Telefónica traslada al Gobierno su interés en que Saudi Telecom llegue hasta el 9,9%
Considera que estamos ante una inversión financiera que da un espaldarazo a la gestión económica del último lustro
Telefónica ha trasladado al Gobierno que la entrada de Saudi Telecom (STC) en su accionariado es una buena operación para la compañía y que, por tanto, tienen interés en que se complete su entrada con hasta el 9,9% del capital. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que en las últimas semanas se han producido contactos informales a instancias del propio Ejecutivo, que busca tomar el pulso a una operación que podría marcar la hoja de ruta y el futuro de la entrada de inversión extranjera al país.
Como ya ha explicado este diario, STC debe presentar una solicitud al Ministerio de Defensa y al Gobierno para que apruebe su entrada en el capital de Telefónica con la totalidad de las acciones que ha adquirido mediante derivados. En estos momentos tienen el 4,9% y el 5% restante deberá ser autorizado por Moncloa por tratarse de una compañía con contratos relacionados con la seguridad nacional.
Una excepción que instauró la nueva ley de inversión extranjera aprobada en julio y que hasta entonces solo obligaba a que presentaran esta petición compañías extranjeras que superasen el 10% del capital de una empresa estratégica española. Respecto a Telefónica, Saudi Telecom no ha presentado todavía la solicitud -sigue cerrando flecos con el Ejecutivo- pero esperan hacerlo en las próximas semanas, según han confirmado.
Inversión financiera
De esta manera, la última palabra de la entrada de STC en Telefónica la vuelve a tener el Gobierno y el Consejo de Ministros, tras analizar el informe previo del Ministerio de Defensa y de la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones (Ministerio de Industria). En STC están completamente convencidos de su inversión en la operadora, lo que les convertiría en su primer accionista, aunque se especula con que podrían replantearse su entrada si no consiguen tener el paquete completo (el 9,9%), por un eventual veto del Gobierno. De ahí la importancia de la respuesta de Moncloa.
Este diario también ha informado de que el Ejecutivo es proclive a autorizar la operación, para no enviar una señal negativa a los inversores extranjeros y demostrar que España es un país abierto a la entrada de empresas industriales, pero también es cierto que se plantean algunas limitaciones para asegurarse de que STC no interfiera en la gestión de Telefónica y de que circunscribe su inversión a un ámbito exclusivamente financiero.
Por otro lado, casi desde el comienzo del proceso THE OBJECTIVE ha informado de que el equipo gestor de Telefónica ha asumido la entrada de STC en su accionariado y la ven como un movimiento que puede desbloquear el potencial de su acción y que pone en valor la marcha financiera de la compañía en momentos de incertidumbre mundial y con el sector de las telecomunicaciones pasando por uno de sus peores momentos de la historia.
Apoyo de La Caixa
Sin embargo, hasta la fecha no se había conocido de manera directa que Telefónica bendice la operación, como así se lo han transmitido al Gobierno. Las fuentes consultadas por este diario indican que los mensajes trasladados a miembros del Ejecutivo apuntan a que la entrada de STC es una buena noticia para el sector y para la compañía y que sería un perjuicio para la confianza de los inversores que se vete la entrada hasta el 9,9%.
En Telefónica son conscientes de que todo está en manos de STC y del Gobierno y de que el equipo gestor debe seguir trabajando para sacar adelante el plan estratégico que se presentará el 8 de noviembre ante los inversores. Pero también creen que transmitir su opinión sobre sus beneficios al Gobierno puede ayudar a clarificar la incertidumbre que se cierne sobre esta operación.
Una opinión favorable que comparte La Caixa. Esta semana el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, indicó que «atraer inversores a empresas españolas siempre debe ser una buena noticia«. «Interpretar que entra capital en España de fuera, en un país que, seamos realistas, necesitamos de la inversión exterior, es muy importante para nosotros, tenemos que verlo con buenos ojos», agregó en relación a la arremetida de STC.
Accionistas de Telefónica
Este diario ya había advertido que Caixa y BBVA (los dos accionistas históricos de Telefónica) estaban molestos por la arremetida de la operadora Saudí por las formas en que se produjo su entrada (sin avisar a nadie) y por las dudas que sembraba su influencia en la futura composición del consejo de administración y en la gobernanza. «En una entidad tan importante como Telefónica para España no es siempre la mejor manera de entrar», dijo Gortázar este pasado lunes.
Respecto de la gobernanza, en Telefónica tienen claro -algo menos en La Caixa y BBVA- que STC podría aspirar a un máximo de un sillón en el consejo y que su intención no es influir en la gestión, que no cambiarán los planes de la compañía y que no quieren subir más allá del 9,9% que ya han comprado. En definitiva, que es una inversión estrictamente financiera. Así se lo ha transmitido la dirección de Saudi Telecom a Pallete en las dos reuniones que han sostenido hasta la fecha y que viene a confirmar lo que ellos mismo señalaron en su comunicado oficial anunciando la entrada en la española.
Injerencias de Arabia Saudí
Este compromiso también es clave para el Gobierno. En la medida en que STC gestione su inversión en Telefónica sólo como un activo financiero se alejan los temores de una posible interferencia en asuntos de seguridad nacional o de ciberseguridad que gestiona la operadora española para el Ministerio de Defensa.
Desde muchos sectores (incluyendo a Sumar, los socios del PSOE en el Gobierno) se ha criticado la irrupción de una empresa participada mayoritariamente por el Estado saudí (ajeno a la OTAN) justo en momentos de incertidumbre geopolítica y con la Unión Europea pidiendo mantener las infraestructuras digitales en manos de países comunitarios. Por ello, para el Ejecutivo es vital limitar estas eventuales injerencias limitando solo al terreno bursátil la llegada de Saudi Telecom, la verdadera piedra de tope para allanar su entrada en Telefónica.