué te quita el buen rollo?

 La mentira.

Y después de 20 años componiendo con tanto sentimiento, ocho discos, decenas de premios musicales… ¿En que se inspira Rosana?

 En las emociones, sin más… y en ser consciente de que cada día volvemos a nacer.

La edición de OT de este año está arrasando convirtiéndose en todo un fenómeno comparable a la primera edición de este programa, hace ya 17 años. Conociendo todo a los que estos chicos tuvieron que hacer frente tras el programa… la intensidad que se les dio… Tú que siempre has apoyado a los nuevos talentos, ¿qué consejo le darías a los actuales ‘triunfitos’?

Siempre se tú mismo. A menos que puedas ser Batman, en ese caso, siempre sé Batman. (risas…)

Amaia y Alfred, con ‘Tu canción’, nos representarán en Eurovisión el próximo 12 de mayo, ¿nos ves ganadores?

No he escuchado la canción, ni he visto esta edición de OT, la verdad… ¡Pero sería una estupenda noticia que España ganase Eurovisión! Y les mando un abrazo a quemarropa y toda la suerte del mundo, porque los sueños están para cumplirse y, en cualquier caso, siempre para vivirlos.