El ingreso hospitalario de Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, por bulimia
La hija de la fallecida hermana de la reina Letizia ha confesado lo mal que lo está pasando con la bulimia que padece desde hace años
Carla Vigo, conocida en la prensa rosa por ser la sobrina de la reina Letizia, ha revelado que lo está pasando muy mal y que, de hecho, ha estado ingresada en un hospital madrileño a causa de sus trastornos alimenticios (TCA).
Ya en casa, y recuperándose poco a poco de este susto, hija de Érika Ortiz, quien falleció de manera trágica cuando su hija solo tenía 6 años, ha querido visibilizar el TCA que padece, bulimina, desde que era tan solo una niña.
Carla Vigo habla de su bulimia tras haber sido ingresada
«A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero empecé a verme mal en el espejo con 8 o 9 años. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello… Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores», ha confesado este miércoles a través de su Instagram.
En la actualidad, Carla Vigo asiste a terapia de grupo, que le «sirve mucho. Recuperarse del todo es muy complicado, y yo no he salido porque he tenido recaídas… Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo. Tengo que tener cuidado con ciertos comportamientos».
Un duro trance en el que, como ha confesado, cuenta con el apoyo incondicional de su familia y de su entorno más cercano y en el que, como confiesa, el baile ha sido su mejor vía de escape: «Me ayuda a no pensar en nada y a cuidarme de todo».
El TCA tras la muerte de su madre
El TCA de Carla Vigo apareció poco después el fallecimiento de su madre. Fue el 7 de febrero de 2007 cuando Érika Ortiz Rocasolano, hermana pequeña de la que por aquel entonces era Princesa de Asturias, fue encontrada muerta en su domicilio. Según informaron los medios de comunicación en aquel momento, el Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid fue el que se hizo cargo de la investigación.
Desde un principio se barajó la hipótesis de que se hubiera quitado la vida. Al parecer dejó escritas varias cartas, y la noche en la que supuestamente murió, se encontraba sola en la vivienda en la que residía con su hija. Las informaciones apuntaban a que había estado de baja laboral por depresión y ansiedad durante algo más de un mes, y al regresar a su puesto laboral, pidió dos días libres más.