Reducir la hipertensión sin medicación es posible: el método japonés que lo permite
En España hay 14 millones de personas que padecen esta dolencia, lo que supone el 42,6% de la población española mayor de 18 años
La tensión arterial es algo que preocupa a muchas personas y, además, la hipertensión es ya un problema de salud a nivel global: afecta a 1.280 millones de adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). España está a la cola de Europa con respecto a los pacientes de esta dolencia, que es también un factor de riesgo muy importante en las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares: hay 14 millones de adultos que la padecen.
Esta cifra supone que el 42,6% de la población española mayor de 18 años es hipertensa, según indica el estudio ‘[email protected]’ de la Fundación Española del Corazón (FEC). Aunque no hay una causa concreta para esta enfermedad, sí que hay algunas formas de mantenerla bajo control: la medicación y una alimentación baja en sodio son algunas de las claves.
Sin embargo, estas podrían no ser las únicas opciones; ahora, unos científicos japoneses aseguran que hay un método completamente natural que ayuda a combatir esta afección: los baños termales. Los investigadores del Hospital Beppu de la Universidad de Kyushu han relacionado que bañarse en aguas termales a más de 40 grados de temperatura, lo que en Japón recibe el nombre de ‘onsen’, con una disminución de la tensión arterial. En concreto, y sobre todo en caso de tomar estos baños por la noche, este tipo de baños absorben los casos más bajos de hipertensión en personas mayores de 65 años.
La historia de este remedio empieza en el antiguo Egipto
La historia de las aguas termales y sus usos se remonta a hace más de 5.000 años, en el antiguo Egipto. Incluso hay referencias a los ‘onsen’ en los libros más antiguos de Japón y en los mitos de la creación, según recuerdan los científicos. Además, la gente ha ha promocionado los beneficios para la salud de sumergirse en este tipo de aguas hasta bien entrada la época moderna.
«Quería averiguar si los baños ‘onsen’ a largo plazo tenían algún efecto preventivo sobre la hipertensión. Investigaciones anteriores han demostrado que la terapia termal tradicional y los baños termales son efectivos contra diversas enfermedades, incluida la hipertensión», explica el profesor de medicina interna en el Hospital Beppu y primer autor del estudio, Satoshi Yamasaki. Además, puntualiza que la presión alta es «la principal causa de visitas al hospital en Japón y del uso de medicamentos a largo plazo».
El estudio ha contado con 11.000 participantes
La investigación ha recopilado información desde 2011 sobre el historial médico, los hábitos de baños termales e incluso qué tipo de ‘onsen’ frecuentan. El total de participantes era 11.000, lo que supone casi un tercio de los residentes de Beppu mayores de 65 años. Algo importante a señalar es que en el país nipón hay más de 27.000 fuentes de salud; 3.085 de ellas, además, son lugares de aguas termales.
En base al conjunto de datos recopilados, el equipo de Yamasaki pudo concluir que 4.001 personas tienen hipertensión, o antecedentes de la enfermedad, en la actualidad. Además, corroboró que tener la presión alta también incrementa las posibilidades del paciente de desarrollar otras patologías: gota, arritmia, una enfermedad renal o diabetes.
«Fue observando los hábitos de ‘onsen’ de un individuo cuando encontramos algo interesante. Luego descubrimos que las personas que se bañaban en aguas termales después de las 19 horas tienen aproximadamente un 15% menos de probabilidades de tener hipertensión», concreta Yamasaki en el estudio publicado en la revista Scientific Reports el 14 de noviembre.
Reducción del estrés y más rapidez al conciliar el sueño
El equipo plantea dos posibles razones principales para estos hallazgos: menos estrés y una más rápida conciliación del sueño. En esta línea, el científico ha recordado que otras investigaciones anteriores han demostrado que un inicio más rápido del sueño puede no solo mejorar la calidad de este, sino también mejorar el control de la hipertensión.
Además, también está demostrado que la terapias termales, al igual que los baños de sauna, liberan tensión y ayudan a relajarse. Esto disminuye los niveles de marcadores de estrés en la sangre, lo que también lleva a una mejor mitigación de la tensión arterial.