Esta bebida 'sana' que tomas a diario te está impidiendo adelgazar la grasa acumulada

La desinformación nos lleva a cometer errores graves en lo que a alimentación se refiere. Muchas veces, cogemos costumbres que creemos sanas pero que, al final, no nos hacen bien. Esto se magnifica cuando queremos adelgazar la grasa acumulada, esa que lleva años impregnada en nuestro cuerpo y que no hay quien se deshaga de ella.

Para estos casos, conviene saber muy bien lo que hacemos y cómo lo hacemos, pues repetir un error durante un tiempo prolongado puede echar al traste nuestro objetivo de pérdida de peso.

Por eso, hoy te vamos a hablar de un hábito muy extendido que hace que adelgazar se nos haga cuesta arriba, y es beber zumo de fruta, en especial de naranja, a diario.

El zumo de fruta, la bebida que te impide adelgazar

Obviamente, como ocurre con casi todo en esta vida, siempre desde la moderación, es positivo. No todo, lógicamente, pues hay hábitos tóxicos que incluso en pequeñas cantidades son mal recibidos por nuestro organismo. El problema llega cuando algo aparentemente saludable —como le pasa a los zumos de naranja— se lleva a la extenuación o abuso.

Convertidos en un hábito considerado bueno, estos licuados de frutas se han colado desde hace años en los desayunos de muchísimas familias. La explicación es simple: si la fruta es sana, pues un zumo también lo es. Pero no es exactamente así.

El principal problema de esta bebida es que ingerimos una gran cantidad de azúcar en apenas unos cuantos tragos, porque nos tomamos todo ese azúcar de la fruta y calorías en pocos minutos.

Aunque la fruta es muy sana, la fructosa es azúcar y el azúcar engorda si se consume en grandes cantidades, que es lo que ocurre con el zumo. Para que te hagas una idea, es como si, de pronto, le metieras al cuerpo una dosis de energía demasiado elevada y con poca fibra, lo que hará que te entre hambre en pocas horas.

Los estudios así lo han comprobado. Uno publicado en el Current Opinion in Lipidology relacionó el alto consumo de fructosa con el aumento de la grasa abdominal y la resistencia a la insulina; y este otro, publicado en Nutrients, detalló que un consumo excesivo de fructosa aumenta el riesgo a desarrollar síndrome metabólico, que puede conducir a sufrir una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.

El principal problema del zumo a la hora de adelgazar

Como hemos visto, las investigaciones sugieren que beber zumo de fruta provoca un aumento de peso, mientras que el consumo de fruta entera conduce a la pérdida de peso. Y esto sucede, básicamente, por la cantidad ingente de azúcar que ingerimos con el zumo y por la poca cantidad de fibra que tiene, lo que evitaríamos si consumiéramos la pieza de fruta entera.

«En general, la gente sabe que los refrescos no son sanos porque tienen mucho azúcar, pero creen, a su vez, que los zumos son saludables, y esto no es del todo exacto. Cuando bebes zumo, no consumes la misma fibra que si comieras una fruta entera que, además, ralentizaría la digestión. El zumo llega al torrente sanguíneo muy rápido y después puedes tener un bajón de azúcar en la sangre», asegura la nutricionista Jessica Cording, lo que te llevaría a ‘necesitar’ una dosis de azúcar extra. «Eliminar esta bebida de y dieta ayudará a eliminar estas fuentes de exceso de calorías y regular el azúcar en la sangre», añade.

Al respecto sobre la fibra, un estudio de 2015, publicado en Annals of Internal Medicine, demostró que para aquellos que tienen dificultades para seguir una dieta estricta, simplificar el enfoque de pérdida de peso simplemente aumentando su ingesta de fibra puede llevarles a adelgazar con éxito. Las frutas, por cierto, que más fibra aportan son las fresas, las peras y las manzanas.

Como conclusión, lector, te recomendamos que bebas zumo de fruta de vez en cuando pero que no lo conviertas en un hábito diario. Si antes tomabas un zumo de cuatro naranjas, ahora cómete solo una naranja entera. Verás la diferencia.