Tres restaurantes gastronómicos merecedores de escapada
Establecimientos recomendables por propuesta y producto en ubicaciones que cuentan con un enorme tirón turístico
Por ejemplo de cara a aprovechar una escapada de fin de semana, o un puente más o menos largo, ahora que el tiempo y las horas de luz acompañan. Tres restaurantes recomendables por propuesta y producto en ubicaciones que además disfrutan de enorme tirón turístico. Porque nos desplazamos a la sierra de Salamanca, la medieval ciudad de Baeza (Jaén) y La Rioja vinícola más cercana a Logroño. Cocinas con base e inspiración tradicional pero desde tres enfoques muy diferentes.
Tres restaurantes para una escapada
Venta Moncalvillo
Dirección: Crta. de Medrano, 6. Daroca de Rioja (La Rioja)
Los hermanos Echapresto son referente incuestionable en los alrededores de Logroño hace años, y su casa punto de encuentro de bodegas dado el vecindario que les rodea en unos pocos kilómetros a la redonda. Porque si bien Venta Moncalvillo está en un pueblito con poquísimos habitantes, su corta distancia con la capital -unos 20 kilómetros- hace de este restaurante visita ineludible para todo gourmet que se encuentre por la zona.
Ignacio a los fogones y Carlos en la sala, manejando una bodega excepcional, otro de sus fuertes (amplia, cuidada, seleccionada), son un tándem que funciona a las mil maravillas, con una trayectoria que no deja de ir a más y trabajo apasionado e intenso que el pasado noviembre era reconocido con su segunda estrella Michelin, el único establecimiento español que entraba en la categoría en la última edición de la prestigiada guía.
Porque los hermanos Echapresto han convertido esta dirección en una apuesta por la constante evolución culinaria, pero sin excesivas complicaciones, a partir de la cocina de siempre y con el producto más cercano, incluida la huerta propia que tienen en la parte de atrás del restaurante y que se puede visitar. Un paraíso vegetal al servicio de la cocina de Ignacio. Desde la temporalidad, la propuesta parte de la tradición riojana que se reconoce pero que reinterpreta con creatividad e innovación. Una cocina sobresaliente, asentada en el producto de temporada y de kilómetro cero, elaborada con mimo y atención a todos los detalles en un espacio acogedor, con un elegante estilo rústico.
Restaurante Mirasierra
Dirección: C/ Miguel Ángel Maillo, 58. Mogarraz (Salamanca)
Mirasierra es el imprescindible en la sierra salmantina y de hecho es recomendable reservar con antelación. En origen una casa de comidas familiar que Agustín Maillo, actual propietario y representante de la generación ahora al frente, ha convertido aquella casa inicial en un restaurante sobresaliente. Sabrosa cocina popular, en la que uno se reencuentra con los guisos de antaño, en un comedor con muy bonitas vistas a la Sierra de Francia desde los grandes ventanales que lo recorren.
Abierta por primera vez en el año 74 no ha perdido su estilo rural en madera y piedra pero sí ha sido actualizada como manda el paso del tiempo, y aires de renovación que también han llegado a sus fogones, aunque sin perder un ápice de la tradición que los identifica. Sabores reconocibles en una cocina que continúa fiel a los guisos caseros (patatas meneas, asadurillas, albóndigas de morucha…) y las carnes a la brasa, uno de sus fuertes, que asan a la leña de roble con un poco de sal gorda. Además, Agustín es el responsable absoluto de una carta de vinos que todo aficionado celebra encontrar.
Una bodega variada y actual, que va rotando periódicamente y en la que no faltan, obviamente, sus propias elaboraciones. Porque Maillo es dueño y fundador de Bodegas La Zorra, una de las marcas más potentes y posicionadas de Salamanca fuera de estos dominios, con sus instalaciones a pocos pasos del restaurante. El pack se puede completar después con un paseo por Mogarraz, uno de los más bonitos de la zona y de España, reconocimiento que disfruta desde hace años.
Vandelvira
Dirección: Plaza de San Francisco, s/n. Baeza (Jaén)
En el centro de Baeza, en lo que fuera un convento renacentista del S.XVI, reabrió sus puertas hace menos de dos años el restaurante Vandelvira de la mano de joven cocinero Juan Carlos García, quien regresaba en 2020 a ésta su ciudad natal tras años de formación y experiencia dentro y fuera del país. Porque si bien los eventos volvieron poco a poco al restaurante familiar, no ha sido hasta dos años después que el comedor de diario echaba a andar. Un espacio amplio, solemne, con la cocina abierta, a la vista, tan sólo separada por una llamativa barra de madera de una pieza.
Juan Carlos, junto al joven equipo que le acompaña trabajan una alta cocina en la que no falta la tradición auténtica de esta tierra en los olores y los sabores, aunque a priori las elaboraciones y su presentación animen a imaginarse otros lares. Porque también hay influencias fruto de su recorrido vital y profesional, pero ante todo hay territorio y un gran trabajo gastronómico. En sintonía con ese discurso culinario selecciona la bodega Laura Ferrer, sumiller y quien en la sala propone, a quien se lo pide, para que la experiencia sea completa.
Las direcciones referidas responden exclusivamente a un criterio profesional y de calidad