Los seis errores de las cadenas generalistas en 2023 que no deberán repetir este nuevo año
Tanto Antena 3 como Telecinco y TVE sueñan con volver a alcanzar las audiencias de las que disfrutaban hace tres años
El 2023 no ha sido un buen año para las cadenas generalistas. Y no por falta de motivos ni de hechos noticiables. En los últimos meses del año hemos vivido distintos acontecimientos que han pasado a la historia, como el fichaje de Carlos Franganillo por Telecinco o la eliminación de Sálvame de la parrilla televisiva. Además, estos momentos han formado parte de toda una revolución que ha desembocado en el cambio de las distintas programaciones, así como la compra y producción de nuevos formatos. Todo ello con un único objetivo: volver a las audiencias de antes de 2020.
Algo que, spoiler, no se ha conseguido. Pero ¿por qué? ¿en qué hemos fallado? Se preguntarán desde las distintas cadenas. Por eso, para ver los problemas no hay nada mejor que saber reconocer los errores. Probablemente, una de las cadenas que más se ha dado cuenta de aquellos ‘fallos’ que han cometido en los últimos tiempos ha sido Telecinco. Por eso, a principios de 2023 decidieron deshacerse de todos aquellos contenidos, por ejemplo, que tuvieran que ver con Kiko Rivera o Antonio David Flores.
De esta manera, supieron poner una línea roja, decidieron poner límites a un tipo de contenido que ellos mismos pensaban no había favorecido los niveles de audiencia. Además, esta decisión fue tomada en la senda de convertirse en un canal dirigido más a la información que al entretenimiento. De una forma u otra, sin entrar en si hicieron lo correcto o no o si supieron reconocer el problema, desde Mediaset hicieron autocrítica. Aunque eso sí, Telecinco no ha sido el único canal que ha cometido notorios errores en cuanto a la elección de su casting, la promoción de sus programas o la compra de formatos.
Promocionar un casting ‘potente’ y quedarse a medio gas
Nadie dijo que fuera fácil encontrar al concursante perfecto. La decisión se lleva a cabo gracias a una infinidad de esfuerzo y a un gran equipo de casting volcado en la elección. Y no solamente para que un programa triunfe se necesita unos buenos concursantes, también es fundamental una correcta promoción del formato -de eso ya hablaremos más adelante-. Algo que no cumplieron desde Telecinco cuando pusieron en marcha Pesadilla en el paraíso, un reality show que se inspiró en la archiconocida La granja de los famosos.
De esta manera, se esperaba que Mediaset optara por concursantes polémicos y conocidos de distintos ámbitos. En cambio, desde Telecinco contrataron a personajes tan insulsos como Borja Estrada -hijo de Pipi Estrada-, Tania Déniz -de La isla de las tentaciones- o Kiko Jiménez. Ni el fichaje de Maite Galdeano pudo mejorar la audiencia que acabó con un triste 6,9% de cuota de pantalla. También, sucedió lo mismo con Supervivientes. Lo cierto es que se trata de uno de los formatos más típicos de la cadena, con más repercusión y que ha llegado a alcanzar el 33,6% de share en el año 2019. Por eso, todos esperaban mucho más del casting.
Aún así, se quedaron a medio gas y las tramas entre sus protagonistas no lograron convencer de todo a la audiencia. Entre los concursantes más polémicos se encontraron Ginés Corregüela, Yaiza Martín, Asraf Beno, Adara Molinero, Alma Bollo y Bosco Martínez-Bordiú. Así, el formato terminó a mediados de 2023 con un 17,5% de cuota de pantalla. Tampoco podemos olvidar Gran Hermano VIP 8 y su casting, que hicieron que se convirtiera en la edición menos vista de la historia.
Dejar escapar a un referente en información
Es muy complicado que los espectadores cojan confianza con una persona que ven a través de la televisión. Es por eso que lograr ese vínculo entre el televidente y el presentador es un extremo realmente complejo que solamente han conseguido ciertos privilegiados. Por ejemplo, Jorge Javier Vázquez, Mercedes Milá, Ana Blanco o Carlos Franganillo. Ha sido este último quien ha abandonado su casa, Televisión Española.
