Vodafone despeja el camino para intentar cerrar la venta de su red fija en España
La operadora tiene 10,5 millones de accesos fijos de alta velocidad en España, 7,5 millones de HFC y otros tres millones de fibra óptica
Vodafone comienza a despejar su futuro más inmediato. La operadora cerró esta semana la venta de la mitad de su sociedad de torres de telecomunicaciones, Vantage Towers, a Global Infrastructure Partners (GIP) y KKR, en una cesión valorada en unos 7.100 millones de euros. Un movimiento que allana el camino para intentar cerrar la venta de sus infraestructuras fijas en España, operación que se quiere cerrar antes del final del año fiscal de la compañía, el 31 de marzo de 2023.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE apuntan que la operación está bastante avanzada y que Evercore, el asesor contratado a mediados de año para llevar a cabo el proceso, ya ha tenido acercamientos formales con potenciales fondos de inversión. Como ya informó este diario, la idea original de Vodafone era recaudar 4.000 millones por toda la red de banda ancha en España, aunque actualmente están todas las opciones sobre la mesa, incluyendo que la compañía se quede con una parte relevante de estas infraestructuras. Vodafone tiene 10,5 millones de accesos fijos de alta velocidad en España, 7,5 millones de HFC y otros 3 millones de fibra óptica.
En la presentación a analistas tras la publicación de los resultados de su año fiscal 2021-2022, la dirección de Vodafone confirmó que «exploraba cambios estructurales en su red fija» en España con «alternativas pragmáticas que podrían crear o desbloquear valor». Hasta el momento, lo único que parece claro es que realizará una escisión societaria de sus activos fijos en España, lo que dará la flexibilidad necesaria para dar entrada a uno o varios inversores o bien vender toda la red si llega una oferta que encaje en las expectativas.
Valoración de la red
Lo cierto es que la venta de la mitad de Vantage Towers a GIP y KKR ha sido un espaldarazo para la operación en España. Fuentes del sector se niegan a relacionar estos movimientos indicando que van por caminos independientes, aunque lo cierto es que la valoración alcanzada por la empresa de torres (7.100 millones) confirma que el apetito de los grandes fondos por infraestructuras de telecomunicaciones sigue intacto.
Esto supone que Vodafone mantenga sus intenciones de valorar sus redes fijas en España por encima de los 4.000 millones, una cifra que parecía exagerada al comenzar el curso tras la fuerte subida de los tipos de interés y el aparente cierre del grifo del crédito a las operaciones corporativas. La compañía quiere aprovechar este clima favorable para garantizarse un buen precio de venta antes de que los inversores den un paso atrás si es que empeora la situación económica mundial.
Por otro lado, la venta de las torres de Vantage libera presión para cerrar operaciones corporativas. Este diario también advirtió de los movimientos de los fondos accionistas de la operadora para que el grupo generara valor en sus activos y monetizara sus infraestructuras. Iliad, Vanguard, Blackrock o Norges Bank piden a la gestión que sea proactiva en la búsqueda de soluciones a la crisis del sector y por ello era capital cerrar la venta de sus torres de telecomunicaciones.
Operaciones de Vodafone
Ahora la compañía podrá intentar cerrar la venta en España en los plazos y los tiempos que decida el equipo gestor. Recordemos que en las últimas semanas la operadora se ha visto involucrada en una intensa actividad corporativa que se ha completado esta semana con la venta de Vantage Towers. En agosto cerró la venta de su filial en Hungría por 1.759 millones de euros a la tecnológica 4iG y a Corvinus, propiedad del Estado húngaro.
A finales de septiembre también se formalizó la compra de Nowo Communications, la filial de MásMóvil en Portugal, por unos 150 millones de euros. «La adquisición de Nowo permite a Vodafone reforzar su posición competitiva en el mercado, y amplía su cobertura, de cara a captar futuros clientes», dijo Vodafone, que espera cerrar la compra en el primer semestre de 2023. Nowo tiene 250.000 clientes de telefonía móvil y otros 140.000 de banda ancha fija con una red que se despliega en un millón de hogares.
Por otro lado, a mediados de octubre anunció la creación de una joint venture con Altice para desplegar más de siete millones de hogares con fibra óptica en Alemania en los próximos seis años. Una transacción mediante la cual Vodafone espera recibir 1.200 millones de euros, aunque más de la mitad está supeditado a la evolución de la nueva Fiberco en los próximos años.
Fusión Orange-MásMóvil
La otra gran operación que queda pendiente es la integración de sus negocios con Hutchinson y marca Three UK en Reino Unido, aunque en este caso solo se están cerrando flecos. Vodafone confirmó en octubre que estaba «en conversaciones con CK Hutchison Holdings en relación con una posible combinación de Vodafone UK y Three UK». «La transacción prevista implicaría que ambas empresas combinen sus negocios en el Reino Unido, con Vodafone como propietario del 51% y Hutchison como propietario del 49% del negocio», indicaron.
Todos estos movimientos se han producido después de que Vodafone rechazó la oferta de compra de 11.250 millones de euros por su filial en Italia lanzada por Iliad y luego de que, a comienzo de este año, fracasaran sus negociaciones con MásMóvil y Orange para combinar sus negocios en España.
Esto supuso una decepción por partida doble ya que Orange y MásMóvil integraron sus operaciones dejando a la compañía británica muy relegada en el mercado español. Precisamente esta fusión fue uno de los motivos que forzó a Vodafone a reinventarse en nuestro país y buscar fórmulas para monetizar sus activos fijos.