Los cinco alimentos que nunca comen los cardiólogos (y que tú tampoco deberías)
Dos médicos han revelado lo que nunca deberíamos hacer para cuidar la salud de nuestro corazón, como comer demasiada proteína
Todos sabemos que la mejor forma de prevenir las enfermedades cardiovasculares es consumir alimentos saludables. Obviamente, si un día nos comemos dos trozos de tarta en un cumpleaños o cenamos pizza, no nos va a pasar nada, pero si lo convertimos en cierta rutina, al final, nos acabará pasando factura en lo que a salud del corazón se refiere.
Y es un asunto serio, ya que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de fallecimiento en el mundo, con 17,5 millones de fallecimientos al año. Y también en España, donde 122.426 personas murieron por esta causa en 2017, lo que supuso el 29% de los decesos totales. Para empeorar las cosas, estudios recientes de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades americanos, han hallado que algunas enfermedades cardíacas en personas menores de 40 años han aumentado durante la última década.
Según los expertos, parte de la culpa de todo esto es el estilo de vida occidental, que a menudo implica comer alimentos procesados con demasiada asiduidad.
Alimentos no recomendables para la salud del corazón
Al respecto, la Dra. Sharonne y su colega cardiólogo, el Dr. Andrew Freeman, del National Jewish Health en Colorado, EE. UU., han detallado algunos de los principales alimentos que ellos no comen (salvo ocasiones contadas) para preservar su salud:
1. Carne procesada
Los expertos han ratificado en numerosas ocasiones que comer demasiado fiambre (carne que ha sido procesada de alguna manera para conservarla o darle sabor) es malo para la salud.
De hecho, las investigaciones han revelado que cuanto mayor es la ingesta de carne procesada, mayor es el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad. Sin embargo, que comer una pequeña cantidad de carne procesada ocasionalmente, como una o dos veces al mes, es poco probable que perjudique significativamente la salud.
En cuanto al chorizo, específicamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha declarado como un carcinogénico de grupo 1, pues existe suficiente evidencia científica como para afirmar que su consumo se relaciona con el desarrollo de algunos tipos de cáncer, como el colorrectal.
2. Patatas fritas
Los cardiólogos no comen patatas fritas, ya que podrían aumentar el riesgo de muerte. Así lo catalogaba un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition por una docena de investigadores de universidades de Italia y Reino Unido.
Una realidad que también sintetizan, ampliando el abanico, en los riesgos de sufrir otras enfermedades crónicas. En este sentido señalan a la obesidad, a la hipertensión o a la diabetes. Causas todas ellas que también son factores de riesgo potenciales para la aparición de patologías cardiovasculares.
«La naturaleza nos ha proporcionado los alimentos exactos que deberíamos comer; solo tenemos que hacerlo», asegura el Dr. Andrew Freeman en The Sun, quien recomienda que aumentemos nuestro consumo de frutas y verduras.
3. Dulces
Ya sabemos que las tartas, golosinas, dulces y azúcar, en general, no es bueno para la figura ni para el corazón. Al respecto, son numerosos los estudios que lo han comprobado. Un estudio de la Universidad de Maryland, publicado en el Journal of the American Dietetic Association, comprobó que seguir una dieta sana, a base de vegetales, fruta, cereales integrales, productos bajos en grasa, pollo y pescado puede reducir el riesgo de mortalidad, y que consumir dulces y postres aumentaba un 37% la mortalidad.
La Dra. Sharonne asegura que por darnos el gusto una vez a la semana, como máximo, no pasa nada, siempre y cuando lo hagamos en porciones pequeñas.
4. Demasiada proteína
Vivimos en una era en la que todo el mundo parece estar obsesionado con el consumo de alimentos ricos en proteínas, sin embargo, quizá nos estamos pasando, ya que consumir demasiada «pone a prueba los riñones y puede causar más problemas en el futuro», asegura la doctora.
Al respecto, un estudio reciente descubrió que los hombres que llevaban una dieta rica en proteínas aumentaban su riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en un 33%.
Otro problema es que la proteína de la carne, a menudo, tiene un alto contenido de grasas saturadas, lo que puede elevar los niveles de colesterol, advierte la American Heart Association. «Así que no te excedas y opta por la proteína vegetal», aconsejan ambos médicos.
5. Bebidas energéticas
El Dr. Andrew siempre evita las bebidas energéticas a toda costa. Y hace bien, ya que los estudios han hallado que la combinación de azúcar y cafeína presente en estas bebidas puede provocar problemas en la salud del corazón como presión arterial alta o arritmia.
«Eso no significa que debas omitir la cafeína», asegura el cardiólogo, quien apunta que es muy saludable beber té o café con moderación todos los días. De hecho, esta investigación sugiere que tomar dos tazas de café al día puede reducir drásticamente el riesgo de diabetes tipo 2.