Morgana, hija de Mario Vargas Llosa, pierde los nervios durante el encuentro familiar
Su familia vuelve a estar unida y la fotógrafa no puede estar más feliz. Sin embargo, estar en el foco mediático no es algo que le haga especial ilusión
El acercamiento entre Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa es ya una realidad. Ahora que ha salido a la luz la carta que la ex mujer del Premio Nobel envió a Isabel Preysler pidiéndole que no hiciese pública su relación hasta que no celebrasen sus 50 años de casados -y después de que la historia de amor del peruano y la socialité haya llegado a su fin- el que un día fue uno de los matrimonios más consolidados del panorama internacional ha retomado el contacto.
El último encuentro de Mario y Patricia
Patricia Llosa no ha dudado en estar al lado de su ex marido en estos momentos tan polémicos y ha viajado hasta Madrid para reunirse con él en una comida en la que tampoco ha faltado la compañía de dos de sus hijos, Morgana y Gonzalo. Y es que, la familia ha querido mostrarse unida frente a la adversidad, prueba de ello ha sido el comportamiento de Morgana al ser preguntada por la situación que están viviendo en la que sus nombres están en el ojo del huracán.
El comportamiento de Morgana con la prensa
La hija de Patricia y Mario se ha mostrado de lo más hostil con los medios de comunicación, manifestando estar molesta con su presencia y descalificando el trabajo de la prensa a pie de calle: «¡Qué basura de trabajo!». Tal ha sido su comportamiento que, incluso, ha hecho todo lo posible para evitar ser preguntada por el acercamiento de sus padres, poniendo la mano en el visor de la cámara y perdiendo los papeles. «Están mis hijas aquí. Cuidado con lo que preguntas», ha sentenciado.
Así es Morgana Vargas Llosa
Pero ¿quién es Morgana? Nacida en Barcelona, la hija del escritor se licenció en Historia en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, aunque actualmente trabaja como fotógrafa. Sus exposiciones han dado la vuelta al mundo, siendo uno de sus trabajos ‘Mírame, Lima’ por el que ha recibido varios premios. Además, también ha ejercido como fotoperiodista en Albania, Israel, Palestina, Kosovo y Ecuador y sus libros Diario de Irak y Las fotos del paraíso son un referente en el mundo de la fotografía.
Es, además de una de las hijas de Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa, un pilar fundamental para el Premio Nobel. Pero no siempre fue así. Hace siete años, tras la inesperada separación de sus padres, Morgana y Gonzalo optaron por apoyar y situarse en el lado de su madre, mientras que Álvaro se colocó junto a su padre. Durante mucho tiempo, los dos primeros no quisieron saber nada del escritor, motivo por el que él tampoco pudo ejercer de abuelo de sus nietos. Aunque el distanciamiento duró bastantes meses, Morgana fue el nexo para que la familia se volviese a unir.
Ahora, Morgana se ha convertido en el apoyo incondicional de su padre. Tanto que, según ha trascendido, Preysler le envió un mensaje en plena crisis con Mario Vargas Llosa el pasado mes de junio con la intención de contarle cómo estaba la situación y la decisión de su padre de marcharse de Villa Meona. Sin embargo, parece que la relación con la socialité no ha sido del todo buena pues, de lo que más se alegra Morgana es de que sus padres vuelvan a estar unidos y derrochando complicidad.