El desabastecimiento de medicamentos alcanza su récord: faltan 1.000 fármacos
Se ha cronificado de tal forma que no ha dejado de aumentar en los últimos años, hasta alcanzar esta cifra
El desabastecimiento de medicamentos alcanza su récord: faltan 1.000 fármacos. | EP
El desabastecimiento de medicamentos se ha cronificado de tal forma que no ha dejado de aumentar en los últimos años, hasta alcanzar una cifra récord. En la actualidad, las farmacias españolas sufren problemas de suministro de 931 fármacos, uno de los datos más altos de los últimos años, según refleja el Centro de Información de Medicamentos (CIMA). El año pasado por estas fechas eran unos 500 los productos con problemas de suministro que publicaba la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
En estos momento, el Efferalgan, empleado para el tratamiento del dolor y la fiebre, es el medicamento con incidencias de suministro más informado, señalan desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. El Daktarin, medicamento antifúngico; el Fixaprost, indicado para pacientes con glaucoma, y el Neobrufen, medicamento antiinflamatorio que se utiliza en diversas afecciones, son otros de los fármacos que también destacan por sus faltas de suministro recogidos en el Cismed (Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos), la herramienta de los farmacéuticos creada para mitigar el impacto de este problema con causas complejas y multifactoriales.
Sin embargo, mientras que para la mayoría de los medicamentos hay alternativas, ya que pueden ser sustituidos por otro fármaco similar atendiendo a la legalidad vigente, preocupa la situación de aquellos que no tienen posibilidad de ser sustituidos ni importados. Es el caso actual de Orudis, para aliviar el dolor y la inflamación, Amchafibrin, útil en el tratamiento de procesos hemorrágicos severos, especialmente tras intervenciones quirúrgicas o dentales, Arteoptic, para tratar el glaucoma o la hipertensión intraocular, y Brimvera, también indicado para la reducción de la presión intraocular (PIO) elevada en pacientes con glaucoma de ángulo abierto o hipertensión ocular.
En estas situaciones, el paciente debe volver a su médico, que debe buscar un nuevo tratamiento, en muchos casos, off-label; es decir, un fármaco por fuera de las indicaciones para el que fue aprobado o su uso en una forma diferente. En algunos casos, también hay posibilidad de recurrir a medicamentos no comercializados en España, con el consiguiente retraso en los tiempos de adquisición, ya que el médico debe contactar con el Servicio de Medicamentos en Situaciones Especiales (MSE), que informará sobre la disponibilidad del medicamento y condiciones de adquisición.
Motivos multifactoriales
Los motivos de la falta de esos 931 medicamentos son multifactoriales, según los expertos consultados. Leopoldo González, vicepresidente de la Federación Empresarial Farmacéuticos Españoles (FEFE), apunta a problemas relacionados con la adquisición de principios activos, «la mayoría provenientes de India y China». Alrededor del 80% de los principios activos de fármacos usados en Europa y Estados Unidos se producen en India y China, conocidos como la despensa farmacéutica del mundo, debido a sus bajos costes y elevada capacidad de producción.
«China está empezando a llegar a la sociedad del bienestar, con lo cual están consumiendo más medicamentos», informa el vicepresidente de FEFE, que agrega que, como consecuencia de la pandemia, la producción se detuvo por el cierre temporal de muchas fábricas, y aún «estamos recuperándonos».
Enrique Granda, director del Observatorio del Medicamento, también señala a la guerra de Ucrania, que no solo ha traído escasez de materias primas, «sino también de materias de provisionamiento, como por ejemplo de aluminio, necesario para los blisters, de cartonaje, de vidrio, etcétera». Además, destaca un factor importante que justifica estos máximos, y es que la industria farmacéutica «se previene de posibles sanciones» anunciando «problemas de suministro interno», algo que antes no era habitual. En 2022, seis farmacéuticas fueron sancionadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) «por infracción muy grave» al considerar probado que cesaron la distribución de ciertos fármacos «impactando negativamente en el sistema sanitario». Las multas fueron desde los 90.000 a los 400.000 euros, según informó THE OBJECTIVE en exclusiva.
Por último, Granda agrega que hay un «problema regulatorio importante», ya que ante la escasez de materias primas el laboratorio no puede cambiar de suministrador «de un día para otro». «Tiene que ser de forma autorizada y esto puede llevar consigo dos o tres meses de retraso», matiza, haciendo hincapié, al igual que Leopoldo González, en que a pesar de estos máximos, «no hay ningún problema de salud pública porque para la mayoría de presentaciones hay otras vías de tratamiento».
Desabastecimiento de Ozempic
La fiebre por adelgazar ha dejado a los diabéticos sin uno de sus medicamentos clave: Ozempic, de la danesa Novo Nordisk. El CIMA recoge desde hace semanas falta de suministro de este fármaco antidiabético. Y es que si en España solamente está indicado para pacientes con diabetes tipo 2, sus propiedades para adelgazar han hecho que se disparen las recetas de este fármaco durante el verano.
Ante esta situación, el pasado 25 de agosto, la Agencia Española del Medicamento ofreció una nueva alternativa a través de un Informe de Posicionamiento Terapéutico: Wegovy. También de Novo, tiene la misma molécula que Ozempic, semaglutida, y está indicado «para el control de peso, incluida la pérdida y el mantenimiento del peso, en adultos», según la ficha técnica del fármaco. No obstante, la Aemps señala que si se retira el tratamiento con Wegovy «se produce una recuperación de peso y, al año, se recupera una gran parte del peso perdido». Por lo tanto, se requiere una administración crónica para mantener las mejoras en el peso.
Otra de las alternativas que ha ofrecido la Agencia Española del Medicamento en su informe ha sido Saxenda y Orlistat, sin embargo, a diferencia de Wegovy, ambos se tienen que administrar de forma diaria, en lugar de semanal, y no tienen la misma eficacia.
