Los ocho alimentos que no debes comer si quieres acelerar tu metabolismo y adelgazar
Tener un metabolismo rápido supone que quemar más calorías haciendo lo mismo que antes (y también más que la media de la población)
Todos sabemos que para adelgazar hay que comer mejor e intentar acelerar el metabolismo, que incluye todos los procesos químicos que ocurren continuamente dentro de nuestro cuerpo, y que son necesarios para que nuestros órganos funcionen normalmente, llevando a cabo tareas tan simples como respirar, reparar células y digerir alimentos. Nuestro cuerpo necesita energía para iniciar todos esos procesos metabólicos, y nuestra tasa metabólica basal es la cantidad de calorías que nuestro cuerpo utiliza para mantenernos vivos y llevar a cabo lo anterior.
Resumiendo: tener un metabolismo rápido supone que quemar más calorías haciendo lo mismo que antes (y también más que la media de la población).
Para conseguirlo sólo has de comer alimentos que aceleren tu metabolismo, que ya te contamos en THE OBJECTIVE cuáles son, y decir no a otros que te detallamos a continuación:
1) Pan, pasta, pizzas
No es ningún secreto que la pasta, el pan y las pizzas no deberían estar en tu lista de opciones cuando estás intentando adelgazar, pero lo que no sabes es que consumir estos granos refinados puede dañarte el metabolismo debido a las grandes cantidades de gluten, almidón y ácido fítico que contienen.
Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition demostró que ingerir cereales integrales en lugar de refinados hace que nuestro cuerpo queme más calorías y, por tanto, que se acelere nuestro metabolismo. Cuanto más simple sea un carbohidrato (pan blanco, pasta blanca y arroz blanco), más fácil será para tu cuerpo descomponerlo. Esto significa que tu metabolismo no tiene que trabajar tan duro para descomponer estos alimentos. Pero cuando ingieres granos refinados (pan integral, arroz integral…), tu metabolismo se acelera a medida que tu cuerpo trabaja más para descomponer estos nutrientes.
Por tanto, si quieres darte un gusto de vez en cuando, que al menos sea integral.
2) Yogur tradicional
El yogur tradicional que encontramos en los supermercados no es bueno para nuestro metabolismo, ya que apenas aporta nutrientes y proteínas. Además, contiene demasiada azúcar añadida y zumos de frutas. Estos carbohidratos simples se digieren rápidamente, provocando un aumento en el nivel de azúcar en la sangre y una caída posterior inevitable, lo que te dejará con hambre y con el antojo de más carbohidratos simples.
Si no puedes vivir sin yogur, elige el griego natural, ya que es rico en proteínas.
3) Barritas de cereales o granola
Aunque se presenta como un alimento saludable, la granola y las barras de cereales destrozan nuestro metabolismo, ya que contienen una ingente cantidad de azúcar, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y conservantes. Para picar entre horas, mejor una fruta o frutos secos.
4) Zumo de frutas
Sólo un vaso del clásico zumo de naranja proporciona la friolera de 22 gramos de azúcar, lo mismo que una taza grande de cereales azucarados. Cuando consumes cantidades tan altas de azúcar, tus niveles de glucosa en sangre se elevan, haciendo que tu metabolismo se ralentice, lo que significa que quemarás menos calorías y aumentarás tus reservas de grasa.
El azúcar del zumo de naranja está presente en forma de fructosa, y un estudio del Current Opinion in Lipidology relacionó el alto consumo de fructosa con el aumento de la grasa abdominal y la resistencia a la insulina. Además, una revisión más reciente publicada en la revista Nutrients informó de que un consumo excesivo de fructosa aumenta el riesgo a desarrollar síndrome metabólico, que puede conducir a sufrir una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
5) Carne de vacuno
Comer una hamburguesa de vez en cuando no es malo, pero has de saber que desacelera tu metabolismo, ya que «el ganado no criado orgánicamente a menudo se trata con antibióticos, que pueden tener un efecto profundamente dañino en nuestras bacterias intestinales», detallan desde Eat This.
Además, investigadores de Harvard descubrieron que el consumo a largo plazo de dietas ricas en proteínas animales también puede alterar el equilibrio de las bacterias en el intestino, lo que también ralentiza el metabolismo.
6) Alcohol
El alcohol está relacionado con el aumento de peso, y no se trata sólo de las calorías. Según las investigaciones publicadas hasta la fecha, beber alcohol disminuye la capacidad del cuerpo para quemar grasa hasta en un 73%. Cuando se bebe a un ritmo excesivo, se forma acetaldehído. Esta sustancia altamente tóxica agita muchas banderas rojas internas para el sistema digestivo del cuerpo.
«El cuerpo reconoce el alcohol como tóxico, y por ello detiene su capacidad de acceder a todos los demás macronutrientes almacenados (carbohidratos, proteínas y grasas) para utilizarlos, ya que está centrado en quemar el alcohol primero», asegura la médico Krissy Maurin, a Health.
«El efecto principal del alcohol es reducir la cantidad de grasa que tu cuerpo puede quemar para obtener energía. Básicamente, lo que estás haciendo es desacelerar tu metabolismo, lo que conlleva al aumento de peso», sentencia.
7) Refrescos
Probablemente ya sepas que los refrescos no le hacen ningún favor a tu cuerpo, pero ¿sabías que podrían estar ralentizando tu metabolismo? Muchas de estas bebidas están endulzadas con jarabe de maíz alto en fructosa, y debido a que ésta no se metaboliza en energía directa como la glucosa, el metabolismo se ralentiza.
Al respecto, una revisión de 2010 publicada en la revista Current Hypertension Reports halló una conexión entre el consumo de bebidas endulzadas con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y los trastornos metabólicos.
8) Sal marina
Opta por sal yodada en su lugar. La sal yodada tiene un efecto positivo en la tiroides y, a su vez, en el metabolismo. «Sin niveles suficientes de yodo, tu función tiroidea se deteriora y es más difícil para tu cuerpo quemar grasa», asegura la doctora Dana James quien sugiere incluir proteínas vegetales en la dieta al menos tres veces por semana.