Así, Franganillo sorprendía a todos a principios de diciembre al ser fichado por Telecinco. Sobre todo porque en Televisión Española había conseguido encajar con la audiencia y se había convertido en un referente de información. A pesar de todo, desde la cadena pública lo dejaron escapar. Y no solamente eso. A pesar de que no se incorporará a los Informativos de Telecinco hasta comienzos de enero, no le dejaron seguir presentando las noticias de TVE ni tampoco todos los especiales que tenía previsto.
Con la llegada de Franganillo, desde Telecinco han decidido remodelar toda su estructura de Informativos. De esta manera, por ejemplo, David Cantero pasará al fin de semana, mientras que Isabel Jiménez se encargará del mediodía. Además, su llegada también ha supuesto el fin de Pedro Piqueras, quien ha decidido jubilarse. Aún así, la única que no ha salido beneficiada ha sido TVE, quien ha perdido a una de sus estrellas. También, el año pasado tuvieron que decir ‘adiós’ a Ana Blanco de su Informativo. Ahora, será Marta Carazo quien tendrá por delante el reto de ganarse a la audiencia, de ser reconocida ante el público con una referente en información.
No hacer una buena promoción de los formatos de estreno
En televisión, al igual que en cualquier otro ámbito de la vida, es muy importante saber venderse. Es por eso que muchas cadenas han caído, en este último año, en una vaga o inexistente promoción de sus programas de estreno. Este está siendo el caso, por ejemplo, de Telecinco con Gran Hermano Dúo 2 que dará comienzo, se supone, en las próximas semanas. De esta manera, desde Mediaset solamente se han centrado en su nuevo talent de baile, Bailando con las estrellas, y ha dejado de lado hablar de su nuevo programa que, viendo las audiencias anteriores, le haría falta un ‘empujoncito’ para mejorar en cuanto a datos.
Tampoco se ha dado voz a infinidad de formatos que se estrenaron en 2023, de distintos ámbitos, como Brigada Tech, Adictos a la pantalla o En busca del Nirvana, que se emitieron en La 1, LaSexta y Cuatro, respectivamente. Por tanto, aunque no sea milagroso, sí que es cierto que una buena promoción ayuda a que todo el mundo conozca y recuerde el programa y, sobre todo, consigue que formatos que, en un primer momento no parezca muy apetecible, acabe teniendo una buena o aceptable audiencia. Aunque eso sí, para ello hace falta un poco de esfuerzo.
Lo bueno si es breve, dos veces bueno
Está claro que hay formatos que han triunfado. Este ha sido el caso de Operación Triunfo, Gran Hermano, La Voz, Supervivientes o Got Talent. Es por eso que las cadenas suelen tirar de este tipo de programas que los incluyen en su programación anual. Pero, también, puede ser que el espectador se aburra de ver siempre lo mismo en televisión. Algo que hemos comprobado con las últimas ediciones de La isla de las tentaciones. El programa dio el pistoletazo de salida en el año 2020. Así, consiguió alcanzar un 24,1% de cuota de pantalla. Una cifra bastante buena y elevada para lo que acostumbramos a ver actualmente.
De esta manera, desde Mediaset decidieron apostar por el formato, no solamente en 2020, sino, también, en los tres años posteriores. E, incluso, durante el mismo año con varios programas. De esta manera, las audiencias fueron bajando de audiencia hasta contar con un 13,6% de cuota de pantalla en su última edición. Lo que se traduce de pasar de tres millones de espectadores a un millón y medio, es decir, justamente la mitad.
Y esto no solamente le ha sucedido a Telecinco en los últimos tiempos. También le ha pasado a Operación Triunfo. Así, la vuelta del talent musical a la cadena pública fue todo un ‘boom’ y consiguió alcanzar un 19,7% de cuota de pantalla y, además, creó una generación de auténticas estrellas como Amaia Romero o Aitana. De esta manera, y viendo los buenos datos, TVE renovó el formato hasta 2020, pero la audiencia fue descendiendo con el paso del tiempo llegando a marcar un 12,2% de cuota de pantalla. Ahora, después de tres años, ha vuelto a pantalla, aunque lo ha hecho en una plataforma de pago como es Prime Video. Y parece que, después de tres años de respiro, está funcionando.
