Fernando Savater contra la izquierda rottweiler
«Para promover una sociedad verdaderamente inclusiva y tolerante, necesitamos más valientes como Fernando Savater»
El escritor y filosofo Fernando Savater. | TO
Han despedido a Fernando Savater de El País.
Quizá la primera vez que me tenía que haber dado cuenta de que las cosas empezaban a ponerse feas fue cuando empecé a escuchar que Savater era un facha. Y de eso ya hace muchos años, puede que ocho. Sí, entonces debería haber sido más lista. Pero no lo fui.
No lo fui. Porque yo estaba metida dentro de la secta. Y creí de verdad que Savater se había hecho de derechas. Y el truco que la secta utilizó para que yo lo creyera, la estrategia de manipulación que utilizaron, se llama muerte vudú.
Entre los Testigos de Jehová, cuando alguien disiente, aunque sea levemente, de las opiniones de la secta, se realiza una ceremonia en la cual se anuncia que la Iglesia expulsa a dicha persona, y que decreta que sus familiares y sus amigos nunca podrán hablar con él o con ella. Lo mismo sucede entre los mormones fundamentalistas (aquellos que se han escindido del mormonismo normativo y que siguen practicando la poligamia). Cuando alguien disiente del dogma de su iglesia, se le cuelga a esta persona la etiqueta de apóstata, y su familia, familiares y amigos tienen prohibido hablar con ella.
Pues eso exactamente hace la secta de la neo izquierda brilli brilli. Como alguien se atreva a discutir alguno de sus postulados te llaman facha. Estás cancelado. Prepárate a recibir una avalancha de insultos y amenazas y a dejar de trabajar. Es tu muerte civil.
Mi caso
Mi situación es lo siguiente: hace cuatro años yo tenía dos trabajos fijos. Uno en Espejo Público y otro en un periódico, ¿Cómo sobrevivía? Pues con remanentes de derechos de autor o con conferencias, y con otros ingresos.
Fue abrir la boca sobre la Ley Trans y las conferencias se acabaron. Y muchos promotores culturales me explicaron que no podían contratarme más porque mi nombre estaba en una lista negra.
El periódico en el que yo trabajaba publicó una noticia diciendo que me echaban por plagiar un artículo. Amenacé con demandar al periódico e inmediatamente retiraron la noticia. Pero el mal ya estaba hecho. Lo curioso es que ahora ese periódico vive de publicar noticias que se parecen descaradamente a otras noticias publicadas en otros medios porque entiendo que todos vienen de la misma nota de prensa. La gran mayoría de sus artículos no pasarían la prueba del plagscan. Lo sentí muchísimo porque mi relación con los trabajadores del periódico había sido siempre buenísima y consideraba al periódico mi casa. Desde aquí todo mi amor a quienes me apoyaron en ese momento, incluso dentro del periódico. Gracias. Sé que las cosas están cambiando y que todo cambiará en breve.
Creo que estos treinta y un artículos que llevo publicados durante estos treinta y un días, en este blog, han probado de sobra que las cosas han cambiado. He recibido felicitaciones de muchos tipos, pero las más importantes para mí son las que recibo por la calle.
Hace tres años en Lavapiés me pegaban en la calle (tuve tres intentos de agresión, como algunos de ustedes saben). Ahora es todo lo contrario: me paran en la calle para animarme y para decirme que, aunque no se atreven a hablar en alto, están muy de acuerdo conmigo.
Ahora hablamos de «la resistencia de Lavapiés», de personas que viven en Lavapiés de toda la vida y que no se atreven a decir lo que piensan porque tienen miedo. Miedo de la nueva ralea que ha tomado el barrio, de los jipihipsters, de los pijokupas, del perroflautismo caviar, de los grandes fondos que se quedan los pisos que los antiguos propietarios se ven obligados a abandonar. De la élite explotadora disfrazada de socialdemócrata.
Estoy muy agradecida al blog porque me ha permitido ser vista de otra manera. Porque, como les digo, ahora paseo por Lavapiés sin miedo a que me peguen como antes. Pero les confieso que me da cierto miedo acudir este año a la ceremonia de los Goya. Ya van varios actores y dos representantes de actores que me reconocen en privado que me admiran, pero que saben de sobra que si abrieran la boca perderían trabajos.
Es curioso que hayan salido todos en tromba a defender a Itziar Ituño pero que nunca salieran a defender a mujeres que perdíamos nuestros trabajos… Y los perdíamos por decir lo mismo, mismito, que dice hoy la portavoz de feminismos de Sumar, Elizabeth Duval.
