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Cómo perder la grasa de la espalda: por qué es tan difícil y tres ejercicios para hacerlo

La realidad de esta parte del cuerpo puede ser muy ingrata a la hora de trabajarla si no nos lo tomamos en serio

Cómo perder la grasa de la espalda: por qué es tan difícil y tres ejercicios para hacerlo

La espalda de una mujer | ©Freepik.

La grasa de la espalda es una preocupación común tanto en hombres como en mujeres, aunque a menudo se le presta menos atención debido a su ubicación menos visible. Sin embargo, la pérdida de grasa en esta área puede ser especialmente desafiante debido a múltiples factores fisiológicos y de estilo de vida.

La grasa corporal cumple funciones esenciales como la protección de órganos, el almacenamiento de energía y la regulación de importantes hormonas. Sin embargo, la acumulación excesiva de grasa, particularmente en la espalda, puede no solo ser un problema estético sino también un indicativo de desequilibrios en la salud. En cualquier caso, debemos comprender que también tiene funciones, como remarca este estudio.

Los factores hormonales influyen significativamente, donde hormonas como el cortisol, conocida como la hormona del estrés, pueden promover la acumulación de grasa en áreas específicas como la espalda. Además, la predisposición genética puede determinar en gran medida los patrones de distribución de grasa en el cuerpo.

El estilo de vida sedentario es otro factor crítico que contribuye al aumento de grasa en diversas partes del cuerpo, incluida la espalda. La inactividad prolongada, especialmente en personas que pasan muchas horas sentadas, como en oficinas, afecta la postura y disminuye la actividad muscular en la espalda.

Mucho más que grasa acumulada

Esto no solo favorece la acumulación de grasa, sino que también debilita los músculos de la espalda, lo que puede llevar a problemas de postura y dolor crónico. Mantener una espalda fuerte es vital para la salud general, ya que los músculos de esta área son esenciales para la estabilidad y el movimiento diario.

Una mala alimentación, rica en calorías, grasas saturadas y azúcares simples, también favorece el aumento de tejido adiposo en todo el cuerpo, incluida la espalda. Sin la práctica regular de ejercicio, la espalda se convierte en un lugar común para el depósito de exceso calórico.

Además, una espalda débil puede aumentar el riesgo de lesiones y deteriorar la calidad de vida al limitar la movilidad y aumentar el dolor. Por ello, es crucial adoptar hábitos de vida saludables que incluyan ejercicio regular y una dieta balanceada para mantener esta parte del cuerpo en buen estado y funcionamiento.

La edad y el envejecimiento: dos aliados de la grasa de la espalda

Con el envejecimiento, el metabolismo se ralentiza naturalmente, lo que puede llevar a un incremento en la acumulación de grasa si no se ajustan la ingesta calórica y el nivel de actividad física. Además, con la edad, hay una tendencia natural hacia la pérdida de masa muscular, lo que también puede afectar la tasa metabólica y favorecer la acumulación de grasa.

Una mujer con dolor de espalda
Los hábitos de vida sedentarios lastran de muy diferentes maneras la salud de la espalda. ©Freepik.

También se experimentan cambios hormonales, más notables en las mujeres. La menopausia trae cambios hormonales que pueden conducir a un aumento de la grasa corporal, especialmente alrededor del abdomen y la espalda. En los hombres, la disminución de testosterona con la edad puede llevar a un aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa muscular, afectando también la espalda.

Además de la espalda, otras áreas comunes donde se acumula grasa con la edad incluyen el abdomen, las caderas y los muslos. Estos cambios son parte de un ajuste natural del cuerpo, pero pueden ser mitigados con estilos de vida saludables. Aunque en este ejemplo también hay variaciones en función del género, las grandes zonas donde la acumulación de grasa por excelencia.

Tres ejercicios para combatir la grasa de la espalda

Estos ejercicios, combinados con una dieta equilibrada y un estilo de vida activo, pueden servir a reducir la grasa en la espalda. No obstante, es importante consultar con un profesional antes de comenzar cualquier nuevo régimen de ejercicio, especialmente si se tienen condiciones de salud preexistentes.

El remo con banda elástica es excelente para trabajar la parte superior y media de la espalda. Sentado en el suelo con las piernas estiradas, coloca una banda elástica alrededor de los pies y sostén los extremos con ambas manos. Flexiona ligeramente las rodillas y tira de la banda hacia tu abdomen, manteniendo la espalda recta. Realiza tres series de 10 a 15 repeticiones para tonificar la musculatura dorsal y perfilar la grasa de la espalda.

Una mujer hace empuje de cadera, un buen ejercicio para combatir la grasa de la espalda
No hace falta recurrir a maquinaria compleja para fortalecer la zona lumbar. ©Freepik.

Aunque se enfoca en los glúteos, el puente de glúteos también ayuda a fortalecer los músculos de la parte baja de la espalda. Acuéstate de espaldas con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Eleva las caderas hacia el techo, apretando los glúteos y manteniendo la espalda recta. Mantén la posición durante unos segundos y luego baja lentamente. Realiza también tres series de 10 a 12 repeticiones. Además, este ejercicio es particularmente útil también para mejorar el esprint, como ya te contamos en THE OBJECTIVE.

Conocido como ejercicio Superman, esta práctica es ideal para fortalecer toda la espalda y mejorar la postura. Acuéstate boca abajo en una colchoneta, extiende los brazos frente a ti y eleva simultáneamente brazos y piernas del suelo, manteniendo la cabeza y el cuello en una posición neutral. Sostén la posición durante unos segundos y baja lentamente. En este caso, la recomendación también es hacer tres series de 10 repeticiones.

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