ING busca un socio para comercializar seguros de salud a partir del próximo año
La entidad naranja ha iniciado ya los contactos con aseguradoras para vender estos productos tras poner en marcha su alianza con Admiral en coches y motos
ING ha puesto en marcha la búsqueda de un socio para comercializar seguros de salud en España, segmento de actividad que está creciendo con fuerza desde la pandemia y cuyas perspectivas son muy positivas. La entidad naranja, según ha podido saber THE OBJECTIVE en fuentes conocedoras del proyecto, ha iniciado ya los contactos con diversos proveedores y aseguradoras para comenzar la venta a partir del próximo año.
Por ahora, las conversaciones se encuentran en una fase inicial y de estudio de las diferentes alternativas con el fin de analizar con todo detalle las posibilidades para sellar un acuerdo. Con ello, ING pretende ampliar la base de productos y servicios que ofrece a sus clientes en nuestro país tras empezar a colocar pólizas de coches y motos junto con Admiral hace apenas unas semanas.
En la actualidad, los seguros de salud gozan de un momento dulce y están liderados por distintas compañías. Destacan las posiciones de SegurCaixaAdeslas, propiedad de Mutua Madrileña y Caixabank que controla el 27% del mercado; de Sanitas, con una cuota del 15%; y de Asisa, con un 12%. Pero otras firmas como Mapfre, DKV, Axa, IMQ o Generali, también tienen un peso relevante en dicho nido, que llega a superar en algún caso el 7%.
ING pretende entrar en un negocio en auge
La idea de ING es conocer los diferentes alternativas para encontrar al socio que se ajuste a sus necesidades para adentrarse en un negocio que en 2022 creció un 7%, siendo clave para la industria aseguradora. Las pólizas de salud aportaron al sector algo más de 10.500 millones en ingresos por primas. Para los bancos su colocación supone también una vía para elevar la facturación por comisiones e incrementa la vinculación de los clientes.
Las expectativas, según las aseguradoras, son buenas sobre este ramo, que será fundamental en los próximos meses para que la industria en general salve el bache que están sufriendo los seguros de automóviles, debido al aumento de los costes de las reparaciones como consecuencia de la inflación y el crecimiento de los siniestros tras la vuelta a la normalidad total después de la Covid-19.
Hasta el pasado mes de mayo, ING había explotado poco la opción de las pólizas para mejorar sus números. Tan solo ofrecía a sus clientes seguros de hogar y de vida, a través de su alianza con Nationale-Nederlanden, dos productos muy ligados al mundo de las hipotecas, uno de los motores del banco naranja.
Pero desde principios de este mes, en virtud al pacto que selló hace algún tiempo con Admiral, ING comercializa primas de coches y motos con coberturas personalizadas y, según su compromiso, a precios razonables. Debido a la inflación y los siniestros, el sector de pólizas de automóviles ha anticipado una subida generalizada de las tarifas, para devolver la rentabilidad al negocio.
ING, una vez alcance el acuerdo con un socio y perfile la oferta, comenzará la distribución de los seguros de salud para sus poco más de 4 millones de clientes. La entidad, pese a su baja implantación de red física, es el sexto banco por volumen de usuarios en España, solo superado por Caixabank, Santander, BBVA, Sabadell y Unicaja. Del total, 3 millones de ellos disponen de la cuenta nómina, por lo que son vinculados y por, tanto, son activos en sus operaciones y movimientos.
La apuesta de ING por el negocio de seguros de salud forma parte del plan para crecer en clientes y aumentar la rentabilidad. Sus directivos destacan que la marcha de dicho proyecto está funcionando de manera clara, ya que en estos momentos la captación de usuarios está siendo de récord. El grupo naranja, que opera como sucursal en nuestro país y da servicio a Portugal, ganó el año pasado 208 millones de euros, lo que supuso un 14% más que el anterior.
Las previsiones indican que en 2023 el importe será mayor, ya que ING, como el resto de bancos, está viendo impulsada su facturación por la escalada histórica del euríbor ante el alza de los tipos de interés por parte del BCE para controlar la inflación. Un subida que empieza a frenarse, aunque el organismo monetario se prepara para al menos dos nuevos aumentos. El mercado espera que el precio oficial del dinero alcance el 4,25% o el 4,5% en su pico más alto, frente al 3,75% actual.