Brahim justifica el debate: ¿merece ser titular en el Real Madrid?
«El malagueño se ha convertido en la herramienta más efectiva de Ancelotti para destapar los partidos complicados»
Son las 20.45 del domingo. Me encuentro en la tribuna de prensa del estadio Santiago Bernabéu para cubrir el tercer derbi madrileño en menos de un mes. Mientras observo el calentamiento noto gestos extraños en la estrella merengue Vinicius. Se lleva la mano, primero al cuello, y después al hombro con ostensibles muecas de dolor. Rápidamente el staff médico salta al terreno de juego para interesarse por él. El brasileño va explicando su dolencia a los fisios según encara el túnel de vestuarios. La grada se percata de inmediato y comienza el característico murmullo de Chamartín.
Transcurridos unos pocos minutos, el equipo se mete a vestuarios y sobre el césped sólo calienta Joselu con alta intensidad. La megafonía confirma que el gallego será el sustituto, pero después de unos instantes de confusión el puesto en el 11 inicial lo acaba ocupando Brahim Díaz. Todavía no lo sabíamos, pero esta consecución de atropellados acontecimientos nos iba arrojar la mayor de las certezas: Brahim merece más protagonismo en el Real Madrid.
El ‘abrelatas’ del Madrid
Y es que el malagueño se ha convertido en la herramienta más efectiva de Ancelotti para destapar los partidos que se ponen complicados. Cuatro de los siete goles que acumula a estas alturas de temporada han supuesto el primer tanto en subir al marcador. Golpeó primero contra Las Palmas, Granada y Atlético de Madrid en La Liga y ante el Sporting de Braga en la Champions. Además, ha marcado en todas las competiciones que ha disputado su equipo ya que también ‘vacunó’ a los de Simeone en la Supercopa de Arabia y a la Arandina en la Copa del Rey.
Y eso que al principio le costó entrar en los planes de Carletto. El técnico italiano no le concedió su primera titularidad en el campeonato local hasta la 7ª jornada frente a Las Palmas y en la Copa de Europa tuvo su primera oportunidad de inicio el 8 de noviembre contra los portugueses del Braga. En ambas ocasiones respondió como mejor sabe: perforando la portería rival.
Esta efectividad y su trabajo diario en Valdebebas, en silencio y sin apretar a través de los medios de comunicación, le han hecho ganarse el respeto del vestuario y del entrenador. Los compañeros con los que he podido hablar de él lo califican de «fenómeno». De Ancelotti me cuentan que «está encantando con su rendimiento» y prueba de ello es el aumento sustancial de minutos que ha ido ganado paulatinamente.
Ahora la cuestión es discernir si en estos momentos Brahim está para ser titular. Analizando el errático momento que atraviesa Rodrygo y el rendimiento y predicamento de Díaz entre los aficionados no es una discusión ni mucho menos descabellada. El domingo al ser sustituido contra el Atleti fui testigo de cómo los 80.000 espectadores que abarrotaban el Bernabéu lo despidieron el pie y coreando su nombre. Muchos de ellos no comprendieron el cambio. Le toca gestionar el asunto a Carletto. ¿’El Rayo’ o ‘el abrelatas’ de inicio? Bendito ‘problema’.
Las cervicales de Vinicius
No está teniendo suerte Vini con las lesiones, cada vez que el canarinho alcanza velocidad de crucero y se pone a punto es azotado por un nuevo infortunio. La del domingo es la tercera que sufre durante la campaña 23-24 después de cinco años sin casi visitas a la enfermería. Esto le ha hecho perderse un total de 12 encuentros entre todas las competiciones. Ocho en La Liga, tres en la Champions League y uno más en la Copa del Rey. Las dos primeras fueron de carácter muscular con dolencia o rotura en el bíceps femoral y consecuencia de su explosivo tipo de juego. Esta última según nos cuentan desde el Real Madrid se trata de «una contractura cervical» que, en principio no debería suponer problema alguno para afrontar, el próximo sábado en Concha Espina, el partido que puede decantar el campeonato: Real Madrid vs Girona.
Mientras, en lo que salimos de dudas con el estado físico de Vinicius, y Rodrygo se reencuentra con su mejor versión, el debate está más que justificado: ¿merece Brahim ser titular en este Real Madrid? Yo tiro de meritocracia y digo que sí.