Yo estoy casi casi convencida de que esos 80 millones perdidos, se emplearon en guerras digitales y en hacer campañas contra mí y contra otras mujeres como yo. La entonces dirigente de Igualdad,Ángela Rodríguez Pam, reconoció que «a día de hoy no tenemos claro qué ha pasado o dónde están exactamente dedicados los 80 millones de euros que comprometía el Pacto de Estado en la Administración General del Estado».
¡Ya te lo explico yo, Irene Montero! Yo diría que esos millones, o parte de ellos, se utilizaron en organizar campañas de acoso y derribo contra las mujeres que alguna vez os apoyaron, pero que os habían dejado de bailar el agua.
Por ejemplo, Irene, yo estoy casi casi segura (es una opinión personal), casi, casi segura, digo, de que esas decenas de miles de cuentas que iban moviendo el bulo de que yo era una plagiadora las habíais pagado vosotras. Llámame paranoica. Pero me resultaba un poco raro que ninguna tuviera nombres ni apellidos.
Perdóname si tengo esta sospecha, pero si no es así no tienes más que demostrarme que no llevo razón. Me explicas dónde fueron a parar los 80 millones y punto. Lo que de verdad no entiendo es que tengas los santos ovarios de presentarte a candidata a las europeas después del despropósito que ha sido tu ministerio. Millones perdidos y leyes chapuceras.
Después, una amiga tuya, Irene Montero, (o al menos una chica a la que felicitabas en público y con la que te habías hecho fotos), organizó un crowdfunding para según ella, reunir el dinero para demandarme por plagio. Al parecer reunió dos mil euros que no sé en lo que se gastaron… pero demanda no se recibió ninguna. Sospecho que se compró una tele de plasma gracias a usarme a mí de cebo.
Más tarde la amiga íntima de tu compañero Pablo Iglesias, Dina Bousselham, escribió dos artículos en su panfleto ya fallecido. Panfleto de cuyo nombre no es que quiera acordarme, es que ya ni me acuerdo. En uno decía que yo había plagiado y en el segundo decía que yo había iniciado una campaña contra las personas trans.
Dicha campaña contra las personas trans consistía en avisar de que la ley trans estaba mal redactada y que por tanto podía suceder que determinadas personas decidieran hacerse pasar por trans por cuestiones espurias.
Exactamente lo mismo que ha sostenido Elizabeth Duval ayer. Mira tú. Cuando dijo que la soldado Francisco Javier se ha hecho trans no de buena fe sino solo por recibir atención mediática.
Sin embargo yo tengo un juicio pendiente por afirmar algo así. Por afirmar que en una foto mis ojos veían un hombre y no una joven trans no binaria. ( OJO CIERRE : Enlace a la noticia de Marcos Ventura).
El doble rasero
Y Elizabeth Duval NO tendrá que ir a juicio porque sabemos que en esta secta hay un doble rasero. Como en todas las sectas. Los que están en la élite no tienen que dar explicación de sus actos.
Yo dije que Duval era terf y me reafirmo. TERF era la etiqueta que nos ponían a todas aquellas que nos atrevíamos a dudar de la efectividad de la ley. Puesto que Duval ya lo ha hecho y ha reconocido que la ley se puede utilizar para algo diferente de lo que suponía que podía utilizarse , Duval es terf.
Esta es la respuesta de Duval:
De nuevo, y exactamente igual que en el caso de Rufián, la respuesta no viene desde el argumento, sino desde el insulto. Cuando a Rufián se le hacen preguntas concretas solo responde que yo he plagiado. Pruebas, ninguna. Pues es norma de los representantes de la izquierda brillibrilli no argumentar nada, sino responder desde el insulto y la calumnia.
Y cuando se le hace notar a la flamante portavoz de feminismos de Sumar que yo tengo que ir a un juicio por decir exactamente lo que haya dicho y ella no… ¡entonces llega el insulto!.
Sí ¡ todo esto es un circo!
Pero el circo es este espectáculo lamentable que la neo izquierda brilli brilli nos está dando. Y conste que siempre hablo de la neo izquierda brilli brilli porque me considero socialdemócrata ferviente. Y, por lo tanto, creo que ellos han traicionado a la izquierda y a los ideales socialdemócratas. Por eso jamás les llamo izquierda.
Pero no es nada gracioso que a mí me lleven a juicio por decir lo que usted ha dicho, Señora Duval, y que usted pueda decirlo tranquilamente. De nuevo ese doble rasero y esa doble velocidad que a ustedes les gusta tanto. Ese doble rasero que justifica una ley de amnistía, una ley que es un insulto para el resto de los españoles.
Ese doble rasero que nos coloca en dos bandos. Unos que iremos a juicio y otros que no. Los que tienen que responder de sus actos y otros que no.
