Intervienen 22 kilos de picadura de tabaco en Ávila preparada para ser transportada
Muchos estanqueros locales expresan su disconformidad con este tipo de prácticas: «Vienen a quitarnos nuestro trabajo de la forma más rastrera y sin pagar un duro»
Agentes de la Guardia Civil han detectado un total de 22 kilos de picadura de tabaco distribuida en paquetes y preparada para ser transportada a 12 municipios diferentes en Ávila. El producto se encontraba en envases de congelación, al vacío, tal y como ha informado Ávilared.
En el marco de las inspecciones rutinarias realizadas por la Guardia Civil, este descubrimiento ha sido realizado tras investigar diferentes empresas de paquetería de la capital abulense. Asimismo, viene promovido por la normativa vigente contra el comercio ilícito y el contrabando del tabaco.
Severas sospechas por parte de la Benemérita se convirtieron en ciertas: hasta el momento, tras la intervención de más de 20 kilos de picadura de tabaco escondida en bolsas de congelación al vacío, se han emitido ocho actas de denuncia por comisión de infracciones administrativas a la Ley de Represión del Contrabando. Con el producto incautado, ya preparado para su distribución en diferentes localidades de Ávila, se buscaba eludir el pago de impuestos y todos los controles sanitarios que se requieren para la venta lícita de tabaco.
Los estanqueros, los más perjudicados
THE OBJECTIVE ha podido contactar con diferentes trabajadores de este sector en Ávila capital y en diferentes municipios abulenses. Así, todos coinciden en que el comercio ilícito del tabaco, supone una lastra para muchos establecimientos de los que dependen económicamente numerosas familias.
«Es una vergüenza que se dediquen a hacer este tipo de cosas. Los que regentamos un estanco en pequeños municipios sabemos de primera mano lo que cuesta hacer que este negocio te salga rentable, tienes que aprovechar una buena época en la que vengan los que tienen casa de Madrid, después vienen los impuestos…», comenta uno de los afectados.
No obstante, la situación en la capital no es muy diferente a la de algunos pueblos abulenses, que también comentan la competencia con la aparición de nuevos sistemas de tabaco que están triunfando entre los más jóvenes: «Todos tenemos que comer, eso está claro. Pero tengo amigos estanqueros en otras provincias y también les supone un problema otros tipos de tiendas que, con los sistemas de vapeo, también se libran de pagar ciertos impuestos que nosotros sí pagamos en nuestros establecimientos, vendiendo también los mismos productos como novedades todas las semanas».
«Me alegro de que hayan detenido a esta gentuza. Que nos dejen vivir tranquilos y llevar con orgullo nuestro trabajo, que ya suficiente nos cuesta como para que vengan ellos a quitárnoslo de la forma más rastrera y sin pagar un duro», sentencia tajante un estanquero local.