María Teresa Campos: máxima preocupación por su salud ante un nuevo empeoramiento
El entorno cercano a la veterana periodista reconoce que su deterioro es cada vez mayor a consecuencia de una deshidratación
Saltan todas las alarmas en torno al estado de salud de María Teresa Campos. La presentadora, de 81 años, tiene muy preocupado al círculo íntimo de personas que está cada día a su lado. El motivo no es otro que el deterioro progresivo que está sufriendo conforme pasan las semanas.
Hay que recordar que, a comienzos de año, necesitó ser hospitalizada de urgencia ante un episodio de anemia, fruto de una profunda deshidratación. Fue dada de alta sin necesidad de tener que pasar una sola noche ingresada y se marchó a casa a recuperarse, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Hace meses que se viene teniendo una gran inquietud por su evolución. Después de abandonar el centro médico donde fue tratada y tras unos días de reposo en su casa de Aravaca, María Teresa experimentó una leve mejoría que repercutió positivamente en su estado de ánimo. Pero lo que parecía ser un paso para adelante, han sido dos hacia atrás.
Deshidratada y sin hablar
Las últimas semanas están siendo críticas para ella. Dentro de la poca gente que puede verla frecuentemente hay quienes han dejado algunas preocupantes pinceladas sobre su estado: «Está muy malita». Unas palabras que caen como un jarro de agua fría y a las que ha tenido acceso el portal Look.
El entorno de la expresentadora de Qué tiempo tan feliz no puede evitar mostrarse pesimista cuando se le pregunta por María Teresa Campos puesto que sufre un estado de deshidratación: «No come y si no te hidratas, el organismo falla», dicen al mencionado medio. Pero aún hay más agravantes ya que tampoco media palabra: «No habla nada» y «está muy deteriorada» porque «cada semana va a peor», apuntan.
En la misma línea, Lecturas anunciaba esta semana en sus páginas que la comunicadora había tomado la decisión de restringir todas las visitas a su casa. No quería ver a nadie, algo que sorprendía muchísimo dado que siempre ha sido una mujer muy sociable.
«Teresa nos tiene muy preocupados. Ella siempre ha sido una persona a la que le encantaba recibir a sus amigos en casa, organizar comidas y cenas y ahora no quiere ver a nadie. Ni siquiera le apetecen las partidas de cartas con sus amigas de siempre, que antes eran sagradas», desgrana un testimonio a la revista.
La nueva realidad de María Teresa Campos
El próximo mes de marzo se cumplirá un año de la última aparición en televisión de María Teresa Campos. Fue Anne Igartiburu quien tuvo el honor de entrevistarla. Haciendo valer su condición de leyenda de la pequeña pantalla española, la octogenaria periodista no se arrugó para pedir una nueva oportunidad laboral con la que poder poner el broche de oro a su carrera.
«Sé que soy mayor, pero no sé por qué, no hay un sitio en ninguna televisión de este país para mí. Necesito trabajar porque este trabajo, aunque sea un poquito, llena mi vida y así no estoy en mi casa sentada. No me quiero poner a llorar, pero eso me está haciendo mucho daño. Creo que no es justo que para la única que no haya sitio para ella sea yo», se lamentó.
A María Teresa se le quedó el amargo sabor de su polémica salida de Mediaset tras la repentina cancelación del programa que dirigía. Desde entonces, ha intentado por activa y por pasiva volver, pero sus esfuerzos han sido en vano.
Recluida en su casa, ha encontrado en su chófer -Gustavo- al hijo que nunca tuvo. Es una persona de máxima confianza para ella desde hace años. Gracias a él puede realizar una de sus rutinas favoritas en la actualidad: pasear en coche por Madrid mientras escucha música y observa el ajetreo propio de la capital .
A María Teresa Campos le ha tocado resignarse y abrazar aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, mientras que las noticias que llegan sobre su salud están lejos de ser esperanzadoras.