La salsa carbonara baja en calorías que harás a partir de ahora
Los españoles cometemos el error de utilizar ingredientes como la nata o la leche evaporada en esta receta italiana
La salsa carbonara es una receta clásica de la cocina italiana, originaria de Roma. Su preparación tradicional es sencilla, pero requiere ingredientes de calidad y seguir la receta para lograr la textura cremosa característica. Y es que, la auténtica carbonara no lleva crema de leche, ya que la cremosidad proviene de la mezcla del huevo y el queso.
La salsa carbonara es una receta tradicional italiana que suele sufrir modificaciones o errores cuando se prepara fuera de Italia, incluyendo en España. Por lo que, los españoles solemos cometer errores y preparar una carbonara, que difiere mucho de la receta original.
Receta clásica de la salsa carbonara
Receta de la salsa carbonara
Ingredientes
- 320 gramos espaguetis
- cuatro yemas de huevo
- 200 gramos de guanciale
- 120 gramos de queso peccorino
- unas gotas de aceite de oliva
- un toque de pimienta negra molida
- una pizca de sal
Elaboración paso a paso
- Calienta el guanciale en una sartén.
- Hierve la pasta en una olla.
- Separa las yemas de las claras.
- Bate las yemas.
- Escurre la pasta.
- Añade la pasta a la sartén con el guanciale.
- Añade las yemas junto al queso sin para de remover.
- Añade pimienta negra.
- Ajusta el punto de sal.
Ingredientes necesarios
La auténtica receta italiana de la salsa carbonara lleva: pasta (generalmente spaghetti, pero también se usan rigatoni o fettuccine), guanciale (papada de cerdo curada), huevos (normalmente se usa solo la yema o una mezcla de yema y clara), pecorino romano ( un queso curado de oveja, aunque algunos combinan con parmigiano reggiano), pimienta negra recién molida y sal (en cantidades moderadas, ya que el guanciale y el queso son salados).
¿Cómo hacer esta salsa?
En la receta italiana tradicional primero se hierve la pasta en agua con sal hasta que esté al dente. A continuación, se corta el guanciale en tiras o cubos pequeños y cocínalo en una sartén sin aceite a fuego medio hasta que esté dorado y crujiente. Reserva el guanciale y deja la grasa en la sartén (posteriormente la necesitaremos).
Después, hazte con un bol, bate los huevos y añade una generosa cantidad de pecorino romano rallado. Incorpora pimienta negra al gusto. Por otra parte, escurre la pasta, reservando un poco del agua de cocción sartén con la grasa del guanciale (fuera del fuego para evitar que el huevo se cuaje rápidamente).
Por último, agrega la mezcla de huevo y queso, removiendo rápidamente para que el calor de la pasta se haga ligeramente creando una salsa cremosa. Si la salsa queda muy espesa, añade un poco del agua de cocción de la pasta para ajustarla. Agrega el guanciale crujiente por encima, más pecorino romano y pimienta negra al gusto.
¿Cuál es el truco de Arguiñano?
Con solo unos pocos ingredientes frescos y un procedimiento fácil de seguir, es posible lograr una salsa cremosa y sabrosa en cuestión de minutos. Siguiendo las indicaciones del reconocido cocinero vasco, podrás sorprender a amigos y familiares en cualquier comida o cena, o simplemente deleitarte con un plato exquisito cuando te apetezca.
Según Arguiñano, para poner en práctica este truco, tras dorar la panceta o guanciale, se deben batir las yemas, (Arguiñano separa las claras de las yemas, ahí es dónde se haya el truco del chef, ya que usando solo las yemas la salsa queda aún más cremosa) con queso pecorino romano rallado usando unas varillas. Arguiñano enfatiza que no se deben añadir ni leche ni nata.
Luego, cuando la mezcla esté lista, se incorpora un cazo del agua de cocción de la pasta, un paso fundamental para obtener una textura óptima en la salsa.
Fallos de los españoles al cocinar la carbonara
En España cometemos varios fallos al preparar la salsa carbonara como: la utilización de nata o leche evaporada para aportarle cremosidad. Sin embargo, la auténtica carbonara no lleva nata; su cremosidad proviene de la mezcla de huevo y queso.También sustituimos el guanciale por bacon o panceta.
Además en España, tenemos una mala costumbre al añadir los huevos a la sartén, dejamos que se cuajen en exceso, dando como resultado una especie de tortilla en lugar de una salsa cremosa. Además, en nuestro país tenemos la costumbre de añadir cebolla, ajo y otras especias innecesarias, que modifican el sabor original. Y debemos tener claro, que la carbonara original no necesita más condimentos que la pimienta negra.
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