Qué es la dieta FAFO: el régimen flexible y fácil para luchar contra el sobrepeso
No se trata tanto del cuánto, sino del qué y del cómo
Son muchas las fórmulas que existen para atajar el sobrepeso y la obesidad. No es una cuestión baladí, por eso fenómenos como la dieta FAFO, que se suma a la ya colección existente de remedios, son especialmente relevantes. Teniendo en cuenta que las sociedades occidentales afrontan un problema grave de sobrepeso y sedentarismo, corregir estas realidades es más urgente que nunca.
El ‘mejor prevenir que curar’ cobra de esta manera mucho más significado, tal y como sucede con la dieta FAFO, uno de los últimos hits en cuanto a adelgazar. Sin embargo, la dieta FAFO pretende ser mucho más que una herramienta para perder peso o para controlarlo.
De hecho, puede que su vinculación vaya en líneas mucho más comedidas tanto de resultados como de metodología que en otras dietas. Casos como la popular dieta Dukan o las no menos manidas dieta keto o la también moderna dieta baja en Fodmap pertenecen a un destino similar —el de la pérdida de peso—, pero con diferentes caminos. Vía sobre la que la dieta FAFO viene a aportar un poco más de luz y que, incluso, ha destacado en el Congreso Anual de la Sociedad Española de Obesidad de 2023, celebrado en Sevilla.
En él, entre otros pormenores, se puso sobre la mesa la realidad de la dieta FAFO como herramienta para poner límite al sobrepeso. Insistimos en que no es una cuestión irrelevante. Según los datos de la propia SEO, el 55% de los españoles adultos padece sobrepeso. Cifra que, aunque más baja, no es halagüeña tampoco en los menores, donde se estima que un 33% de la población también sufre sobrepeso.
Qué es la dieta FAFO
Dieta FAFO obedece a unas siglas en inglés que significan Flexible and Friendly for the Overweight, es decir, «flexible y amigable para el sobrepeso». Quizá, si tradujésemos literalmente, nos quedaría una dieta FYFS, lo cual queda sonoramente bastante peor. Lo curioso, como se indica de la dieta FAFO no está solo en su fin, sino en cómo llegar a ella.
En este sentido, la relevancia de la dieta FAFO apunta más a la selectividad con ingredientes y alimentos que sean más afines a los gustos de la persona, pero también vinculados a necesidades, posibilidades y condiciones biológicas. De esta manera, lo que la dieta FAFO pregona es mantener un alto nivel de adherencia, concepto que ya te explicamos en THE OBJECTIVE, y que es clave para perder peso.
No obstante, el destino de la dieta FAFO no es exclusivamente la pérdida de peso. Por eso, la metodología de amigable y flexible cobra especial protagonismo. Se trata, explican diversos expertos, en algo más cercano a una corrección de hábitos alimentarios y de forma de vida. De esta manera no habría que realizar tan exhaustivas tablas de alimentos, pero sí de encontrar lo que nos gusta y beneficia.
Qué se come en una dieta FAFO
Como en las pirámides nutricionales habituales, la dieta FAFO no recurre a estridencias. De hecho, es bastante similar a la dieta mediterránea. Por ejemplo, recomienda el uso abundante de frutas, verduras y, en el caso de las grasas, que sean más notables las insaturadas que provengan de aceite de oliva virgen, de aguacate o de frutos secos.
Carácter parecido al que habría que adherirse en el caso de las proteínas. En este sentido, la dieta FAFO reivindica el consumo de pescado, tanto blanco como azul, para encontrar proteínas de alto valor biológico. Aun así, no descarta el consumo de la carne, pero sí apunta a que sean magras y frescas, evitando curados, embutidos o carnes procesadas.
A lo que sí se enfrenta es a productos ultraprocesados, así como azúcares añadidos y allí donde abunden estas realidades donde dominen las grasas trans, el sodio o los citados azúcares. En cuanto a hidratos de carbono, el camino pasaría por cereales integrales y por legumbres, principalmente.
Cómo ponerla en marcha
Uno de los errores de base con las dietas es la de replicar el formato de éxito de una tercera persona. Algo que también sucede en la dieta FAFO, razón por la que se insiste en su guía en los principios para adaptarla. En este caso se basan en cuatro premisas con la que poner en marcha la dieta FAFO.
Para ello, insisten en que primero se haga un análisis de cada caso, teniendo en cuenta las particularidades del paciente, así como su historia clínica y sus requerimientos. A partir de ahí se debería hacer una prescripción personalizada que permita esa adaptación entre dieta y pautas, además de estar respaldada por un nutricionista. Además, teniendo en cuenta que parte de la premisa de perder peso también se basa en la actividad física, también puede ser necesario cierto consejo.
Aunque siempre incidimos en la importancia del déficit calórico para perder peso, la dieta FAFO no se queda sólo en lo alimentario. Razón por la que se suele demandar también un cambio en el ritmo físico de la persona que se someta a ella. De la misma manera, la dieta FAFO también apunta a sentirse mejor mentalmente, razón por la que es necesario también entrar en ese perfil psicológico contra la culpa, mejorando la actitud.