Santé, La Renta y Acisclo, tres restaurantes de referencia fuera de la M-30
Estas direcciones no están a una distancia insalvable del centro capitalino y el desplazamiento vale la pena
Santé en Leganés, Acisclo en el castizo barrio de Carabanchel y La Renta en Majadahonda, los tres restaurantes con una clientela fidelizada que los revisita y son sus mejores ‘recomendadores’. Fue así como en su momento, y en distintos tiempos, los hemos conocido. Tres locales que responden al tipo de establecimiento que triunfa porque hay buena materia prima, las elaboraciones respetan el producto y la cocina se define por una tradición más o menos revisada. A lo que hay que sumar la calidad de los profesionales que están al frente, en los tres casos además propietarios del negocio, lo que en los tiempos que corren aseguran el mejor servicio.
Tres restaurantes fuera de la M-30
Acisclo
Dirección: avenida de los Poblados, 13. Madrid
En una de las vías principales del madrileño barrio de Carabanchel Alto, Acisclo es dirección destacada para eso tan extendido de «darse un homenaje». No por creatividades ni técnicas de enjundia, sino por lo importante: porque se come bien. Cocina de casa, de la reconocible, con un repertorio no demasiado extenso, pero que se mueve entre despliegue de buen producto y guisos tradicionales elaborados con gusto y tiempo. Acisclo abría sus puertas hace más de diez años (2011) con los hermanos Alberto y Acisclo al frente, unos jóvenes que llevan la hostelería en la sangre, pues fueron sus abuelos quienes en los años veinte ponían en marcha una humilde casa de comidas en el Camino Viejo de Leganés, en los alrededores del mismo barrio. A finales de los ochenta (1978) tomaban el relevo sus padres, convirtiéndolo en el restaurante Acisclo original y hoy mítico, donde destacan clásicos como la merluza a la romana, las gambas a la plancha o las chuletillas de cordero.
Y es ahora la tercera generación, en la ubicación actual, donde continúan la tradición familiar, en compañía de su madre, a la que es fácil encontrar por el restaurante.
Alberto y Acisclo estuvieron antes trabajando en la Sala de Guadarrama, famosísimo por sus gambas y razón por la que en su casa las gambas son especialidad como punto de partido. Luego, las carnes que elaboran son todas de La Finca madrileña de Jiménez Barbero y buenas las piezas de pescado fresco que trabajan. Tampoco faltan populares como los callos, con una salsita justa de picante y tan bien ligada que invita a mojar pan, croquetas caseras o mollejas. Y para acompañar manejan una buena selección vinícola, con perfiles para gustos variados y algunos espumosos.
La Renta
Dirección: calle Rosalía de Castro, 1. Majadahonda
En su caso, para quien no conozca estos lares, hay que trasladarse al noroeste de la capital, al municipio de Majadahonda, donde La Renta se sitúa también en una de las arterias principales de la localidad. De nuevo la aventura personal de Tomás Hinojal, periodista de formación (cursó la carrera en la Universidad Complutense) y quien, tras poner en marcha otros locales, llegó a esta dirección donde lleva años haciendo las delicias de lugareños, más que fieles, y visitantes.
En lo que había sido un bar de copas con el mismo nombre, Hinojal lo reconvirtó hace ya más de dos décadas en este restaurante de cocina tradicional y ante todo de buen producto (de temporada y fresco) pues cuenta con grandes proveedores desde sus comienzos. A partir de aquí en los fogones se trabaja con mimo, mesura pensando en el punto de cada alimento y en cualquier caso dejando que ese producto hable por sí solo, muestre su calidad.
La carta es extensa, con opción de medias raciones en algunos casos y buena elección porque son generosas con lo que es buena idea para probar varios platos. Y también en La Renta la bodega es un placer para cualquier aficionado por variedad, de hecho al pedir la carta te dejan una tablet para que puedas recrearte y elegir con calma. Si con todo no está claro, Tomás te recomendará con tino. El comedor no es muy grande pero está la opción de comer en la barra o aledaños y también en la terraza cubierta.
Santé Restaurante Vinos
Dirección: avenida del Dos de Mayo, 1. Leganés
También con una joven equipo al frente, Santé es el proyecto personal del joven sumiller Andrés Palomo junto a su pareja Nanette Valiente, con quien comparte profesión. Una sorprendente dirección en el sur de Madrid que este año se colaba en la última edición de la Guía Michelin dentro de la categoría Bib Gourmand que reconoce los locales con la mejor relación calidad- precio y por ello al alcance de un presupuesto medio. Con una larga formación en la sumillería, Andrés trabajó en Londres en el 67 Pall Mall reconocido como mejor club de vinos del mundo. Pero tras la pandemía decidió cambiar el enfoque del negocio familiar (data de 1996) aunque aprovechando las parrillas por las que eran reconocidos a poca distancia del Campus de la Universidad Carlos III.
Se trata de un recoleto espacio bien aprovechado con una cocina tradicional de mercado, de la que se encarga el chef Iván Lorenzo, toques de actualidad y algún que otro guiño a culinarias foráneas. A partir de aquí, las brasas están presentes en varias de sus elaboraciones (carnes, pescados, verduras de temporada) cuál hilo conductor de su repertorio.
Tienen un menú degustación (48 euros/persona, bebidas aparte) que puede ser alternativa para quien los visita por primera vez. Pero tampoco es mala opción dejarse recomendar con el atento equipo de sala, con Andrés al frente. Recomendación extensible a los vinos si tienen curiosidad por conocer y descubrir, y es que en su extensísima carta, con más de 600 referencias, hay para gustos y momentos; nacionales, foráneos (Argentina, Australia, Estados Unidos, Italia, Líbano, Sudáfrica, etc.), clásicos, estrenos, ‘rarezas’, novedades… Una casa en la que el relevo generacional, hasta la fecha, no ha dejado de cosechar reconocimientos.
Los restaurantes referidos responden exclusivamente a un criterio profesional y de calidad.