Cómo saber si eres sapiosexual o demisexual (o lo es tu pareja), según una experta sexóloga
Hoy ahondamos en el tema de la sapiosexualidad de la mano de una psicóloga y sexóloga
Seguro que muchas veces has oído o leído la palabra sapiosexual, y es normal, sobre todo en estos tiempos en los que estamos «muy modernos», como diría María Pombo, en los que la lista de las orientaciones sexuales que estamos descubriendo (o mejor, dicho, nombrando) cada vez es más extensa.
No obstante, como puedes imaginar, en realidad no hay nada nuevo bajo el sol, ya que estas orientaciones han existido desde siempre, lo único que ahora se les llama de una forma concreta. Una realidad que según la psicóloga y sexóloga Lucía Jiménez es siempre positivo, ya que «hablar abiertamente de la sexualidad y compartir cómo nos sentimos, qué nos gusta y qué nos preocupa, hace que cada vez más gente se sienta identificada y descubra cosas sobre sí misma», asegura a THE OBJECTIVE.
A veces, «una lista tan larga de posibilidades abruma: pansexual, demisexual, bisexual, sapiosexual y un largo etcétera. ¿Lo bueno? Tener la posibilidad de ponerle nombre a nuestra realidad personal y conocer más personas que se sienten igual. Tal vez, en el futuro, no nos sea necesario diferenciarnos mediante etiquetas, cuando la diversidad esté más normalizada», añade la experta.
Hoy vamos a descubrir más acerca de la sapiosexualidad y la demisexualidad, las cuales, según Jiménez, suelen confundirse, ya que «ambas aluden sobre todo a aspectos psicológicos y de la personalidad».
Cómo saber si eres sapiosexual
«Alguien sapiosexual focalizará su atención principalmente en la inteligencia. Se puede sentir atraída por muchas cosas, pero la estimulación intelectual que le produzca la otra persona, será realmente determinante a la hora de desear a alguien», nos cuenta Jimenez.
Y esta inteligencia que les atrae se puede manifestar de muchas maneras: «Puede ser a escala cultural y de conocimientos, pero también a escala emocional, social, creatividad, apertura a la experiencia… Lo que cada uno entiende como inteligencia es tremendamente subjetivo. El factor común es que la principal fuente de estimulación sexual que la gente sapiosexual necesita, es la de su cerebro. Si esto no está, es difícil que puedan ‘encenderse’».
¿Son las personas sapiosexuales más inteligentes? «No, ya que lo que cada cual considera como ‘inteligencia’ es algo muy personal. Y que a una persona le atraiga esto no quiere decir que ella lo sea. ¿Una persona a la que le gusta un físico muy trabajado tiene que tener un cuerpo atlético? No, ¿verdad? Nos pueden gustar cosas muy alejadas de nosotrOs mismos», afirma la psicóloga.
«Como la variedad es tan rica, podríamos encontrar personas sapiosexuales que no diferencien en el género de la persona a la que dirigen su atracción, y, por tanto, siendo la inteligencia el rasgo principal de deseo, se relacionen con cualquier persona. Otras fijarán únicamente su orientación al género de su preferencia, siendo la inteligencia el foco principal».
¿Y qué hay de los demisexuales?
Las personas que se identifican como demisexuales «son aquellas que necesitan desarrollar un vínculo emocional profundo para comenzar a sentir atracción. Es posible que pienses: ‘Bueno, pero yo también necesito conocer a alguien para mantener relaciones sexuales’. Sí, pero eso no te hace demisexual».
«Necesitar cierta confianza, vínculo y seguridad para pasar al plano sexual es algo habitual. Pero es probable que tu deseo hacia esa persona se haya despertado ya por algún aspecto físico o de su personalidad. Alguien demisexual no experimenta deseo hasta que esa vinculación se ha producido, y es partir de ahí que decidirá tener (o no) relaciones sexuales», aclara Jiménez.
¿Las personas demisexuales son menos superficiales? «Si entendemos como superficial quedarnos en los rasgos externos, podríamos decir que sí. Cultivar un vínculo en el que hay intimidad emocional, vulnerabilidad, confianza… dista mucho de lo superficial».
Sin embargo, «alguien demisexual necesita esa profundidad para sentir atracción sexual o romántica. Para el resto de cosas de su vida, no la necesita. Tal vez con sus amistades se mueve en un plano completamente trivial, y guarda esa intimidad para otro tipo de vínculos. Ahora bien, ¿por qué el término superficial está tan denostado? ¿Es negativo sentir atracción por un físico? ¿No sentimos placer instantáneo cuando estamos frente a una obra de arte, un paisaje exuberante o una mirada cálida?», se pregunta la experta.
«Si además tenemos en cuenta el ‘efecto halo‘ (ese proceso por el cual los individuos tendemos a atribuirle características positivas a las personas bellas, creyendo que su personalidad será un continuo de su encanto exterior) entenderemos que lo ‘superficial’, en realidad, no lo es tanto», sentencia
Si has leído hasta aquí, puede que estés dudando si eres sapiosexual o demisexual. Y quizá todos lo seamos un poco. Además, «cómo nos relacionamos o qué nos excita, puede variar durante nuestra vida, o manifestarse de manera distinta según quién tengamos delante. Todo lo relacionado con la personalidad hay que comenzar a verlo con una mayor flexibilidad, y entender que, aunque hay tendencias que se mantendrán más o menos estables, todos tenemos un poco de todo. Un poco de psicopatía, un poco de narcisismo, un poco de extroversión, y por qué no, un poco de sapiosexuales y demisexuales».