Los mitos sobre las vitaminas: no escapan, no huyen y tampoco producen alergia
Aun siendo parte fundamental de nuestra dieta e indispensables para el organismo, son muchas las falsas creencias que las persiguen
Fundamentales para nuestro organismo, las vitaminas son compuestos esenciales para nuestra vida. Suena grandilocuente decirlo, pero es evidente que estos micronutrientes nos hacen mucha falta. Su relación con nuestro organismo es de lo más variada, razón por la que, aparte de conocer las diferentes vitaminas, también conviene saber los mitos que hay en las vitaminas.
La sabiduría popular y las falsas creencias han hecho cierto daño a este micronutriente. Algunas de las teorías, unas más peregrinas que otras, apuntan a que las vitaminas engordan. Otras, directamente, sostienen que se evaporan o escapan de los productos. También vemos que otras suposiciones indican que pueden ser igualmente tóxicas.
Es decir, un carrusel de infundios que merece la pena desgranar para comprobar que los mitos detrás de las vitaminas son mayoritariamente falsos o, en según qué modo, ni de lejos tan reales como se pretenden vender. Lo que sí es cierto y eso debe quedar claro es que las vitaminas son fundamentales para el correcto desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo.
Clave para la formación de los tejidos, para el funcionamiento del sistema nervioso, para el desarrollo celular o para mantener equilibrado el sistema inmune, los éxitos y funciones de las vitaminas son casi innumerables. Intentar desgranarlos y sintetizarlos, complicado, pero es más sencillo aportar algo de luz a los mitos sobre las vitaminas.
Mitos sobre las vitaminas
Algunas de las falsas creencias sobre las vitaminas son bastante alocadas. Otras, aún pretendiendo tener cierta veracidad, también acaban desmontando una letra pequeña de mitos sobre las vitaminas. Entre algunos de los más extendidos están, como decimos, el de pensar que las vitaminas engordan.
También está muy enraizado considerar que las vitaminas se escapan. En otro sentido, sobre todo a raíz del boom de complementos y suplementos, en pensar que necesitamos estos compuestos para completar nuestra dieta. Otras teorías también sostienen que las vitaminas son potencialmente tóxicas.
Así hasta un sinfín de irrealidades que aluden también a la existencia de las vitaminas en el cuerpo humano o incluso a suposiciones que sostienen que son alérgicas. Por eso, veamos qué hay de realidad en las vitaminas y vamos a desmontar ciertos bulos sobre las vitaminas para que no nos equivoquemos.
Las vitaminas engordan y producen alergia
Primer gran mito. Las vitaminas no engordan. Son compuestos acalóricos, como sucede con los minerales, que están presentes en los alimentos que ingerimos. Sin embargo, eso no quiere decir que las vitaminas no puedan estar presentes en alimentos que sí engordan, como es evidente.
Por eso, ni las vitaminas engordan ni los suplementos vitamínicos lo hacen. Lo que sí puede suceder es que ingiramos alimentos que tienen vitaminas y que, por tanto, haya una carga calórica en estos. Es decir, lo más normal del mundo.
Del mismo modo que las vitaminas no tienen calorías, las vitaminas tampoco producen alergias. Puede que tengamos alergia o intolerancia al alimento en cuestión que posea las vitaminas, pero la vitamina por sí misma no produce ningún tipo de alergia.
Las vitaminas se escapan
Esta es otra de las teorías más peregrinas y que, en cierto modo, tiene cierta base. Las vitaminas no se escapan de los alimentos, pero sí pasan dos cosas. Por un lado, que las vitaminas de ciertos productos, cuando los cocinamos, pueden perderse debido a las altas temperaturas o a que, por ejemplo, las desechemos en el agua de cocción. Lo cual es parte de los mitos sobre las vitaminas.
Esto es más o menos habitual con las vitaminas hidrosolubles –las del grupo B y la C–, mientras que es menos probable en las liposolubles (A, D, E y K) No obstante, esto no quiere decir que todas las vitaminas desaparezcan, pero sí que se destruye una parte de estas. Por eso, conservar correctamente los alimentos y refrigerados previene la eliminación de las vitaminas. También, como indica este estudio, conviene saber que las vitaminas no hacen magia, a pesar de lo que la sabiduría popular crea.
También las cocciones ligeras y el consumo del producto en crudo favorecer el mantenimiento de las vitaminas. Lo que también sucede, y esto es importante comprenderlo, es que las vitaminas hidrosolubles se eliminan con la orina. Razón por la que consumir demasiadas vitaminas de este tipo no va a hacer que nuestro cuerpo las retenga.
No hace falta consumir vitaminas: el cuerpo las produce
Sentimos decepcionar a los que crean que todo lo que nuestro organismo necesita viene de nuestra autosuficiencia. Por desgracia, esto no es así y con las vitaminas no es una excepción. Hay 13 tipos de vitaminas esenciales, de las cuales sólo dos se sintetizan o producen en el cuerpo que son la vitamina D y la vitamina K. Todas las demás vitaminas deben proceder de fuentes externas.
Lo conveniente es que las obtengamos de la dieta y de la alimentación. A veces, según pautas médicas, podríamos necesitar suplementaciones o complementaciones, pero esto es otro mito sobre las vitaminas, pues no siempre necesitamos este tipo de sustancias o complejos vitamínicos para cumplir con las cantidades diarias recomendadas.
Las vitaminas pueden ser tóxicas
Aquí hay que leer la letra pequeña. Sí, como ya te explicamos en THE OBJECTIVE, puede haber una sobredosis de vitaminas o hipervitaminosis. Sin embargo, es una realidad muy puntual y totalmente anecdótica que no debe preocuparnos. Ha habido testimonios de esta hipervitaminosis, como la de un explorador polar que consumió hígado de oso y falleció a causa de un exceso de vitamina A en su cuerpo.
Sin embargo, las vitaminas, consumidas de forma normal en una dieta equilibrada, son saludables y no son para nada tóxicas ni suponen riesgos físicos para la persona que las ingiera. De hecho, lo más probable es que nuestro organismo excrete ese exceso de vitaminas que no necesita.