El verdadero mito sobre los alimentos que engordan
Pueden llevarnos a tomar decisiones poco saludables que afecten negativamente a nuestro peso y bienestar
El verdadero mito sobre los alimentos que engordan. | Freepik
En el mundo de la alimentación y la salud, existen numerosas creencias populares que no siempre se ajustan a la realidad. Estas ideas erróneas, conocidas como mitos, pueden llevarnos a tomar decisiones poco saludables que afecten negativamente a nuestro peso y bienestar.
Las frutas engordan por la noche
La fruta es un alimento saludable y nutritivo que puede consumirse en cualquier momento del día, incluida la noche. La idea de que engorda por la noche se basa en la creencia errónea de que el cuerpo quema menos calorías durante la noche. Sin embargo, el metabolismo no se desacelera significativamente durante el sueño, por lo que las calorías que se consumen en la cena o antes de acostarse se procesan de la misma manera que durante el día.
Saltarse comidas ayuda a perder peso
Saltarse comidas, especialmente el desayuno, puede tener un efecto contrario al deseado. Al privar al cuerpo de energía, se produce un aumento del apetito en las siguientes comidas, lo que puede llevar a un consumo excesivo de calorías y a un mayor riesgo de ganar peso. Además, saltarse comidas puede afectar negativamente a los niveles de energía, la concentración y el estado de ánimo.
Los carbohidratos engordan
Los carbohidratos son un macronutriente esencial para el buen funcionamiento del organismo. Aportan energía al cerebro y a los músculos, y son una fuente importante de fibra. No todos los carbohidratos son iguales, y algunos, como los azúcares refinados y los harinos blancos, pueden tener un impacto negativo en la salud y el peso si se consumen en exceso. Sin embargo, incluir carbohidratos complejos de calidad, como cereales integrales, frutas y verduras, en una dieta equilibrada es fundamental para una buena salud.
Beber agua con las comidas engorda
Beber agua durante las comidas no engorda. De hecho, el agua no contiene calorías y puede ayudar a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso para el control del apetito y la ingesta de calorías. Beber agua suficiente a lo largo del día es esencial para una buena salud en general.
Los productos «light» son siempre saludables
No todos los productos «light» o «bajos en calorías» son necesariamente saludables. A menudo, estos productos contienen azúcares artificiales, edulcorantes o aditivos para compensar la reducción de calorías. Es importante leer las etiquetas nutricionales cuidadosamente y elegir productos que sean bajos en calorías y ricos en nutrientes.
Hay que comer alimentos «sin grasa» para perder peso
Las grasas no son el enemigo, y eliminarlas por completo de la dieta puede ser perjudicial para la salud. Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos, son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y pueden ayudar a aumentar la sensación de saciedad.
¿Qué engorda realmente?
Si bien no hay un alimento o hábito único que por sí solo te haga engordar, ciertos patrones alimenticios y de comportamiento pueden aumentar significativamente el riesgo de ganar peso:
Alimentos
- Procesados y ultraprocesados: suelen ser altos en calorías, azúcares añadidos, grasas no saludables y sodio, y bajos en nutrientes esenciales. Su consumo regular puede contribuir al aumento de peso y a otros problemas de salud.
- Bebidas azucaradas: gaseosas, jugos artificiales, bebidas energéticas y cafés azucarados aportan gran cantidad de calorías vacías sin ningún valor nutricional.
- Comidas rápidas: ricas en grasas saturadas, trans y sodio, además de azúcares añadidos y calorías en general. Su consumo frecuente aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad.
- Postres y dulces: aunque deliciosos, suelen ser altos en azúcares refinados y grasas no saludables, lo que puede llevar a un aumento de peso si se consumen en exceso.
- Harinas refinadas: pan blanco, pastas blancas, arroz blanco y productos elaborados con harinas refinadas carecen de fibra y nutrientes esenciales, y pueden provocar picos de azúcar en sangre y aumentar el apetito.
Hábitos
- Sedentarismo: la falta de actividad física regular es un factor de riesgo importante para el sobrepeso y la obesidad.
- Comer emocional: comer en respuesta a emociones como el estrés, la tristeza o el aburrimiento puede llevar a consumir más calorías de las necesarias.
- Dormir poco: la falta de sueño puede alterar las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo, aumentando el riesgo de ganar peso.
- Saltarse comidas: como ya se mencionó, puede conducir a atracones y a un mayor consumo de calorías en general.
- Comer rápido: no masticar bien los alimentos y comer rápido puede dificultar la digestión y aumentar la ingesta de calorías.
- No beber suficiente agua: la deshidratación puede generar confusión con el hambre, lo que lleva a comer en exceso.
