El Gobierno revisará el impuesto a la banca por la caída de tipos y abre otro frente con Sumar
Calviño asegura que el panorama ha cambiado, por lo que se ajustará la tasa como el gravamen a las energéticas
La todavía vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha anunciado este viernes que el Ejecutivo llevará a cabo una revisión del impuesto a la banca, al igual que con el gravamen extraordinario a las compañías energéticas. Este ajuste, según sus palabras, se realizará teniendo en cuenta los cambios en el escenario financiero y de tipos de interés. Unas tasas que están previstas que bajen el próximo año y que, a partir de entonces, impactarán negativamente en los ingresos de las entidades.
Calviño se adelanta así a la presión que iban a ejercer los bancos para que la tasa se modificara, ya que el Gobierno había declarado que iba a cambiar el impuesto a las eléctricas y gasistas. La ministra ha señalado en Antena 3 que «me parece que es el momento de revisar y ver si hay que ajustar algunos los parámetros en el nuevo escenario en el que estamos, en el que ya no hay esa subida tan rápida de los tipos de interés y esa subida tan rápida de los precios de la energía. Tenemos que ver si esos dos impuestos hay que hacer algún ajuste o no».
De hecho, el euríbor se está desplomando en las últimas semanas ante la previsión de que antes de primavera el BCE reduzca el precio oficial del dinero, lo que va a permitir que las primeras cuotas de las hipotecas empiecen a disminuir en febrero.
La próxima presidenta del BEI ha defendido la decisión inicial de implementar este impuesto, señalando que ha cumplido con las expectativas de recaudación de Hacienda y ha servido de ejemplo para otros países europeos. Sin embargo, ha considerado que ha llegado la hora para evaluar su efectividad y realizar los ajustes necesarios para que siga teniendo un impacto positivo en las arcas públicas y en la economía.
La banca no ve con malos ojos que el impuesto grave los beneficios, no los ingresos
Desde hace tiempo, en algunos bancos se ve como un mal menor que el impuesto no grave los ingresos como hasta la fecha y que la tasa recaiga sobre los beneficios. Con ello, se evitaría la doble imposición por su actividad y la cuantía podría ser mucho mas baja, ya que se aplicaría sobre una variable inferior, dado que los resultados incluyen partidas que restan, como son los costes operativos y las provisiones para impagos. Se trata de unos gastos que aumentarán el próximo año y unas insolvencias que se espera que también crezcan.
El Gobierno lanzó a finales de 2022 un gravamen extraordinario a las energéticas y a la banca para recaudar 3.000 millones de euros anuales en 2023 y 2024, ya que, a su juicio, estaban logrando beneficios récord por el incremento de las materias primas tras la crisis de Ucrania y el alza de los tipos de interés. Tanto un sector como el otro han negado de manera sistemática que estén percibiendo las supuestas ganancias caídas del cielo y han considerado en todo momento que es inconstitucional. En el caso de los bancos, éstos abonan un 4,8% de los ingresos que obtienen por el cobro de los préstamos y las comisiones.
La banca, por ejemplo, siempre ha defendido que el entorno actual es de normalización del precio del dinero después de años con los intereses en el terreno negativo, por lo que no entienden que el Gobierno les haya penalizado por ello a través de un gravamen que es discriminatorio, ya que solo se aplica a dos sectores concretos. Por ello, todas las entidades afectadas lo han llevado a la Justicia para su anulación.
El anuncio de Calviño ha abierto otro frente con Sumar. La vicepresidenta segunda y líder de esta formación, Yolanda Díaz, ha rechazado cambios tanto en el impuesto a la banca como a las energéticas, ya que va en contra del pacto de gobernabilidad. «Le diría a la señora Nadia Calviño pacta sunt servanda (lo pactado, obliga) y que acabamos de cerrar un acuerdo con el PSOE, que dio la presidencia del Gobierno al señor Sánchez, en el que, de manera clara, justamente en momentos de crisis de inflación sin precedentes, los que más tienen, más tienen que aportar». Por ello, ha explicado que van a seguir defendiendo el mantenimiento del impuesto a las entidades financieras y, «por supuesto», a las entidades energéticas.