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Frutos secos: lo que realmente sucede en tu cuerpo si comes demasiados a la semana

Hay que saber qué cantidad exacta comer, pues pasarnos puede traernos consecuencias negativas

Frutos secos: lo que realmente sucede en tu cuerpo si comes demasiados a la semana

Vista cenital de un variado de frutos secos. | Freepik

Los frutos secos son muy saludables y están cargados de nutrientes y antioxidantes. De hecho, su consumo se relaciona con una mejor salud del corazón , niveles más bajos de colesterol e incluso con la pérdida de peso, tal y como te contamoe en THE OBJECTIVE.

Asimismo, son ricos en proteínas, fibra, grasas saludables y vitaminas. Pero esto no quiere decir que su consumo sea inocuo para todos nosotros. De hecho, la consagrada nutricionista Jerlyn Jones advierte que comer demasiados frutos secos puede ser contraproducente. «Hay que tener en cuenta cuántos consumir al día», asegura en Prevention, detallando que la cantidad correcta es un únicamente un puñado diario.

Además, existen otros supuestos en los que debemos tener cuidado con los frutos secos, en especial su comemos demasiados:

1) Puedes engordar

Los frutos secos están repletos de calorías y grasas. Sin embargo, la ciencia ha descubierto que, si consumimos unos pocos al día, no engordaremos.


A pesar de su alto contenido calórico, los frutos secos no contribuyen al aumento de peso y, de hecho, su consumo regular puede asociarse con una reducción de la grasa corporal. Un metaanálisis que incluyó 36 estudios concluyó que no hay relación entre el consumo habitual de frutos secos y el incremento del Índice de Masa Corporal (IMC). Además, otro estudio permitió a los participantes comer todos los frutos secos que desearan, y no se observó aumento de peso alguno. Por otro lado, una investigación reveló que aquellos que consumían dos o más porciones semanales de estos alimentos tenían un 31% menos de riesgo de ganar peso en comparación con los que no los incluían en su dieta.

Pero, ojo, todo esto no sería así si nos pasamos con la cantidad. Lo ideal, tal y como asegura la mencionada nutricionista, es un puñado al día, ni más ni menos. Si comemos más, al final engordaremos, ya que los frutos secos son muy calóricos y grasos.

Un plato con frutos secos, un tipo de alimento con diferencias entre intolerancia y alergia

2) Pueden producirse gases, hinchazón y diarrea

Además de poder hacerte engordar, consumir demasiados frutos secos puede producir gases o hinchazón. «Es un efecto secundario común, y se debe a los compuestos llamados fitatos y taninos, que los hacen difíciles de digerir. Y comer demasiada grasa, que se encuentra en abundancia en los frutos secos, en un corto período de tiempo, puede provocar diarrea», asegura el nutricionista Alan R. Gaby al mencionado medio.

Además, hay personas pueden presentar intolerancia a estos alimentos, sobre todo aquellas que sufren enfermedades intestinales, como colon irritable o síndrome de Crohn.

Estos problemas, como la subida de peso, podemos evitarlos si consumimos una cantidad moderada al día.

3) Puedes intoxicarte

En casos extraños, podemos intoxicarnos con selenio, en especial si consumimos nueces de Brasil, pues, con una cantidad de 2.960 mcg por 100 g, son el alimento más rico en selenio en comparación con cualquier otro, tanto de origen vegetal como animal.

«Esta intoxicación puede hacer que las uñas se vuelvan quebradizas, provocar mal aliento e incluso dolor en los músculos y las articulaciones. (…) Si comes una cantidad mínima de nueces de Brasil, no tienes que preocuparte por tener demasiado selenio en tu cuerpo», apunta Jones, que recomienda un máximo de cuatro nueces de Brasil al día, y no todos los días.

Entonces, ¿debemos dejar de comer frutos secos? ¡Nada más lejos de la realidad! Para sacar el máximo provecho a este alimento, hemos de consumir la cantidad idónea al día y a la semana. Así, la ingesta recomendada es de 20-30 gramos por jornada. Para que te hagas una idea, serían unas ocho nueces, o unas 12 almendras o anacardos.

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