Luis Enjuanes, virólogo experto en covid: «Viviremos una situación parecida en un futuro»

Luis Enjuanes (78 años) está considerado como el máximo exponente del coronavirus en España. Director del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), lleva más de tres décadas estudiando sobre esta familia de virus.

Así, cuando explotó la pandemia del SARS-CoV-2, hace ya cuatro años, junto con el equipo que capitanea, se encerró para desarrollar una vacuna contra la covid que todavía no ha visto la luz, pero por la cual no pierde la esperanza. Sin atreverse ya a poner una fecha para su llegada al mercado, el investigador asegura que sería clave poder contar con vacunas de distinto tipo. La suya se administra vía intranasal, dando lugar a una inmunidad esterilizante.

Luis Enjuanes acaba de ingresar como nuevo académico de número en la Real Academia de Ciencias con la medalla número 57. Horas después de este prestigioso nombramiento, nos atiende para hablar sobre los nuevos virus y pandemias a las que podemos enfrentarnos en los próximos años, así como del estado de su tan esperada vacuna española contra el coronavirus.

PREGUNTA.– Junto con su equipo se encuentra trabajando en desarrollar la vacuna contra la covid del CSIC, ¿tiene sentido desarrollar una vacuna contra el SARS-CoV-2 ahora?

RESPUESTA.– Por supuesto que sí, por dos razones. Una, las vacunas actuales hay que mejorarlas. No es de recibo que uno esté vacunado cinco veces, y que aún así se pueda infectar, amplificar el virus en su cuerpo y transmitirlo a otra persona. Y el segundo motivo es que las tenemos que dar por vía respiratoria. Las vacunas de Moderna y Pfizer, por ejemplo, tienen muy buena eficacia y han protegido a toda la sociedad, pero no son de larga duración. La inmunidad que dan es todavía débil y, aunque estemos inmunizados, nos podemos todavía volver a infectar.

P.- ¿Por qué estas vacunas dan una protección débil? ¿Por qué nos seguimos contagiando a pesar de estar vacunados dos, tres, cuatro y, muchos, hasta cinco veces contra el SARS-CoV-2 ?

R.- Porque la protección que inducen las vacunas actuales ayuda mucho a que la gente no coja una infección con virulencia, a que no haya hospitalizaciones, a que la gente no muera, etc. Tienen unas ventajas muy buenas, pero la inmunidad que se induce no es suficiente, porque estos virus son respiratorios, nos entran preferentemente por la nariz y van por las vías respiratorias al pulmón.

Para inducir una buena inmunidad en las mucosas la vacuna hay que administrarla vía intranasal, porque la inmunidad en las mucosas se induce localmente. O sea, si te administro la vacuna por vía intramuscular, a las vías respiratorias y pulmones llega muy poca de esa inmunidad. Nuestra vacuna se administra intranasalmente, con lo cual inmuniza todo el tracto respiratorio superior y también el inferior, es decir, el fondo de los pulmones, que son los que se infectan y donde se causa la patología. Hay que hacer estos cambios.

«Las vacunas actuales hay que mejorarlas»

P.- ¿Con vuestra vacuna, entonces, no habrá que recibir más dosis de refuerzo?

R.- Con nuestra vacuna, cuando la hacemos en el modo de animal experimental, la inmunidad que inducimos es completa. Es decir, no hay que dar otra vacunación, porque elimina el virus completamente. Pero la inmunidad en mucosas es de corta duración, suele durar uno, dos o tres años como máximo. Cada este tiempo habrá que renovar la vacunación. Esto es lo que sucede, por ejemplo, con el virus de la gripe.

P.- ¿Y cuándo estará lista?

R.- Siempre es difícil decir una fecha. Nosotros, de hecho, ya hemos acumulado un retraso de un año por razones técnicas. Tenemos seguridad de que la vacuna funciona muy bien. Las protecciones son del 100%, da una inmunidad esterilizante. Esto es, cuando tú inmunizas al individuo, si luego le pinchas el virus y lo buscas en el organismo de este animal no lo encuentras porque lo destruye. Y esto no pasa con las vacunas actuales que se están administrando, que aunque te hayas vacunado puedes volver a infectarte, amplicar el virus en tu interior y luego transmitirlo a la gente.

P-. En noviembre de 2023, el Ministerio de Sanidad reconoció a THE OBJECTIVE que en su almacén hay más de 29 millones de dosis de vacunas obsoletas, porque contienen cepas del virus antiguas (Alfa y Beta) que prácticamente han desaparecido y «no sirven» para las dosis de refuerzo en el momento actual. ¿No habría que donar estas vacunas, por ejemplo, a aquellos países más atrasados en la vacunación y no esperar a que caduquen como ha pasado anteriormente?