Ese doble rasero que llama facha a un socialdemócrata de toda la vida como Savater y que sin embargo aplaude a aquellos que se encastillan en posiciones fascistas. Que nos niegan a los demás la posibilidad de hablar y que nos insultan si lo hacemos.
Estamos hartas de la izquierda rottweiller
Estamos hartas de censura, de cancelación, de acoso, de miedo y de doble rasero. Somos más, tenemos razón y no nos van a parar.
Ah, y léase la ley, señora Duval. Que es una verdadera vergüenza que una representante de feminismos no se haya leído la ley que ella misma ha defendido. Y, aparte de una vergüenza, es un síntoma claro de la deriva populista y oportunista de la neo izquierda brillibrilli española
En esencia, cancelar la cultura suprime ideas y opiniones que se desvían de una cosmovisión o ideología particular. Quienes expresan opiniones disidentes son sometidos a la muerte civil y condenados al ostracismo, atacados y silenciados. Y se crea un efecto paralizador sobre la libre expresión, ya que la gente teme hablar por miedo a ser cancelada.
Esto se debe al hecho de que los humanos son criaturas sociales y el miedo al rechazo es un rasgo inherente, particularmente si esto significa comprometer el sentido de pertenencia por tener una opinión divergente.
¿Dónde han quedado entonces la libertad de expresión, el pensamiento crítico y la creatividad?
No hablamos de partidos
No hablamos de partidos políticos, hablamos de sectas. Sectas que envían fatwas contra las mujeres apostátas. O contra hombres, como ha sido el caso de Fernando Savater.
Hablamos de cultura de la cancelación, del acoso, de la censura, de la autocensura, del doble rasero, del miedo.
Hablamos de este ambiente sórdido y enrarecido en el que las personas se abstienen de expresar sus puntos de vista y opiniones por temor a ser canceladas.
Hablamos de la antítesis de los principios de diversidad intelectual y de pluralidad que se supone que defiende la izquierda y que sostienen al Estado de Derecho.
Hablamos de la falsa izquierda, destructora del discurso abierto y honesto, enemiga de la libre expresión y el intercambio de ideas.
Qué proponemos
Para promover una sociedad verdaderamente inclusiva y tolerante, debemos abrazar la diversidad intelectual.
Para promover una sociedad verdaderamente inclusiva y tolerante, es fundamental fomentar el diálogo abierto, respetar las diversas perspectivas y participar en un debate constructivo, en lugar de recurrir a la cancelación y la vergüenza.
Para promover una sociedad verdaderamente inclusiva y tolerante, hemos de construir una cultura de respeto mutuo y aprendizaje, donde todos se sientan capacitados para expresarse sin temor a represalias.
Para promover una sociedad verdaderamente inclusiva y tolerante, necesitamos más valientes como Fernando Savater.
Pero antes tenemos que librarnos de esta izquierda de mentira, de esa red clientelar que ha traicionado a los ideales de la izquierda y de la socialdemocracia. De esa máquina de destrucción que ha dejado de ser la izquierda caniche para convertirse en la izquierda rottweiler.
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Nota personal a mis lectores
Por último, queridos lectores y lectoras.
A día de hoy no tengo ningún ingreso fijo excepto el blog. Y vivo de hacer coaching a mujeres y de impartir cursos. Gracias a Dios estudié psicología. Es lo que me permitió sobrevivir a la muerte civil. Lo que me permitió no morirme de hambre.
El problema es que el blog exige tres horas diarias mínimo, y el coaching y los cursos exigen mucho más de nueve horas diarias. Con lo cual el último mes ha sido absolutamente desastroso para mí. No podía siquiera sacar a las perras, la casa estaba hecha un desastre…
Y he notado que estoy enfermando otra vez.
Mi enfermedad se manifiesta en esofagitis, dolores articulares, asma, dermatitis atópica… Empeora notablemente con el estrés. Por eso, cuando comenzó la campaña contra mí, mis síntomas se agudizaron.
Los médicos al principio no sabían definir exactamente lo que pasaba, yo iba de especializa en especialista como si jugara al juego de la oca. Siempre en sanidad pública, cosa que creo que no podrían decir en alto muchos de los representantes de la neo izquierda brilli brilli que defienden en redes la Seguridad Social, pero por si acaso se van a la privada cuando están enfermos.
Es posible que ya no pueda seguir al ritmo de un artículo diario. Mi salud tiene que estar por encima de mi necesidad de expresarme.
Pero me gustaría saber que se me lee y si de verdad me estás leyendo ¡déjame un comentario! aunque solo diga «yo te leo».
También avisar de que el día veintisiete, sábado, por la mañana, en Madrid Mónica Manrique y yo haremos un taller de escritura expresiva. Más información en [email protected]
