Mad Cool, de festival principiante a cita imprescindible en solo dos años
Que Madrid necesitaba un festival a su medida era un mantra repetido hasta la saciedad. Con citas llamativas pero al modestas, como el DCODE, que se estrenó en 2011, o el Tomavistas, cuya primera edición se celebró en 2014, el espíritu festivalero madrileño fue despertando. Pero todavía faltaba un golpe de efecto para equipararse a otras zonas de nuestra geografía, como en Cataluña con el Primavera Sound o el Sónar, o Castellón con el legendario FIB. Ese golpe de efecto lleva a Madrid hasta en el nombre: Mad Cool.
Que Madrid necesitaba un festival a su medida era un mantra repetido hasta la saciedad. Con citas llamativas pero modestas, como el DCODE, que se estrenó en 2011, o el Tomavistas, cuya primera edición se celebró en 2014, el espíritu festivalero madrileño fue despertando. Pero todavía faltaba un golpe de efecto para equipararse a otras zonas de nuestra geografía, como en Cataluña con el Primavera Sound o el Sónar, o Castellón con el legendario FIB. Ese golpe de efecto lleva a Madrid hasta en el nombre: Mad Cool, que este año se celebra los días 12, 13 y 14 de julio.
El festival Mad Cool echó a rodar en 2016 en la Caja Mágica, un espacio que inicialmente presentó algunos interrogantes relativos a la seguridad. Tras una primera jornada algo caótica, con largas colas y desorganización –las pulseras con previo pago para las consumiciones no funcionaban, entre otras cosas–, la primera edición finalizó con éxito, y es que su rápida reacción ante los problemas del primer día se llevó el aplauso generalizado de un público que ascendió a los 100.000 asistentes.
Un cartel de primera
Una de las apuestas más contundes de la organización del Mad Cool ha sido, como no podía ser de otra manera, la musical. En la primera edición, nombres internacionales como The Who, Prodigy, Neil Young, Bastille o Milky Chance, junto con propuestas como Xoel López, Vetusta Morla o Manel le valieron al Mad Cool el reconocimiento al festival revelación del año. Superar la primera propuesta fue, sin duda, un enorme reto.
En 2017, Foo Fighters, Green Day, Kings Of Leon o M.I.A en el plano internacional y Quique González, Fuel Fandango o Viva Suecia completaban un cartel de excepción.
Para 2018, la organización ha querido dar un salto en boga no solo de la calidad sino de la diversidad del cartel. Con más escenarios que nunca, hasta siete, y una nueva ubicación para poder multiplicar tanto la oferta como el número de asistentes, un espacio en Valdebebas-IFEMA, Mad Cool trae a Madrid a nombres de la talla de Pearl Jam, Arctic Monkeys, Depeche Mode, Tame Impala, Jack White, Justice o Franz Ferdinand, entre otros muchos. De los españoles, Iván Ferreiro, Toundra, o La M.O.D.A. destacan en un cartel con vocación de variedad musical. Rock, pop, electrónica y músicas urbanas en un mismo lugar, derribando el mito de que menos es más.
Nombres pequeños al lado de los grandes
Tener un cartel de renombre no es excusa para olvidar a los artistas emergentes. Desde Mad Cool llevan a cabo un concurso de nuevos talentos con el ánimo de promover la música e impulsar el talento emergente, que este año celebraba su tercera edición. Bandas y solistas de todos los estilos han encontrado en esta propuesta una plataforma para darse a conocer y subir a un escenario tan exclusivo como el del Mad Cool. Grupos como Ganges, a quienes entrevistamos en The Objective poco después de que un jurado especializado les seleccionara para actuar en el festival, han pasado por sus escenarios.
A la organización le conviene, por un lado, promover este tipo de iniciativas ya que los artistas y grupos que se presentan a Mad Cool Talent son muy activos en redes y logran así un importante feedback e interacción en los medios sociales. Por otro lado, se erigen como un trampolín para la creación musical, no solo local, y es que al concurso están invitados también grupos y artistas de otros países.
