Arancha Sánchez Vicario vuelve a los juzgados tras conocerse nuevos datos de su patrimonio
La extenista se enfrenta a la última sesión del juicio que la acusa de alzamiento de bienes para evitar saldar su deuda
Continúa el juicio de Arancha Sánchez Vicario. La extenista ha llegado este viernes, 15 de septiembre, a la Ciudad de la Justicia de Barcelona para volver a compadecer ante el juez, acusada por presunto alzamiento de bienes para evitar cumplir con el pago de su deuda con el Banco de Luxemburgo.
Lo ha hecho tranquila, acompañada de su equipo legal y dando las gracias a los medios de comunicación. «Como comprenderéis, no puedo hacer ninguna declaración. Cualquier cosa se la preguntáis a mi abogado. Gracias por estar aquí y vamos a esperar», ha sentenciado.
Tras esto, ha entrado en el juzgado para volver a sentarse en el banquillo. Una nueva vista que ha vuelto a señalarla como culpable de haber ocultado su patrimonio para evitar pagar una deuda que alcanza ya los 7,5 millones de euros.
De regreso a los juzgados
Fue el pasado martes cuando Arancha Sánchez Vicario se personó en la primera jornada de su juicio, juicio al que también acudió su exmarido, Josep Santacana, también acusado. Entonces, culpó a su expareja de haberla engañado, pero ahora se conocen más detalles sobre su patrimonio que ha vuelto a ponerla contra las cuerdas.
Tras la defensa de la extenista, ha llegado el turno de los peritos. El técnico de la acusación particular que ejerce el Banco de Luxemburgo ha subrayado que Vicario contaba con patrimonio suficiente para haber saldado su deuda con la entidad en 2009.
Ese año, revocó los poderes a sus padres y dejó de ser titular de sus cuentas y de sus propiedades. Sin embargo, ahora se ha podido conocer que contaba con más de 4 millones de euros en Suiza.
Pero, aún así, no ingresó ninguna cantidad para reducir su deuda. Al igual que hizo de 2010 a 2014, cuando vendió varios inmuebles que tenía a su nombre, pero con los que tampoco pagó a la entidad financiera.
«Sánchez Vicario podía tener fondos, pero no disponer de ellos», ha alegado la defensa de la acusada. Además, ha subrayado que la extenista no tenía poder de sus cuentas hasta que no inició los procesos judiciales en 2013: «En fechas previas a la reclamación del Banco de Luxemburgo lo único que estaba en poder de Arancha eran los activos inmobiliarios».
La pena que pide la Fiscalía
De momento, habrá que esperar a la resolución del juicio que ha vuelto a juntar hoy, viernes 15, a Arancha y Josep. Lo que pide la Fiscalía para la expareja son cuatro años de prisión por idear «un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio, frustrando de este modo el cobro de la deuda».
Además de la pena de cárcel, también se pide una multa que asciende a más de 8 mil euros, más 6,1 millones en responsabilidad civil. «Todas las instrucciones las recibí del señor Santacana. Pienso que ella no tenía interés ni capacidad. La gestión no la llevaba ella», ha precisado el exgestor de la familia.
La prueba de Arancha
Mientras la extenista sigue poniendo el foco en la historia de amor que tuvo con su exmarido, Josep Santacana defiende que el único error de la acusada es no haber pagado a Hacienda. Pero la defensa del empresario tiene un plan.
Joan Segarra, el abogado de Santacana, busca defender que la relación entre su cliente y la extenista se basaba en la más absoluta confianza, para probar que no es culpable de los hechos que le imputan.
Para ello, ha presentado una carta que Arancha Sánchez Vicario el escribió cuando se acabó su relación y que sería clave para demostrar que el empresario no la engañó. Una misiva compartida por Vanitatis.
«Me has enseñado la realidad de la vida, has sido la persona que mejor me conoce, entiende y mi confidente, por eso te quiero decir gracias por haberme enseñado tanto y compartir conmigo (…) Hubo momentos en los últimos años que hubo mucha presión, tensión, agotamiento, cansancio, situaciones duras, pero una cosa clara es que siempre hubo y habrá amor por mi parte», reza.