La Guía Michelin retira por primera vez un restaurante de su lista a petición del chef
La Guía Michelin permitirá que el restaurante del chef francés Sébastien Bras sea retirado de su listado, después de que éste pidiera no ser mencionado debido a la «tremenda presión» asociada, según ha anunciado este martes la empresa, que el próximo lunes publicará su edición 2018.
La Guía Michelin permitirá que el restaurante del chef francés Sébastien Bras sea retirado de su lista después de que éste pidiera no ser mencionado debido a la «tremenda presión» asociada a aparecer en este listado, según ha anunciado este martes la empresa, que el próximo lunes publicará su edición 2018.
«Nos parecía complicado incluir en la guía un restaurante que claramente indicó que no quería formar parte de la gran familia de las estrellas de Michelin», ha explicado Claire Dorland-Clauzel, miembro del comité ejecutivo del grupo, que ha señalado que esta es la «primera vez» que ocurre un caso de este tipo. «Él mismo dijo que estaba entrando en una nueva etapa de su vida. Nosotros respetamos una decisión familiar«, ha agregado la representante de la guía con respecto a la decisión de Bras.
A mediados de septiembre, Bras, cuyo restaurante en el pueblo francés de Laguiole forma parte del muy selecto club de los 27 con tres estrellas en Francia, anunció que no quería aparecer en la edición 2018 «en acuerdo con toda su familia». Entonces, la guía respondió que una retirada no podía ser automática, argumentando que Michelin tenía su «independencia» a la hora de atribuir sus distinciones. Sacar a Le Suquet de la lista «es una decisión que no fue fácil, tomamos un tiempo para reflexionar», ha reconocido Claire Dorland-Clauzel, que no cree que haya otros chefs que quieran seguir los mismos pasos que Bras. «Muchos chefs se expresaron para decir que ser incluidos en la lista es un reconocimiento, un honor, un impulso enorme para el establecimiento, para la notoriedad, para su volumen de negocios», ha afirmado.
El chef, que prometió que el cliente no notará la diferencia, dijo que para él salir de la lista implica libertad. «Me sentiré libre, sin preguntarme si mis creaciones gustan o no a los inspectores de Michelin», ha asegurado. Bras ha explicado que las visitas de los inspectores son una fuente de estrés. «Somos inspeccionados entre dos y tres veces al año. No sabemos cuándo. Cada plato que sale es susceptible de ser inspeccionado. Es decir, cada día, uno de nuestros 500 platos puede ser juzgado», ha argumentado el chef.
Antes que Bras, varios chefs franceses renunciaron a sus tres estrellas, como Alain Senderens, que en 2005 anunció que ya no podía más con la agonía de la perfección y que quería cambiar «la lubina por la sardina» en el majestuoso Lucas Carton de París, y Joël Robuchon, que en 1996, en plena gloria, cerró las puertas de su establecimiento invocando sobre todo el estrés. Ahora es no obstante el chef con más estrellas del mundo, según AFP.
En España, Ferran Adrià cerró su restaurante tres estrellas El Bulli en 2010, debido al hastío de trabajar 15 horas diarias y a la necesidad de buscar otras fuentes de inspiración.