Para el proceso, en el pasado concurso se contó con un jurado con miembros relevantes, sobre todo redactores de medios especializados como Mondo Sonoro o Cultura Rock, sellos grandes como Warner Music o Sony Music e independientes como Subterfuge Records, y actores de la escena musical madrileña, como el dueño del Costello Club. A través de primero una votación en internet y más tarde una serie de conciertos, los grupos se dan a conocer y, con suerte, se ganan el honor de compartir su primer cartel con grandes nombres de la industria.
Lucha contra las agresiones machistas
El Mad Cool contará en su tercera edición con su primer protocolo contra las agresiones sexuales. Lo hará en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid para prevenir y luchar contra la violencia sexual en el evento. Javier Arnáiz, director del festival, y Celia Mayer, delegada del gobierno madrileño de Políticas de Género y Diversidad, han firmado un paquete de medidas contra el acoso y las agresiones sexuales. De esta forma, Mad Cool se une a la marea social y política contra la violencia sexual y las agresiones sexistas que lleva un par de años extendiéndose en eventos y fiestas populares, especialmente desde el sonado caso de La Manada.
En el recinto habrá un espacio discreto –llamado “punto violeta”– en el que las mujeres puedan sentirse seguras para denunciar casos de agresión, si los hubiera, y tomar acciones rápidas y rotundas contra los agresores. También se tomarán medidas para evitar a los famosos mirones y el personal del festival estará especialmente concienciado.
Cuidada oferta gastronómica
Comer en un festival no es tarea fácil. Las largas colas que se forman, unidas a una oferta escasa en su variedad, suelen ser de los puntos más criticados en toda cita festivalera. Para la edición de 2018, Mad Cool ha decidido dar un salto de calidad y variedad en este sentido.
Las 80.000 personas que asistirán diariamente al festival podrán disfrutar de una amplia y variada oferta gastronómica no muy común en este tipo de espacios. Dicha oferta será duplicada respecto a los dos años anteriores, proponiendo una selección total de 14 food trucks y 17 stands de comida. Una selección para todos los perfiles y gustos, incluyendo también elaboraciones veganas, vegetarianas y aptas para celíacos e intolerantes a la lactosa.
La gestión de la tragedia de Pedro Aunión
Un capítulo aparte merece la tragedia que protagonizó, en gran medida, la edición de 2017. El acróbata Pedro Aunión -director de la compañía Cíadehecho-, que participaba en un espectáculo en el intermedio de los conciertos de Alt-J y Green Day, murió tras caer desde una altura de unos 30 metros. Aunión, nacido en 1975, recibió asistencia médica en el lugar del accidente y posteriormente fue atendido en una UVI móvil. Poco después, la música continuó.
Al día siguiente, la polémica era imparable. Las críticas al festival por no parar los conciertos abundaron en las redes, pero también en la calle. La última jornada del festival abrió con una protesta a las puertas del recinto, convocada por la Unión Estatal de Sindicatos de Músicos, Intérpretes y Compositoras, a la que no acudió más de medio centenar de personas.
Con el tiempo, la polémica se suavizó y los homenajes empezaron a tomar fuerza. El Ayuntamiento le dedicó un parque en su barrio, Arganzuela, e incluso la propia familia de Aunión salió a defender la gestión de la organización después de la muerte de su ser querido, siempre avalada por los servicios de seguridad.
Este año, la organización ha decidido ir un poco más allá y le ha dedicado un lugar muy especial: el Espacio de artes escénicas Pedro Aunión. En este templo a la creación se podrán ver espectáculos de danza pero también los primeros desfiles de moda en un macrofestival en España.
A golpe de carteles llamativos y una gestión acertada ante la adversidad, el Mad Cool ha pasado de ser un festival más en la incipiente escena madrileña a convertirse en un referente internacional, en uno de los mejores festivales –al menos este 2018– de España, si no de Europa.