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Qué son los movimientos primitivos, la última tendencia en fitness masculino

Algo tan elemental que lleva con nosotros miles de años puede ser una nueva forma de entrenar para todos

Qué son los movimientos primitivos, la última tendencia en fitness masculino

Un hombre haciendo deporte | ©Freepik.

Quizá el concepto de movimientos primitivos nos retrotraiga a un mundo ancestral. Sin embargo, obedece a una tendencia fitness que también alcanza el nombre de patrones primarios. Depende del especialista con el que hablemos, la realidad es bastante similar que es apta para hombres y mujeres sin importar la edad.

Lo cierto es que, aunque no lo pensemos, hay una cantidad ingente de movimientos primitivos en nuestro día a día. Una realidad que, en cierto modo, se vincula también con el éxito deportivo de la calistenia, fórmula al alza en los últimos años. Lo singular de esta tendencia está en que hay una serie de movimientos que, sin pretenderlo, se desarrollan desde nuestra infancia y de los que acabamos dependiendo con el paso de los años. Algo que ya explicaban en los años ochenta en Acta Physiologica Scandinavica.

De hecho, parte de la realidad está en que este tipo de patrones primarios acaban siendo repetidos una y otra vez durante toda nuestra vida. Tanto es así que obedecen a una razón de utilidad y que, como también es evidente, nos vienen de perlas para potenciar cierta forma física.

Qué son los movimientos primitivos

Mucha parte de estos movimientos primitivos tienen que ver con el espíritu de supervivencia. Básicamente, obedecerían a cuestiones físicas que habían de adaptarse a entornos impredecibles. En cierto modo, como defiende este estudio, hablamos de una selección motora que ya está presente en la niñez.

Una mujer practicando ejercicio
La base de estos ejercicio es la funcionalidad. ©Freepik.

De esta manera, lo que se entiende como movimientos primitivos obedecen a siete realidades que, singularmente, se categorizan en tres tipos de planos. Pensemos que el sentido de estos movimientos tienen que ver con razones tan humanas como huir, protegerse, atacar o defenderse. Por este motivo, conviene comprender que hay determinados planos en los que nos movemos para hacer frente a estas amenazas.

En este sentido, se suelen categorizar en plano sagital (el movimiento hacia delante y hacia detrás), el frontal (cuando te mueves de lado) y el transversal (cuando el movimiento es en rotación). Por este motivo, son ejercicios plenamente funcionales y adaptables a cualquier tipo de público, donde solo habrá que perfilar el nivel de la actividad.

Por qué empezar a practicar los movimientos primitivos

Hemos de entender que estos movimientos obedecen a ser eficientes, especialmente en la transferencia de cargas corporales. Por este motivo, los movimientos primitivos tienen una ventaja fundamental, ya que mejoran la fuerza muscular de nuestras estructuras.

Además de ello, este tipo de ejercicios primarios responde también a una mayor coordinación y equilibrio, tanto físicas como fisiológicas. Por este motivo, los movimientos primitivos cuando están mal ejecutados pueden ser perjudiciales, lesionándonos al no realizar estas tareas como deberíamos. Algo así como un cierto agarrotamiento que genera más malestar y más posibilidades de lesiones.

De los tres planos a los siete ejemplos

Una mujer practicando movimientos primitivos
Son aptos para todos los públicos con un mínimo de adaptabilidad. ©Freepik.

Hemos mencionado tres planos, presentes en siete actividades, en función del plano y del tipo de ejercicio. La ventaja de los movimientos primitivos o patrones primarios está en que hablamos de elementos de extraordinaria funcionalidad. Por este motivo, los objetivos de su integración tienen que ver con una mejora de las capacidades.

Razón que también hace que todos los públicos se puedan beneficiar de este tipo de actividades donde encontramos ejercicios de lo más diversos. En términos generales, lo que se sintetiza sobre los patrones primarios del movimiento son las siguientes tareas.

Cuáles son los patrones primarios del movimiento

  • Sentadillas: este ejercicio clásico nos permite tareas tan evidentes como sentarnos o agacharnos, además de ser un patrón de impulso clave. La ventaja también está en que podemos hacerlas del tipo que queramos, en función de nuestras capacidades.
  • Bending: puede que pase desapercibido y su nombre nos extrañe, pero solemos traducirlo como flexión, aunque lo correcto es llamarlo extensión de la cadera. Es un movimiento muy cotidiano y es importante incluirlo en el día, especialmente en personas que tienen hábitos de vida sedentarios. Este ejercicio se puede hacer con el clásico empuje de cadera, que además mejora la salud de los isquios, de los que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.
  • Lunging: también llamado como embestida, el lunging es un movimiento de ataque, similar a abalanzarse sobre algo o alguien. Es lo que se conoce como un movimiento primitivo de paso y regreso en el que se vuelve a la posición inicial e incluye todo tipo de saltos, por lo que fortalece especialmente el tren inferior.
  • Empuje: es uno de los patrones primarios del movimiento más normales que básicamente es empujar. Es un elemento que se trabaja muy a menudo, pero en la que participa todo el tren superior, potenciando la musculatura abdominal, pectoral y de hombros y brazos.
  • Pull: al contrario que el empuje o push, el pull viene a ser el simple hecho de tirar. Toda la vida, el ser humano ha tirado de cuerdas, remos, azadas, animales… En este sentido, hablamos de un tipo de ejercicio que permite fortalecer la espalda, además de los del tronco.
  • Rotación: es un movimiento primitivo muy evidente que tiene una enorme funcionalidad, pues implica al giro de la cintura. No es un gesto menor, ya que fortalecernos con este movimiento permite una mayor protección de la espina dorsal en gestos de lo más cotidianos como limpiar el suelo, mover elementos pesados o incluso el simple hecho de cambiar de dirección al caminar.
  • Marcha: el más sencillo de todos. Simplemente, este movimiento primario sería el hecho de caminar. Es fundamental y tiene una cantidad impresionante de funcionalidades, incluyendo algo tan trivial como evitar el anquilosamiento articular. Así también fortalece el sistema cardiovascular a través del movimiento y el propio sistema inmunológico.

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