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Adelgazar sin ejercicio es posible: 11 formas probadas de perder peso sin pisar el gimnasio

Aunque hacer ejercicio es sumamente beneficioso para la salud, no es tan necesario como muchos creen para perder peso con eficacia

Adelgazar sin ejercicio es posible: 11 formas probadas de perder peso sin pisar el gimnasio

Adelgazar sin hacer ejercicio parece un cuento chino, pero no lo es. Al final, nuestro éxito en la vida y en los objetivos que nos marcamos dependen, en su gran mayoría, en las decisiones que tomamos para conseguirlos. Si uno anhela una cosa, por ejemplo, perder peso, y no lleva a cabo técnicas y tácticas que le ayuden a lograrlo, difícilmente lo podrá alcanzar.

Pero si uno va cambiando poco a poco sus rutinas e incorporando trucos que le ayuden a adelgazar, más pronto que tarde podrá ver los resultados en la báscula sin apenas esfuerzo.

Además, aunque hacer ejercicio es sumamente beneficioso para la salud, a veces es contraproducente si queremos adelgazar, sobre todo si nos centramos únicamente en el cardio, tal y como te explicamos en THE OBJECTIVE. Lo mejor, no obstante, es que combines una buena rutina de ejercicio con una buena alimentación, sanos hábitos y algunos trucos como estos:

1) Come muchas proteínas

Hasta ahora, las investigaciones han determinado que aquellos que comen proteínas tienden a tener menos grasa acumulada en el cuerpo. También se ha demostrado que el consumo de alimentos proteicos ayuda a adelgazar y a acelerar el metabolismo hasta en un 30% durante algunas horas después de ingerirlos. Así lo han reflejado numerosas investigaciones, las cuales han demostrado que estos alimentos aumentan más el efecto térmico del cuerpo.

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2) Sirve comida poco saludable en platos rojos

Una estrategia inusual pero que funciona es utilizar platos rojos para ayudarte a comer menos. Las investigaciones indican que esta técnica al menos parece funcionar con platos poco saludables, tal y como descubrió este estudio. La explicación puede ser que asociamos el color rojo con las señales de peligro.

3) Más café y té

Además de acelerar el tránsito intestinal —lo que no tiene por qué ser solo el metabolismo—, el café (y el té) pueden impulsar esta quema de energías, lo que nos hará adelgazar. Son varios los estudios que avalan que el café, consumido de manera moderado, supone un gasto de grasa mayor que otras bebidas.

4) Usa platos más pequeños para alimentos poco saludables

Los expertos creen que usar un plato pequeño puede ayudarte a adelgazar, ya que hace comer menos. Además, utilizar uno más grande puede hacer que la porción de comida parezca más pequeña, lo que te deja con la sensación de que has comido poco. Por eso, lo mejor es que reduzcas el tamaño de tus platos, sobre todo si vas a consumir alimentos poco saludables.

5) Bebe más agua, ayuda a adelgazar

Beber un litro de agua quema 46 calorías. No es mucho, pero si tomamos dos litros al día, estaremos quemando 644 calorías a la semana y 2.576 al mes. Para adelgazar un kilo, se necesita tener un déficit aproximado de 7.000 calorías.

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6) Mastica bien y más despacio

Tu cerebro necesita tiempo para procesar que has comido lo suficiente. Y se ha demostrado que masticar bien los alimentos te hace comer más despacio, lo que se asocia con una menor ingesta de alimentos, una mayor saciedad y porciones más pequeñas.

Además, la rapidez con la que terminas de comer también puede hacerte adelgazar o engordar. Una revisión reciente de 23 estudios demostró que las personas que comen más rápido tienen más probabilidades de aumentar de peso que las personas que lo hacen más lento.

7) Duerme más y mejor

El insomnio y el sobrepeso están estrechamente relacionados. Y las dos cosas son, de hecho, los males que asolan a la mayoría de personas del primer mundo. En España, sin ir más lejos, a la mitad de nosotros nos sobra grasa (el 36,6% de los españoles padece sobrepeso y el 13,7% obesidad, según el INE), y el 35% tenemos problemas de sueño (según datos de la Sociedad Española de Neurología).

Si te percatas, ambos porcentajes son muy similares, y no es casualidad. La ciencia ha demostrado que dormir mal y tener kilos de más suelen ir de la mano.

Un estudio publicado en la revista científica JAMA Internal Medicine, descubrió, tras analizar a 120.000 personas, que las personas obesas (con un IMC igual o superior a 30) tenían duraciones de sueño ligeramente más cortas y patrones de sueño más variables. Es decir, dormían peor y descansaban menos que los individuos no obesos.

Y, como resultado, activaban un gen llamado Period, que se encarga de regular los horarios de sueño y los cambios de humor estacionales y se relaciona con la obesidad y el riesgo cardiovascular. Así que, ya sabes, duerme más si quieres adelgazar.

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8) No te olvides de los hidratos de carbono

Aunque las investigaciones publicadas hasta la fecha han concluido que las personas que siguen una dieta baja en hidratos de carbono tienen una circunferencia de cintura más pequeña que las que no lo hacen, también es cierto que existen diferentes tipos de carbohidratos, y que privarnos de su consumo puede ralentizar nuestro metabolismo, ya que, por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos necesitan las reservas de glucógeno de los hidratos para obtener energía; y si no obtienen lo suficiente, no pueden crecer. 

Eso es perjudicial para nuestra figura porque cuanto más músculo tengamos, más calorías quemaremos en reposo; o, lo que es lo mismo, más rápido funcionará nuestro metabolismo.

9) Evita el estrés

El estrés no solo puede causar dolores de cabeza, malestar estomacal, presión arterial alta, dolor de pecho y trastornos del sueño, sino que también hace que el cuerpo metabolice los alimentos más lentamente, según una investigación publicada en la revista Biological Psychiatry . 

Para colmo de males, los tipos de alimentos que nuestro cuerpo nos ‘pide’ cuando estamos estresados ​​tienden a ser procesados ricos en azúcar y grasas, como bollería. Resultado: la combinación de antojos altos en calorías y un metabolismo lento producido por el estrés puede desembocar en un aumento de peso significativo.

10) Come alimentos ricos en fibra

Deberías priorizar el consumo de alimentos ricos en fibra si queremos adelgazar, ya que el cuerpo no puede digerirla completamente, por lo que, al introducirla en nuestros platos, quedaremos muy saciados y por muy pocas calorías. 

«La fibra también ralentiza el ritmo de la digestión, por lo que nos sentimos satisfechos durante más tiempo y menos inclinados a buscar algo de picar poco después. Y, por último, algunas investigaciones han demostrado que la fibra en realidad puede retener algunas calorías y evitar que se absorban, lo cual es otro beneficio, y todo ello nos lleva a adelgazar», asegura Victoria Seaver, nutricionista y directora editorial asociada de EatingWell.

Así, como vemos, al consumir alimentos ricos en fibra nos sentiremos mucho más satisfechos después de las comidas y, como resultado, consumiremos menos y absorberemos menos calorías en general.

Buena parte de los micronutrientes de algunas frutas están en sus pieles y cortezas. ©Unsplash.

11) Ten más sexo

Un estudio (Energy expenditure during sexual activity in young healthy couples) concluyó que el gasto calórico medio de una relación sexual son 85 kcal.

Eso sí, hay diferencias significativas entre varones y mujeres, pues ellos quemaban 101 kcal frente a las 69 de ellas. ¿La razón? Aparte del metabolismo, que los hombres se implican más físicamente en la cama.

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