Este es el ranking de los quesos que menos calorías tienen
Lo más importante no es excluir alimentos específicos, sino asegurarse de que lo que se consume sea nutritivo
Conjunto de quesos | Pixabay
Cuando las personas consideran controlar su alimentación, a menudo se enfrentan al dilema de si deberían eliminar el queso de su dieta.
Pueden renunciar a los dulces, las papas fritas e incluso al chocolate, pero ¿qué pasa con el queso? Es difícil resistirse a su delicioso sabor, y renunciar a él puede sentirse como un sacrificio para el gusto.
Afortunadamente, hay buenas noticias para aquellos que disfrutan del queso: «En una dieta, lo crucial no es eliminar ciertos alimentos, sino garantizar que la alimentación en su conjunto sea saludable. A pesar de ser calórico, el queso es una fuente rica en calcio, proteínas y zinc, por lo que puede formar parte de una dieta para perder peso si se consume con moderación. Todo se resume en encontrar un equilibrio«, afirma Isabel Martorell, una dietista-nutricionista de Nootric en un artículo para la revista Clara.
Sin embargo, dado que las personas difieren en sus necesidades y es vital tener en cuenta que algunos tipos de queso pueden ser bastante calóricos, es fundamental estar informado sobre el contenido calórico de cada variedad y consumirlos en consecuencia.
Lista de quesos
- Requesón: 97,60 kcal/100 gramos
- Fresco: 190 calorías/100 gramos
- Mozzarella: 200 calorías/100 gramos
- Tierno: 200 calorías/100 gramos
- Brie: 340 calorías/100 gramos
- Feta: 264 calorías/100 gramos
- Gorgonzola: 368 calorías/100 gramos
- Camembert: 285 calorías/100 gramos
- Untar: 300 calorías/100 gramos
- Tierno: 346 calorías/100 gramos
- Parmesano: 350 calorías/100 gramos
- Roquefort: 370 calorías/100 gramos
Adelgaza de una forma adecuada
Buscar perder peso es un objetivo común para muchas personas en diferentes etapas de la vida, ya sea por motivos de salud, estética o bienestar general.
Sin embargo, el camino hacia una figura más delgada y saludable debe abordarse con cuidado y conocimiento para garantizar resultados sostenibles y beneficiosos para la salud a largo plazo.
1. Establece metas realistas
Antes de embarcarte en cualquier plan de pérdida de peso, es crucial establecer metas realistas y alcanzables.
Fijar objetivos demasiado ambiciosos puede resultar en frustración y desmotivación si no se cumplen. En su lugar, define metas a corto y largo plazo que sean alcanzables y que se ajusten a tu estilo de vida y circunstancias individuales
2. Adopta una dieta equilibrada
El término dieta no debería implicar restricciones extremas o eliminación total de grupos de alimentos.
En su lugar, enfócate en adoptar una dieta equilibrada y variada que incluya una amplia gama de alimentos nutritivos como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Controla las porciones y presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo
3. Controla las porciones
El tamaño de las porciones juega un papel crucial en el control de peso. Aprende a medir y controlar las porciones de los alimentos para evitar excesos calóricos. Utiliza platos más pequeños, lee las etiquetas de los alimentos y practica la moderación al comer fuera de casa
4. Incorpora actividad física
El ejercicio regular no solo ayuda a quemar calorías, sino que también mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y promueve el bienestar mental.
Encuentra actividades físicas que disfrutes, ya sea caminar, nadar, practicar yoga o levantar pesas, e incorpóralas de manera constante en tu rutina diaria
5. Bebe suficiente agua
El agua desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo y la eliminación de toxinas del cuerpo.
Mantente hidratado bebiendo suficiente agua a lo largo del día. A menudo, el cuerpo puede confundir la sed con el hambre, por lo que beber agua regularmente también puede ayudar a controlar los antojos y la ingesta excesiva de alimentos
6. Prioriza el descanso y la gestión de estrés
El sueño adecuado y la gestión del estrés son componentes esenciales de un estilo de vida saludable y pueden influir significativamente en el peso corporal.
Prioriza el descanso adecuado y busca estrategias efectivas para reducir el estrés, como la meditación, el ejercicio, el tiempo de calidad con amigos y familiares, o actividades recreativas
