Entramos en Adelaide Cottage, la mansión de Kate Middleton y su refugio tras su operación
La princesa de Gales ya se encuentra en su vivienda, cerca de Windsor, a la que se trasladaron hace casi dos años
Así es Adelaide Cottage. | Gtres
Kate Middleton recibió su alta hospitalaria el pasado 29 de enero. Así lo informó la Casa Real británica a través de un escueto comunicado en el que confirmaba que la princesa de Gales ya se encontraba más recuperada y estaba lista para seguir con su tratamiento en casa. De esta manera, Kate dejó el exclusivo centro hospitalario para trasladarse a su coqueta mansión, Adelaide Cottage, en la que vive, junto al príncipe William y sus tres hijos, desde hace un par de años.
Mucho se ha hablado de las razones por las que la heredera al trono tuvo que ser operada de urgencia. Así, varios medios de comunicación a que se debía a un problema en su salud, mientras que, desde otras fuentes, se apuntó a que podía ser por cuestiones estéticas. Sea como fuere, Kate ha estado casi dos semanas hospitalizada y su recuperación se extenderá hasta dentro de, por lo menos, dos meses. Es por eso que su situación ha sido bastante delicada, llegando a afirmar que había estado en coma.
Cómo es Adelaide Cottage, la mansión en la que se recupera Kate Middleton
Por ahora, no sabemos más datos sobre el verdadero estado de salud de la Princesa, pero sí que la Casa Real ha confirmado que ya está en su casa, disfrutando de la paz que le proporciona esta pequeña vivienda ubicaba en medio del bosque y a varios kilómetros de la capital. La vivienda se encuentra en las inmediaciones del Castillo de Windsor, en el condado de Berkshire. Cuando fue construido a principios de 1800, contaba con dos salas públicas, una sala de descanso para la Reina y una sala de pajes. También, contaba con una chimenea de mármol y unas repisas de estilo greco-egipcio.
Además, en el dormitorio principal se colocaron unos elementos decorativos como unos delfines dorados y unas cuerdas del antiguo yate real. Fue en 2022 cuando los príncipes de Gales decidieron mudarse hasta esta mansión. Antes de eso, se realizaron varias reformas en la casa para adecuarla a los gustos y necesidades del matrimonio y de sus tres hijos. De esta manera, tanto William como Kate abandonaron Kensington Palace en busca de un lugar de paz, alejado del bullicio de la ciudad y, sobre todo, donde gozan de más independencia.
En su momento, cuando decidieron mudarse, se confirmó que la decisión se había tomado debido a que Kate y William deseaban que sus hijos se criaran en el entorno lo más normal posible y con mucha tranquilidad. Es por eso que tanto George como Charlotte y Louis comenzaron a estudiar en Lambrook School, muy cerca de su casa, y donde también acudieron los nietos de la reina Victoria. La primera vez que Adelaide fue reformada fue en 2015 y, desde ese momento, se comenzó a utilizar como casa de invitados. Es por eso que, a su llegada, los príncipes de Gales no tuvieron que hacer mucha obra.
Por qué se mudaron hace dos años desde Kensington Palace
Lo cierto es que si la comparamos con otras propiedades de la familia, esta no es especialmente grande. Cuenta con cuatro dormitorios y con distintos toques de la decoración original que no se han dejado atrás. También, llama la atención el impresionante jardín que posee, así como la fachada de la vivienda, en un color crudo y con toques coquetos románticos. Y no solamente eso. La casa se encuentra en un lugar privilegiado; al lado de la casa de los padres de Kate, por lo que podrán estar junto a ella en su recuperación, así como muy cerca del castillo de Windsor.
Junto a Kate, William y sus hijos, también vive su equipo de seguridad así como la persona que se encarga del cuidado de los pequeños, la española María Teresa Turrión. También es ella quien está viviendo, en primera persona, la complicada operación de Kate. La princesa de Gales fue ingresada hace unas semanas para ser sometida a una cirugía abdominal, mientras que su suegro, Carlos III, también ha sido intervenido por un problema en la próstata. Además, la duquesa de York, Sarah Ferguson, ha sido diagnosticada de un tumor agresivo de piel, mientras se trataba un cáncer de mama.
