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Infidelidad: los ocho factores que predicen si acabarás poniendo los cuernos a tus parejas

Aunque cada persona es un mundo, en ocasiones está escrito que una persona te va a engañar, por su personalidad, su presente y su pasado

Infidelidad: los ocho factores que predicen si acabarás poniendo los cuernos a tus parejas

Una pareja | Unsplash

La infidelidad es un tema complejo. Si le preguntamos a una persona que cuál es la razón que tiene para engañar a su pareja, no sabrá a ciencia cierta qué contestar. ¿Falta de sexo? ¿Rutina? ¿Se presentó la oportunidad y simplemente la aprovechó? ¿Ya no está enamorado?

Cada persona y situación es diferente y, de hecho, muchos infieles no saben a ciencia cierta por qué le pusieron o le ponen los cuernos a su pareja. Sin embargo, y a pesar de esto, hay ciertos factores que pueden predecir que alguien con pareja va a acabar en cama ajena.

1. Tener amigos que piensan que está bien ser infiel

Todos somos muy susceptibles a las normas sociales y, en especial, al comportamiento y a la opinión de las personas que nos rodean.

«Querer encajar comienza temprano. Es por eso que, de niño, aceptaste robar algo para tus compañeros más rebeldes, aunque sabías que estaba mal y que tus padres te matarían si se enteraban. Como adultos, tenemos más sentido de quiénes somos y de nuestro propio código moral, pero aún estamos influenciados por nuestros compañeros», detalla la experta en terapia de pareja Tracey Cox.

Así, si, como pareja, estáis rodeados de otras parejas felices, las posibilidades de que sigáis juntos muchísimos años es muy alta. En cambio, «si todos tus amigos comienzan a separarse, también estás en riesgo. (…) Lo mismo ocurre con la infidelidad. Un estudio descubrió que cuando las personas ven que otros de su alrededor son infieles, ellos tienen a empezar a planteárselo».

2. Sus padres tenían aventuras o fueron infieles

Si vienes de una familia con un historial de infidelidades, eres un gran riesgo porque has ‘aprendido’ que eso es lo que la gente hace en las relaciones. Y esto puede tener dos consecuencias:

  • O desprecias muchísimo la infidelidad y las mentiras.
  • O lo has visto tan normal que no te parece tan malo.

«No somos responsables de la familia en la que nacemos. Pero, nos guste o no, su comportamiento nos afecta de por vida», afirma Cox.

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Una pareja teniendo sexo

3. Tu sistema de valores personales te lo permite

Algunas personas permanecen fieles a los cónyuges que han muerto durante una década. Otros creen que las aventuras están justificadas bajo ciertas circunstancias (si se enamoran de otra persona).

«Nuestro sistema de valores personales se determina, normalmente, cuando cumplimos 18 años. Para entonces, ya hemos desarrollado nuestra opinión acerca de infidelidad». Es decir, para alguien puede ser algo ‘normal’ y para otros puede ser un pecado.

4. Tienes ciertos rasgos de personalidad

«Numerosas investigaciones han demostrado que personas que tienen varias características de la personalidad son más propensas a ser infieles», afirma Cox, que detalla que son:

  • Las personas con parejas neuróticas, aquellas que tienen una tendencia general a las emociones negativas como la ansiedad, la depresión y la duda, tienen más probabilidades de poner los cuernos-
  • Los hombres con esposas narcisistas también son más propensos a engañarlas. 
  • Las mujeres que son muy extrovertidas (divertidas, sociales y con mucha energía) tienen más probabilidades de engañar a sus maridos.

5. Estás pasando por una mala racha

Algunas personas son infieles incluso cuando están extremadamente felices con su pareja pero, en general, es más probable que suceda cuando las cosas no van muy bien en casa.

«Si se discute con asiduidad y la pareja no satisface las necesidades emocionales o sexuales, ese compañero atractivo será aún más atractivo», añade la terapeuta. Digamos que cuando uno se siente apoyado o comprendido en casa, tiende a encender más su radar con respecto al sexo contrario.

