Amnesia de glúteos: qué es y por qué debe preocuparte más de lo que parece
A pesar de un nombre que puede resultar chistoso, detrás de esta patología hay elementos a tener muy en cuenta
Una mujer haciendo sentadillas al aire libre. | ©Freepik.
Puede que el concepto de amnesia de glúteos suene a chiste. ¿Acaso pueden tener los glúteos memoria? ¿Cuáles son sus recuerdos? Bromas aparte, esta patología no debería tomarse a risa, aunque su nombre parezca un gag cómico de los años ochenta. Tampoco contribuye la traslación al español del nombre de esta patología, como también se conoce en inglés, que traduciríamos como síndrome del trasero muerto.
Dead butt syndrome, amnesia de glúteos, amnesia glútea… Cualquiera de estos conceptos obedecen a una misma patología que, como decimos, poco o nada tiene que resulte gracioso. Si pasas muchas horas al día sentado, ya sea por ocio o por trabajo, te interesa saberlo. Si tus hábitos son especialmente sedentarios, también.
Si tras pasar horas y horas sentado sientes rigidez lumbar, a modo de contractura, de forma recurrente, la amnesia de glúteos debería interesarte y preocuparte. No en vano, cuando hablamos de glúteos no nos estamos refiriendo al trasero sensu stricto, sino a los potentísimos músculos que articulan buena parte de nuestro movimiento y nuestro equilibrio.
Qué es la amnesia de glúteos
En cierto modo, el nombre es especialmente evidente. Resumido de manera muy somera, diríamos que los músculos se olvidan de su función. Llega un momento en que por debilitamiento o inactividad, los músculos no saben trabajar. Es decir, pueden fallar o tardan más de la cuenta en activarse ante los estímulos.
Y no, no es un tema baladí. Las funciones de los músculos del trasero, especialmente el glúteo mayor y el glúteo menor, incluye una importante carga de amortiguación del peso corporal. Una tarea que deben cumplir, pero si se encuentran desactivados, otras partes del cuerpo habrán de hacerse cargo. Por eso, cuando los músculos del trasero presentan esta amnesia glútea, otros músculos y articulaciones se sobrecargan. Principalmente lo que sucede con la musculatura de la zona lumbar o las rodillas, que se han de repartir el trabajo no resuelto de los glúteos.
Evidentemente, no hablamos de que los glúteos estén totalmente desactivados. De lo contrario sería imposible mantener la postura, pero sí que no están a pleno rendimiento. Por eso nos referimos a estos tres músculos, situados en las caderas, que estabilizan la postura, permiten levantar las piernas y actúan como rotadores del muslo y, además, sirven como base de la columna vertebral, garantizando su estabilidad. Un realidad que, además, importa a medida que envejecemos, como indican en este estudio clínico.
Por qué aparece la amnesia de glúteos
Lo normal, una vez que nos sentamos, es que demos descanso a nuestros glúteos. Pero cuando nos pasamos de frenada con el sedentarismo, los músculos del trasero llegan a ese punto de inactividad que, repetido una y otra vez, provoca que luego no despierten como queremos cuando se les exige. De este modo, mantener conductas sedentarias reiterativas va, en cierto modo, apagando el grado de actividad de los glúteos hasta que no nos demos cuenta.
Pero ¿cómo saber si nuestros glúteos están desmemoriados? Hay una prueba doméstica fácil de resolver y no, no es haciendo sentadillas, como te contaremos más adelante. Basta con ponerse de pie, solo sobre una pierna, y dejar la otra colgando. En este caso, el glúteo del lado que pende se notará blando. Si después pones algo de peso en esa pierna y aprietas, para sujetarlo, has de notar que el músculo se endurece. No mucho, pero sí lo justo para hacerse cargo de la tarea. Por contra, si al apretar el trasero y dar firmeza al glúteo notas que debes apretar varias veces o más de la cuenta, será señal de la amnesia glútea.
Cómo fortalecer los glúteos
Por suerte, en teoría desde el mundo fitness, vivimos en la edad dorada del tren inferior. Al contrario de lo que pasaba en el culturismo primigenio, donde el torso y el tren superior se llevaban toda la atención, las tendencias del ejercicio físico modernas hacen especial hincapié en las piernas.
Razón por la que ver ejercicios de sentadillas, en hombres y mujeres, es más que habitual. Y razón por la que se ha comprendido que el fortalecimiento del tren inferior no es una simple cuestión estética, sino funcional. Pero eso no quiere decir que hacer sentadillas vaya necesariamente a fortalecer nuestros glúteos. La causa es muy simple: puede que se estén haciendo mal.
Para que una sentadilla sea efectiva se debe apretar las nalgas en cada repetición. De lo contrario, lo que vamos a fortalecer van a ser los cuádriceps y la musculatura de la zona lumbar. Por eso, si queremos que la amnesia de glúteos sea un recuerdo del pasado debemos hacer ejercicios que los fortalezcan, como marchar en el propio sitio, las sentadillas apretando los glúteos o movimientos circulares con las caderas –como los que hacen los futbolistas en los calentamientos– para despertar a los glúteos.
A partir de ahí, ya puedes trabajar muchos más ejercicios de glúteos y cadera como el hip thrust, las planchas –de las que te hemos hablado en varias ocasiones en THE OBJECTIVE– o el puente de glúteos. Si por el contrario no sueles hacer entrenamiento de fuerza y prefieres correr, sé consciente de que no por correr estás involucrando a tus glúteos, ya que el movimiento puede no ser tan profundo como crees. Por eso, conviene combinar el trote, bien sea con sentadillas o con zancadas.