Poner en parrilla programas ‘de relleno’ y que ya no están de moda en el siglo XXI
Todos sabemos que, cuando se compra un formato, no tenemos la capacidad de conocer si este gustará o no a la audiencia. Después de tantos años es normal que cada cadena conozca a su audiencia y sí que se sepa, aunque no de manera cien por cien certera, qué es lo que puede funcionar. Es por eso que, en este último año, se han promocionado infinidad de programas que muchos de nosotros, desde casa, nos hemos preguntado; ¿funcionará? Una respuesta que ha venido contestada con sus bajísimos datos de audiencia.
No se entiende muy bien por qué los distintos grupos audiovisuales compran los derechos de diversos concursos o programas que, en un primer momento, no van a gustar a la audiencia. Que sí, puede ser que puestos en antena, con un buen casting y un atractivo presentador, sean todo un éxito. Pero, por ahora, no ha sucedido. Hablamos, sin ir más lejos, que el concurso de retos que ha emitido Telecinco estas Navidades, A tu bola. Un show en el que varios famosos se enfrentaban en un juego de canicas. Al formato le costó llegar al 8% de share.
Tampoco se entiende que, desde Telecinco, decidieran programar un nuevo magazine para las noches de los viernes, justamente después de poner fin a Sálvame. El programa se lo encargaron a Sandra Barneda y a la productora Cuarzo y solamente contó con seis emisiones. Comenzó el 28 de julio y finalizó a principios de septiembre. La última noche contó con colaboradores que hablaban de actualidad y noticias del corazón, pero las comparaciones con Sálvame fueron recurrentes. Finalmente fue cancelado con un 7,9% de cuota de pantalla de media.
Si hablamos de la cadena pública también fue más que discutible la emisión de Brigada Tech, un programa divulgativo, muy útil para, a lo mejor, algún sector de la población pero que no convenció nada a la audiencia. Y parece ser que a TVE tampoco, ya que lo relegó de La 1 a La 2 en muy poco tiempo. El formato, que enseñaba nuevas tecnologías a los mayores de toda España y que estuvo presentado por Luján Argüelles, marcó un bajísimo 2,8% de cuota de pantalla.
La apuesta, sobremanera, de formatos familiares
Que toda la familia se reúna alrededor de la televisión para ver su programa favorito ya es historia. Ahora, son muy pocos los padres o los abuelos que, junto a sus hijos o nietos, ven la pequeña pantalla cada noche. En estos últimos tiempos ha habido contado programas que lo han conseguido como Cuéntame o Pasapalabra que sí que pueden englobar a varias generaciones. Por eso, es difícil de comprender que desde los distintos cadenas generalistas todavía estén optando por formatos que vendan como «blancos» y «familiares».
La audiencia nos ha dejado claro que, ahora mismo, aunque los programas de entretenimiento no son nuestra prioridad, sí que son los favoritos de gran parte de los espectadores. Por eso, será muy importante no apostarlo todo solamente a la información, sino conseguir el equilibrio perfecto entre un tema y otro. Un buen ejemplo de ese programa familiar, que pretenden triunfar y llegar casi al nivel de Pasapalabra, ha sido Password.
El programa presentado por Cristina Pedroche, en su momento, se convirtió en un éxito de audiencia entre personas de distintas generaciones, pero eso no quiere decir que en este 2023 también llegara a serlo. Este llegó a mediados de año a Antena 3 y, en un primer momento, se pensó que fuera un formato diario. Luego, desde Atresmedia cambiaron y lo ubicaron en las noches de los viernes. Solamente consiguió un 10% de share.
También, sucedió lo mismo con 25 Palabras, el concurso-quiz de Christian Gálvez. El formato se ubicó en las tardes de Telecinco junto a Reacción en cadena de Ion Aramendi. El propósito de Mediaset era convertirlo en un Pasapalabra -sí, otra vez- y que triunfara y se hiciera con la audiencia de la semana. Un extremo que nunca sucedió. Así, acabó cancelándose tras 193 emisiones con un 9,6% de cuota de pantalla y menos de 800.000 espectadores.
En definitiva, no va a ser nada fácil remontar la audiencia de la que se gozaba hace tres años. Probablemente el éxito esté en no volver a anhelar los programas que ya dejamos atrás e intentar escuchar aquello que la audiencia demanda. Las redes sociales se han convertido en un gran mecanismo de escucha que más de una cadena generalista debería tener en cuenta. Así, probablemente la clave estará en seguir un mismo camino, saber diferenciarse y nunca perder la esencia de esa televisión fresca y que evoluciona a la vez que las distintas generaciones.