6. Bebes mucho o tomas drogas recreativas

Poco más que añadir. Cuando uno bebe o toma drogas, hace cosas, en ocasiones, que ni se plantearía sobrio. En estos momentos, «es más probable que sucumbas a la gratificación instantánea, en lugar de pensar en las consecuencias de tus acciones, sobre todo si tomas las conocidas como ‘drogas de amor’, esto es, MDMA o éxtasis».

Sexo
Una pareja teniendo sexo en el suelo. | Gtres

7. Eres guapo y/o atractivo

Las personas muy atractivas no solo reciben mucha atención, sino que constantemente se les dice lo guapas que son. «Esto significa que su autoestima a menudo se basa en la apariencia en lugar de otras cualidades duraderas, como la personalidad, la inteligencia o la amabilidad. Y esto hace que sean más susceptibles a ser infieles, para asegurarse, de algún modo, que todavía son físicamente atractivas». Es decir, usan los cuernos como autoafirmación.

8. Viajas mucho por trabajo o trabajan en una profesión estresante

En las personas que viajan mucho por trabajo se juntan las tres variables que conducen, normalmente, a la infidelidad: tentación, oportunidad y aburrimiento.

Y aquellos que tienen profesiones con mucho drama o estrés, como médicos o corredores de bolsas, suelen sentirse atraídos por la aventura.

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Otras razones que pueden explicar la infidelidad

Ramani Durvasula, psicóloga y profesora de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, y su colega, la psicóloga Eve Kilmer, también detallaron las razones por las que las personas engañan a su pareja, y algunas se parecen a lo asegurado por Cox.

Son las siguientes:

  • Baja autoestima (un deseo de asegurarse de que uno es deseable).
  • Dificultades con la intimidad emocional (no saber reconocer ni expresar lo que uno siente).
  • Razones de situación o de oportunidad (lo que decía Campbell).
  • Impulsividad.
  • Búsqueda de emociones.
  • Falta de empatía.
  • Búsqueda de la novedad.
  • Miedo en torno al envejecimiento.
  • Búsqueda de estatus.
  • Uso de drogas y alcohol.
  • Ciertos rasgos de la personalidad como el narcisismo y la psicopatía (también coincide con Campbell en cierta medida).
  • Dificultades en la relación principal (no satisfacen sus necesidades emocionales en la relación y, por lo tanto, son más vulnerables al interés por los demás).
  • Alejarse o volverse en contra de su pareja.
  • Entrar en un estado negativo y evitar el conflicto.
  • Invertir menos en la relación y compararla más con los demás.
  • Sentirse menos dependiente y hacer menos sacrificios.
  • Sentir resentimiento y soledad.
  • Idealización de relaciones alternativas.
  • Guardar secretos y cruzar fronteras.

La infidelidad, en cifras

Como vemos, es un tema muy complejo, pues depende de cada persona y además está evolucionando al ritmo que lo hace la sociedad (cada vez hay más relaciones éticas no monógamas). A pesar de esto, la infidelidad sigue a la orden del día, sobre todo en nuestro país.

De hecho, los españoles somos los que más cuernos ponemos en Europa, y los quintos del mundo. Por ciudades, Madrid (con el 12,9% de usuarios del portal) y Barcelona (8,5%) aglutinan la mayoría cornamenta patria, según un estudio de Ashley Madison.

Al respecto, otra reciente encuesta determinó que en torno al 80% de hombres y más del 50% de mujeres reconoce haber cometido «al menos» una infidelidad. De todos los encuestados, aproximadamente la mitad cree que nunca les han sido infieles, una opinión mayoritaria en ellos.

Todo esto lleva a pensar que a las personas nos cuesta no dormir en camas ajenas cuando no debemos hacerlo. Una opinión que comparte Giulia Cunningham, psicóloga y sexóloga, en THE OBJECTIVE: «El ser humano no es una persona monógama. No hemos sido creados para ello, lo somos por un tema de negocio y por un bagaje cultural que viene de muy atrás. El matrimonio se creó más como una empresa para compartir bienes entre dos personas, bienes que el hombre proveía».

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