Un viaje de sabores de Lima a Valladolid rumbo a`Mejor Cocinero del Año´
Carlos Prieto del restaurante vallisoletano La Barra del Indiano entre los finalistas del prestigioso concurso gastronómico
Un «Warique» es un lugar de comidas, escondido, con pocas mesas, donde prima el buen comer, sabor y calidad en un ambiente casi familiar… Con este vocablo quechua se define la esencia del restaurante que el chef peruano Carlos Prieto regenta en Valladolid: La Barra del Indiano.
Su mezcla de sabores de España a Perú y su destreza frente a los fogones le han llevado a ser uno de los 6 finalistas, y el único de Castilla y León, del concurso Mejor Cocinero del Año que se celebra en Barcelona y del que se hace eco THE OBJECTIVE.
140 cocineros se presentaron como candidatos para este evento que se desarrolla en The Horeca Hub, en el marco de la Feria Alimentaria, y que ha sido el centro de descubrimiento de numerosas Estrellas Michelin en España y otros países donde se celebra como Alemania, Austria o Suiza. Sirve de ejemplo, el tres Estrellas Michelin y conocido presentador, Jordi Cruz quien fue el ganador de la primera edición en 2006.
El Concurso Cocinero del Año es una oportunidad para los nuevos talentos y cuenta con un prestigioso jurado formado por los chefs y personalidades del sector: Raúl Resino, Joaquín Baeza Rufete, Álvaro Salazar, José Carlos Fuentes, Cristóbal Muñoz (del restaurante también vallisoletano Ambivium), Julia Pérez, José Carlos Capel, Sergi Torres, Oriol Castro, Susi Díaz, Jordi Butrón y Paolo Casagrande.
Una gastronomía que fusiona lo mejor de España y Perú en Castilla y León
Cinco años tenía Carlos Prieto cuando su abuelo Carlos (que era muy aficionado a la cocina), incapaz de controlar la energía desbordante del pequeño, le puso a cortar tomates. Ahí comenzó este joven chef a interesarse por el mundo de la cocina, descubriendo todo un mundo de sabores.
Estudió en la Escuela de Cocina Cordon Bleu de Lima y con 19 años se traslada a España y comienza su andadura por diferentes restaurantes, donde aprende lo mejor de la cocina mediterránea.
En 2019 decide emprender su aventura, con un modesto local en Valladolid, desde el que ofrece a los comensales su visión particular y única del hermanamiento de las gastronomías española y peruana, con base tradicional y toques de vanguardia.