La mutua catalana MGC Seguros absorbe la centenaria Caja de Socorros de la Policía
La operación es un paso más en la ola de fusiones en el sector ante el aumento de la regulación y la pérdida de rentabilidad por el alza de los siniestros
La catalana MGC Seguros va a absorber Caja de Socorros, una mutua que ofrece servicios y productos a los miembros de la Policía. La operación es una más dentro del proceso de concentración que está protagonizando en los últimos meses el segmento de firmas sin ánimo de lucro que venden pólizas a diferentes colectivos para poder sobrevivir en un contexto cada vez más complejo, con el fin de evitar muchas de ellas su disolución.
MGC ha aprovechado la situación por la que atraviesa la entidad vinculada al colectivos de policías para expandirse fuera de Cataluña, mejorar su situación patrimonial y diversificar su fuente de ingresos y clientes. De acuerdo con el proceso de fusión al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la transacción está prevista que se apruebe el próximo 30 de junio por las asambleas de ambas mutuas.
MGC, según describe en su página de internet, es una compañía aseguradora especializada en el ramo de asistencia sanitaria. Por su parte, Caja de Socorros, con más de cien años de existencia, ofrece sobre todo seguros de vida a los miembros de la Policía. Esta institución no es la única que está vinculada a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, ya que este colectivo dispone también de Mupol y del Muface -esta última para todos los funcionarios y trabajadores públicos-.
Transformación de la Caja de Socorros
En su sitio web Caja de Socorros deja claro que pueden ser mutualistas de la misma los aquellos que sean funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, los alumnos de la escuela de Policía en prácticas y los empleados con relación administrativa o laboral indefinida con la Dirección General de la Policía.
Aunque origen de Caja de Socorros perseguía ayudar a través de la contratación de un seguros a los familiares de sus socios, con el paso del tiempo la firma ha ido adaptando su naturaleza y extendiendo su variedad de fines y productos, con pólizas de automóviles y de hogar, entre otros.
El proyecto de integración explica que con la absorción MGC, que cuenta con cerca de 75.000 clientes, podrá tener presencia en la Comunidad de Madrid, principal área de negocio de Caja de Socorros. Además, indica que mejorará su eficiencia operativa y complementará los servicios que ofrece. La mutua catalana, con la absorción, prosigue con su plan de crecimiento para aumentar músculo. Ya en 2021 se hizo con una de sus competidoras en Cataluña, la barcelonesa Mutua Igualdina.
Muchas mutuas llevan tiempo arrastrando pérdidas como consecuencia de la elevada competencia del sector y su pequeño tamaño. Una situación que, unido a las exigencias regulatorias y a la crisis de la pandemia y, posteriormente, el aumento de los siniestros y la inflación, está provocando una oleada de integraciones.
Una ola que el supervisor, la Dirección General de Seguros, lleva reclamando ante la multitud de compañías que conforman el sector. Hay más de 200 aseguradoras, la mayor parte de las cuales son mutuas con un limitado volumen de activos y primas.
MMT se hace con Previmutua y otras operaciones
En este entorno se circunscribe otras de las últimas integraciones puestas en marcha, la de MMT y Previmutua. La primera absorberá la segunda, que da soporte a los viajantes y representantes de comercio de España. El proyecto, que fue aprobado en abril, viene justificado porque para Previmutua «una integración era la única alternativa a la disolución voluntaria, debido al envejecimiento de su cartera de mutualistas, a la práctica desaparición de la profesión de viajante de comercio, y la dificultad, sin una inversión difícil de acometer y sin desnaturalizar su carácter sectorial, de incorporar nuevos mutualistas».
«Es cierto que Previmutua presenta un ratio de cobertura del capital mínimo obligatorio superior al 1, por lo que no tiene en la actualidad problemas de solvencia, pero también debe tenerse en cuenta que en la legislación aseguradora referente a solvencia es muy exigente, lo que irá conduciendo, de manera cada vez más acusada, a la necesidad de mantener unos gastos de administración desproporcionados en relación a su volumen de ingresos».
Estos mismos motivos, unido a las dificultades que atraviesa el sector por el aumento de los siniestros y de los gastos en reparaciones por la elevada inflación, han llevado en el último año y medio a la Mutualidad de Autores Editores a integrarse en la Unión de Conductores de Automóviles, que a su vez también ha absorbido al Centro de Protección de Chóferes de la Rioja; y a Mutua Aragonesa El Volante a fusionarse con Unión Española de Automóviles.
El sector asegurador no está pasando por su mejor momento, como demuestran los números de siniestros y rentabilidad, que han llevado a Línea Directa, por ejemplo, a pérdidas. O a otros grandes jugadores, Liberty, a ponerse en venta en nuestro país. Y todas ellas, mutuas o sociedades anónimas, están elevando las tarifas para poder asumir el aumento de los costes, tal y como avanzó Mapfre hace unos meses.