Los permisos de trabajo a extranjeros se disparan durante el primer semestre de 2023
El 40% de las autorizaciones ya son para marroquíes, colombianos y hondureños. Los arraigos laborales baten récord
La estadística del ministerio que capitanea Yolanda Díaz muestra que más de cuatro de cada diez de estas autorizaciones fueron por arraigo laboral. | Europa Press
Los permisos de trabajo a extranjeros, vinculados a las necesidades del mercado laboral, han alcanzado en el primer semestre de año una cifra récord. Solo hasta a junio se concedieron 110.639 autorizaciones, prácticamente las mismas que se otorgaron durante 2015, 2016, 2017 y 2018. Son además 20.600 más que en el mismo periodo de 2022. Los requisitos, que se suavizaron, el pasado año son una de las principales causas.
Según los datos a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, hay que remontarse al año 2012 para encontrar un semestre con una cifra superior. La estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social muestra también que más de cuatro de cada diez de estas autorizaciones fueron por arraigo laboral.
El arraigo laboral es un permiso de residencia por circunstancias excepcionales. Esta autorización permite trabajar a los extranjeros que acrediten la permanencia continuada en España durante al menos dos años antes de la solicitud. El peticionario debe carecer de antecedentes penales en los últimos cinco años. Además, debe demostrar la existencia de relaciones laborales, con contrato o no, cuya duración sea superior a seis meses.
Permisos de trabajo y pensiones
El año 2022 ya había sido relevante en cuanto permisos laborales, pero el ritmo que se está desarrollando 2023 adelanta la mayor cifra en la década. La entrada regulada de inmigración será clave para salvar las pensiones del baby boom.
Con una población española envejecida, será necesario un flujo neto de inmigrantes -entradas menos salidas- de 330.000 desde ahora hasta 2050, frente a los apenas 205.000 que llegaron de media cada año a España entre 1990 y 2019. Las estimaciones forman parte de un reciente estudio realizado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
La proyección de entradas de inmigrantes realizada por este organismo independiente supera considerablemente la planteada por Eurostat. La clave de la diferencia está en que la AIReF prevé que los nuevos inmigrantes tengan edades elevadas, hasta 3,2 años más que los que contempla el organismo estadístico europeo, que espera bastantes más niños y menos personas mayores de 50 entre ellos.
Marroquíes, colombianos y hondureños
Son los ciudadanos marroquíes -18.604-, colombianos -15.676- y hondureños -10.781- los que más autorizaciones han conseguido. En total, 45.000 que representan el 40% del total. Curiosamente, los ecuatorianos, una de las nacionalidades que en mayor proporción optó en el pasado por España, prácticamente desaparece de la estadística.
Mientras, el sector servicios acapara seis de cada diez de las autorizaciones y son Cataluña y Madrid las comunidades que más permisos han concedido en lo que va de año. Las autorizaciones han llegado a 50.000 mujeres y 59.000 y el trabajo doméstico concentra el 30% de los permisos de trabajo.
En junio del pasado año, el Gobierno aprobó la reforma del reglamento de Extranjería, una modificación que tenía como objeto facilitar la incorporación de los extranjeros al mercado de trabajo. «El objetivo es modernizar el modelo migratorio para que se propicie la migración regular y segura en toda circunstancia», aseguraba tras el Consejo de Ministros el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Medidas de la reforma de Extranjería
Entre las medidas que se incluyeron en la reforma estaban la racionalización y actualización de las figuras del arraigo social y laboral y por reagrupación familiar. Además, se creaba una nueva figura de arraigo por formación, para permitir a inmigrantes que lleven dos años en España y quieran formarse en profesiones particularmente deficitarias puedan hacerlo.
La reforma buscaba reforzar la inmigración regular y para ello la normativa incorporaba novedades. Se incorporaba una racionalización de los requisitos exigidos para los trabajadores autónomos procedentes de terceros países. También se contemplaba una mejora de los trámites de contratación en origen. El instrumento era la incorporación automática al Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura.
Además, el Real Decreto también incorporaba mejoras en la gestión administrativa mediante la reducción de cargas y la creación de la Unidad de Tramitación de Expedientes de Extranjería (Utex), para agilizar los trámites, avanzar hacia la ventanilla única y homogenizar la aplicación de la normativa de extranjería en todos los territorios.
