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Iberdrola confía en alcanzar un beneficio récord de 3.800 millones pese a los vaivenes de 2021

La eléctrica ya lo consiguió en 2020 tras un impacto por la crisis de la covid-19 de 238 millones

Iberdrola confía en alcanzar un beneficio récord de 3.800 millones pese a los vaivenes de 2021

El presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, durante la inauguración de la nueva iluminación de la Catedral de Santiago de Compostela. | César Arxina (Europa Press).

Iberdrola mantiene su previsión de alcanzar un beneficio neto de entre 3.700 y 3.800 millones de euros para el ejercicio 2021, lo que supondrá una cifra récord tras incrementarse un 5,2% frente al ejercicio precedente, en un año marcado por la incertidumbre regulatoria y la implicación de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, en el caso Villarejo.

Fuentes de la compañía aseguran a THE OBJECTIVE que la eléctrica se mantiene firme pese a los vaivenes que ha sufrido en 2021. Hay que recordar que la empresa ya consiguió salvar el 2020 con unas ganancias netas de 3.610 millones de euros, tras un impacto por la crisis de la covid-19 de 238 millones.

Iberdrola, al igual que el resto del sector, se enfrentó el año pasado a una mayor incertidumbre regulatoria a golpe de real decreto y llegó incluso a cuestionar su inversiones en España si el Gobierno no daba marcha atrás en el recorte de beneficios a las eléctricas por la generación nuclear e hidroeléctrica.

La energética con sede en Bilbao recogió un impacto negativo a nivel Ebitda de 114 millones de euros hasta septiembre por dicha medida. No obstante, tras la rectificación del Ejecutivo, la compañía reformulará previsiblemente sus cuentas correspondientes al tercer trimestre. En ellas también registra un efecto positivo de 417 millones de euros el canon hidráulico del PP.

En concreto, contabiliza esta cantidad como «reversión de tributos en España, correspondiente a los ejercicios de 2013 a 2016», en base a la sentencia del Supremo. El Gobierno tiene que devolver a las eléctricas 1.908 millones de euros tras la sentencia del Tribunal Supremo que anula la retroactividad del canon hidráulico que el Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy impuso a este tipo de empresas en 2015 por el uso o aprovechamiento de las continentales para la producción de electricidad.

Cabe señalar que la empresa recortó el beneficio un 10,2% entre enero y septiembre del curso pasado en comparación con el mismo periodo de 2020, afectada, en su opinión, por los altos precios de la energía. También registró menores extraordinarios.

Sánchez Galán y el ‘caso Villarejo’

Ahora el mayor problema para la empresa no es la volatilidad del mercado energético, sino las supuestas irregularidades cometidas por Sánchez Galán, acusado de delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil, y otros exdirectivos de la empresa.

El presidente de Ibedrola negó ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón cualquier tipo de implicación en los 15 encargos efectuados por la eléctrica entre 2004 y 2012 al comisario jubilado José Manuel Villarejo. Además, aseguró que no solo no ordenó espiar a rivales empresariales como Florentino Pérez o Manuel Pizarro, sino que ha denunciado haber sido víctima de espionaje.

La propia compañía ha asegurado que el «único objetivo» de las acusaciones que pesan sobre Sánchez Galán es «hacerse con la multinacional dado su enorme valor internacional». Ahora, Iberdrola se encomienda a la desimputación del presidente de Repsol, Antonio Brufau, y al expresidente de CaixaBank y exvicepresidente de la petrolera, Isidro Fainé, tras negar sus representantes jurídicos en un interrogatorio cualquier participación de ambos —así como de las dos empresas— en la contratación de los servicios de Cenyt, el grupo empresarial del excomisario.

Esta pieza separada 17, relativa a Iberdrola, es una de las más de 30 que componen la macrocausa Tándem, donde se indaga en los muchos y variados negocios de Villarejo, que ya se ha sentado en el banquillo a causa de tres trabajos —Iron, Land y Pintor— y por los que se enfrenta a más de 100 años de cárcel.

Apuesta por la eólica marina

Iberdrola considera también que la compra de PNM Resources en EEUU se ha visto frustrada por el «devenir de las presentes diligencias previas». En su opinión, la decisión de los comisionados del regulador de Nuevo México estuvo «fuertemente influida por la existencia de la actual investigación penal». No obstante, no da por perdida la operación y ha extendido el contrato de fusión, suscrito a través de Avangrid —su filial estadounidense—, hasta el 20 de abril de 2023.

Posteriormente, se adjudicó en EEUU el suministro de la energía de Commonwealth Wind, un parque eólico marino que cuenta con una inversión de más de 4.000 millones de dólares (3.350 millones de euros), y cerró un acuerdo para hacerse con el control de la cartera de más 2.000 megavatios (MW) de capacidad eólica marina que compartía con Copenhagen Infrastructure Partners (CIP).

La semana pasada dio otro golpe sobre la mesa tras proclamarse vencedora de la ‘megasubasta’ de eólica marina en Escocia con 7.000 MW y cuyo desarrollo supondrá una inversión total de 22.500 millones de euros, según las estimaciones de la compañía. Iberdrola también ha desembarcado en el sector eólico marino de Filipinas a través de una opción para participar en cinco proyectos de tecnología offshore de la empresa Triconti ECC Renewables con una capacidad conjunta de hasta 3,5 gigavatios (GW).

‘Megaplan’ inversor

El grupo lanzó en 2020 un plan inversor histórico a 2025 de 75.000 millones, que amplió hasta los 150.000 millones de euros hasta 2030. Además, estima que en los próximos años experimentará un aumento de su base de clientes. En 2020, Iberdrola contó 43,8 millones de contratos, que prevé elevar a 48,5 millones en sus cuentas de 2021 —que presentará el próximo 23 de febrero—.

De esta manera, bajo su estrategia los próximos tres años y la evolución de los negocios a 2030, la multinacional pretender lograr un beneficio neto cercano a los 5.000 millones de euros para 2025 y de alrededor de 7.000 millones para 2030.

Asimismo, crece la retribución al accionista. Iberdrola abonará el 1 de febrero un dividendo de 0,17 euros por acción a cuenta de los resultados de 2o21, lo que supone un 1,2% más frente al que pagó el año anterior, y que se completará con el pago complementario de julio. Para 2025 prevé elevarlo a 0,56 euros y para 2030, a 0,75 euros.

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