R.- Lo que habría que hacer es, primero, evaluar los lotes de vacunas a ver la efectividad que tienen, no sea que hayan caducado y no valgan. Y si han perdido un poco de efectividad, que seguro han perdido algo, pues lo puedes compensar duplicando la dosis. Y entonces, sí, lo que parece más razonable es repartirlas entre aquellos países que económicamente son más débiles y administrarlas incrementando la dosis en lo que haga falta para compensar la inactivación que hayan podido tener. Eso es casi moralmente obligatorio.

«Nuestra vacuna se administra vía intranasal, dando lugar a una inmunidad esterilizante»

P.- ¿Hay una evidencia sólida como para hablar del origen de este virus a día de hoy?

R.- Sí, yo creo que en este momento, sí. Aquí hay un un debate, pero la conclusión de todos los científicos que se documentan cuidadosamente con publicaciones de alto nivel, entre ellos, yo me incluyo, es que el virus estaba en los murciélagos, pasó a los mapaches en China y de los mapaches pasó a las personas. Una de las evidencias más fuertes para este hecho es que en el mercado de Huanan, en Wuhan, donde se venden animales vivos para comérselos, se vendieron mapaches que estaban infectados.

De hecho, en los restos orgánicos que dejaron estos animales en las jaulas se encontró un coronavirus que tenía una identidad de secuencia de 99,993% con el virus de las personas. Luego la hipótesis que se ha hecho es que el virus ha sido transmitido a través de los mapaches a las personas, y esto está reforzado por muchísimos datos en laboratorios muy serios.

Ahora bien, hay gente como el expresidente Trump, que se dedica a decir que el virus se ha escapado de unos laboratorios de Wuhan, pero eso lo que tiene son unos intereses geopolíticos, porque el expresidente Trump tiene un interés personal en acusar a China de que estaba haciendo un virus con fines de guerra biológica. Pero no tiene ninguna base seria.

P.- ¿Se ha exagerado este invierno con la epidemia de gripe y el resto de virus respiratorios y también con las medidas?

R.- No, yo creo que de exagerar nada. Cuando tú te pasas tres años utilizando mascarillas, entonces la población se infecta mucho menos porque está protegida por una mascarilla. Pero luego, a la temporada siguiente, está menos protegida, se quita la mascarilla, no tiene una inmunidad reciente del último virus que estaba circulando y entonces es más propensa para poderse infectar. Y efectivamente, este año ha habido un rebrote considerable, pero era de esperar, los epidemiólogos lo habían previsto ya.

«Es moralmente obligatorio donar las vacunas obsoletas»

P.- ¿Cómo valora la reciente imposición de la mascarilla en el contexto actual? 

R.-Pues a mí me parece muy bien. Cuando hay un riesgo lo que hay que hacer es recurrir a todo lo que esté a mano. Y una de las herramientas que tenemos, que es muy valiosa, es que la gente nos pongamos mascarilla, que no pasa nada y se sabe que es una medida profiláctica muy eficaz. Yo lo aplaudo con mucha fuerza. Es una medida excelente.

P.-¿Volveremos a vivir una situación como la del Covid-19 en un futuro cercano con otros virus?

R.- Seguro, porque es lo que ha pasado a lo largo de la historia. Las epidemias y las pandemias se repiten constantemente. Las epidemias son más frecuentes; las pandemias, que afectan a todo el mundo, son menos frecuentes, pero tenemos que estar alerta y tener sistemas para ponerlos en marcha en esos puntos del mundo donde se sabe que se originan muchas de estas infecciones.

Hay un virus, que emergió en el año 2012 en Arabia Saudita. Ese virus lo pasaron los murciélagos a los camellos, y estos lo pasaron al hombre. Es un virus que se transmite muy mal de persona a persona, pero se transmite muy bien de camello a persona. Este virus es responsable de la muerte de de 700 personas aproximadamente y tiene la particularidad de que la mortalidad que causa es del 37,5%. Esto quiere decir una de cada tres personas, y esto es una tasa de mortalidad enorme. Hay que tener precauciones con este virus, porque si aprendiera a moverse de persona a persona estaríamos en una situación muy grave. La Organización Mundial de la Salud lo declaró de los diez virus prioritarios para tener una vacuna en el mundo. Nosotros estamos en ello.

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