Los siete mandamientos para estar joven a cualquier edad, según un reputado doctor

La mayoría de nosotros quisiera detener el tiempo para estar siempre joven o, al menos, parecerlo. En lo que respecta a lo segundo, al plano físico, existe más o menos un remedio: el mercado de la medicina estética, que ha aumentado entre un 10 y un 15% en España, en los últimos años, gracias a una mayor demanda en los tratamientos, sobre todo los relativos al rostro.

Pero ¿y en lo que refiere a salud física y psíquica? ¿Qué se puede hacer? Al respecto, hay métodos para verse y sentirse joven, y pasan por la salud: por cuidarnos por dentro para que se note por fuera. Al menos eso es lo que asegura el Dr. Vicente Mera, uno de los médicos más prestigiosos del mundo en materia de antienvejecimiento, que ha publicado en su libro Joven a cualquier edad. El método definitivo para una vida larga, saludable y feliz (HarperCollins) todas las claves para frenar el paso del tiempo.

Así, disfrutar de una vida larga y lo más saludable posible es una de las máximas que toda persona quiere llegar a alcanzar, y, aunque son muchos los factores que intervienen en el proceso del envejecimiento existen una serie de circunstancias que demuestran que se puede disfrutar de una vida larga y disminuir las limitaciones tanto físicas como mentales propias de la edad si se llevan a cabo ciertas estrategias.

Los siete mandamientos para estar joven a cualquier edad

El Dr. Vicente Mera asegura que a través de conocimientos obtenidos «desde la ciencia aplicada (clínica médica)», se pueden «preservar los valores de la juventud referidos a la salud, no solo como ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar físico, psíquico y social, con un enfoque equidistante entre lo divulgativo y lo filosófico».

«Muchos desearían que el reloj que mantiene la juventud dispusiera de un mecanismo automático perpetuo. Sin embargo, lo único que yo he encontrado hasta ahora para permanecer joven a cualquier edad, es un dispositivo al que hay que darle cuerda regular y constantemente para que siga funcionando», añade.

Este dispositivo pasa por un método que se rige por siete mandamientos, detallados ampliamente en el libro pero que son, básicamente, estos:

• La alimentación.
• El ejercicio físico.
• El control de las emociones.
• El sueño reparador.
• El equilibrio hormonal.
• La depuración de las toxinas.
• El equilibrio de la microbiota intestinal.

«Disponemos ya de mucha evidencia avalada por la ciencia básica y confirmada con hallazgos epidemiológicos, del conocimiento inspirado por la simple observación de lo que beneficia o causa malestar a los pacientes y que los clínicos realizamos día a día y cara a cara en la consulta», asegura el doctor, que menciona en el libro casos de sus pacientes.

¿La eterna juventud, por tanto, está en nuestras manos?

«Cuando ocurre un accidente con un coche es difícil calcular el porcentaje de culpa atribuible al vehículo y al conductor. Si hablamos de la salud tal vez sean más importantes nuestros hábitos que la propia genética. Pero dado que sin conductor sería imposible poner en marcha la máquina, desde esta perspectiva, para estar jóvenes a cualquier edad se diría que todo está en nuestras manos. Todo lo que cada día hacemos o dejamos de hacer determina el riesgo de enfermar. De nuestro esfuerzo y determinación dependerá que consigamos envejecer sin enfermar o enfermar sin envejecer», afirma, sin paliativos.

El doctor, asimismo, insiste en que el camino para la juventud a cualquier edad hay que hacerlo desde el interior al exterior: «Cuando nos encontramos en perfecto estado de bienestar interno, es excepcional que nuestro aspecto físico nos resulte impecable. Se crea un efecto de retroalimentación positiva. Si me veo bien por fuera, debería estar bien por dentro también».

La importancia del ejercicio físico, sobre todo a partir de los 50 años

Todo el ejercicio que hagas ahora determinará cómo envejeces mañana. Y es así. En los estudios de la Cínica Cleveland,citados por el autor y realizados con cientos de miles de individuos, se observa que un pequeño cambio en la capacidad física (de muy deficiente a algo deficiente, incluso por debajo de la media) tiene más impacto sobre la longevidad (hasta un 20% a los 10 años) que el control del colesterol (9%), la hipertensión (12%) y hasta la diabetes (18%).

«A partir de los 50 es recomendable hacer los dos tipos de ejercicio: cardiovascular (como caminar, nadar, elíptica o bicicleta estática) y de fuerza (levantar pesas). Es fundamental hacerlo con regularidad y asesorados por un entrenador que observe las posibles limitaciones para evitar lesiones. El yoga, el pilates y los estiramientos están especialmente indicados siempre que se realicen con la técnica correcta. Se trata de mejorar la capacidad física, optimizar la fuerza muscular y prevenir patología osteoarticular».

La relación del estrés con el envejecimiento (y cómo combatirlo)

En el ‘mandamiento’ del control de las emociones, el autor hace hincapié en el estrés, ya que es muy difícil eliminarlo pero es sencillo quitar sus efectos del organismo.

«El sistema neurovegetativo simpático se activa en condiciones de estrés liberando cortisol y adrenalina que ocasionan de manera inmediata palpitaciones y contracturas musculares y, de forma crónica, ansiedad, insomnio y deterioro cognitivo, entre otras muchas acciones», apunta.

«Trabajar la mente, la respiración y la musculatura a menudo son suficientes para disminuir transitoriamente el efecto del estrés, aunque el mismo permanezca. Las culturas orientales son las que más nos ayudan en este sentido por ejemplo con técnicas de yoga, pranayama, meditación, tai chi, chi kung, acupuntura y muchas otras. Cultivar el sentido del humor es otra técnica universal que siempre ayuda a eliminar el estrés. Y con el deporte se pueden mejorar dos objetivos a la vez: aliviar el estrés y mejorar la forma física».

Igual que el estrés, la calidad y la cantidad del sueño tienen un efecto directo sobre la salud y el envejecimiento. «Esto se ha demostrado con biomarcadores genéticos como la longitud de los telómeros. Por desgracia, como el día solo tiene 24 horas, el tiempo excesivo que dedicamos en la actualidad a los dispositivos móviles y las redes sociales, al final sale de restar horas de sueño. El estrés tampoco ayuda mucho. Si no dormimos el tiempo suficiente, al menos deberíamos mejorar la calidad del sueño con mayor proporción de sueño reparador».

Sin duda, un libro repleto de valiosos consejos que pueden suponer un cambio en cómo vamos cumpliendo los años que nos quedan por vivir.