Ana de Armas y su impactante transformación física hasta ser una Marilyn de Óscar
La actriz hispano-cubana recibe su primera nominación a los Premios Óscar gracias a su papel como Marilyn Monroe en ‘Blonde’
Quién le iba a decir a Ana de Armas que iba a tener ante sí la posibilidad de ganar un Óscar, la máxima distinción que puede ganar un actor, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE. Son palabras mayores, pero ella lo ha conseguido gracias a su brillante interpretación de Marilyn Monroe en la película Blonde.
Han pasado más de quince años desde que la actriz abandonara su Cuba natal en búsqueda del sueño de hacerse un hueco en el séptimo arte. Ha transcurrido el tiempo y no solo lo ha logrado, sino que se ha ganado el respeto de una industria tan exigente y competida como es Hollywood.
Durante todo este tiempo hemos asistido a una marcada evolución física de Ana de Armas, paralela a la cinematográfica. Poco queda de aquella joven de 19 años que se metió en la piel de Carol en El Internado, una de las series que más hondo calaron en el público adolescente.
Así ha cambiado Ana de Armas
Ana se hizo famosa en nuestro país gracias a la mencionada ficción. Era el año 2008 cuando se presentó al gran público con un estilo casual, flequillo recto y apenas artificios en sus looks. Uno de sus rasgos más significativos era ese rostro cándido y con cierta esencia naif.
Poco a poco, Ana de Armas fue atreviéndose a probar cosas nuevas. El flequillo dejó paso a una melena XL, que posteriormente evolucionó en un corte falso bob al más puro estilo diva de Hollywood, paradojas del destino. Bien es cierto que, de entre todos los peinados que ha lucido, las ondas han estado presentes casi siempre.
Chica Bond
De entre todos los papeles que ha protagonizado en su vida, hay dos que brillan con luz propia. El primero de ellos tuvo lugar en 2021, cuando se convirtió en Chica Bond en la película 007 Sin tiempo para morir.
La actriz de origen cubano dio vida a Paloma, definida por ella misma como «una agente que ayuda a 007 a llevar a cabo la misión que se supone que tiene completar en Cuba. Es muy lista, divertida, descarada, no tiene filtro y se equivoca porque no es perfecta», en unas declaraciones para Fotogramas.
Su participación en la histórica saga del agente secreto británico más famoso obligó a Ana de Armas a cambiar su silueta considerablemente. Realizó una preparación física exigente, combinada con una dieta que apenas permitía excesos. Eso, sumado a su iniciación en kickboxing hicieron que esculpiera su imagen más atlética. Lo más sorprendente es que logró hacerse más fuerte en tan solo tres semanas.
La ‘nueva’ Marilyn Monroe
Su brillante interpretación en Blonde ha sido el proyecto más ambicioso hasta la fecha por parte de la ex de Ben Affleck. Meterse en la piel de uno de los rostros femeninos más icónicos del siglo XXI le ha exigido un duro proceso de interiorización y mimetización con el personaje de Marilyn Monroe.
Para ello le dedicaba hasta dos horas y media diarias en la sala de maquillaje, con el fin de aproximar su físico hasta el de la malograda diva. Lo consiguió utilizando varios gorros de silicona, pelucas, lentillas azules y pestañas falsas. El vídeo del paso a paso, compartido por Netflix, mostraba el antes y el después.
Ana de Armas lo ha bordado convertida en Marilyn y su nominación a los premios más laureados del planeta cine son el reconocimiento a su trabajo. No hay que negar que verla levantar la estatuilla sería toda una proeza ya que todas las quinielas dan como favorita a Cate Blanchett, pero el mero hecho de haber llegado hasta aquí es ya un triunfo.