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Economía

Zegona retrasa hasta el primer semestre su entrada en Vodafone España

El fondo está a la espera de que se resuelvan cuatro autorizaciones para desembarcar en la operadora de ‘telecos’

Zegona retrasa hasta el primer semestre su entrada en Vodafone España

Sede central de Vodafone España, en Madrid. | Agencias

El optimismo de Zegona por desembarcar rápidamente en Vodafone España ha chocado con la burocracia administrativa. El fondo de inversión anunció a finales de octubre del año pasado que su intención era poder contar con todas las autorizaciones regulatorias durante el primer trimestre de este año, pero la evolución de los acontecimientos lleva a ampliar este plazo a la primera mitad de este año, es decir hasta el mes de junio.

Hasta la fecha por el consejero delegado de Zegona, Eamonn O’Hare, en sus diferentes entrevistas e intervenciones públicas mostró su confianza en que todo estaría resuelto antes de marzo. Sin embargo, tras la última comunicación pública del viernes pasado, anunciando que formulaba la petición a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV), los plazos podrían alargarse al menos hasta este primer semestre. Oficialmente, desde Zegona se indica que no hay cambio en la postura oficial.

Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que todo sigue su curso y que no ha habido retrasos en los trámites administrativos, aunque se han tenido que ajustar los plazos originales ante la realidad de la administración y para no generar expectativas incumplidas en el mercado. De hecho, cuando Vodafone anunció la venta de su negocio español siempre se habló del primer semestre de este año, por lo que ahora las expectativas de Zegona se ajustan a las del vendedor de la operadora de telecomunicaciones.

Adquisición de Vodafone

Tras anunciar a finales de octubre la adquisición por 5.000 millones de euros, Zegona comenzó en diciembre con los trámites requeridos para materializar la compra de Vodafone España. En esas fechas, el fondo presentó la solicitud ante la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, organismo que canaliza las solicitudes de inversores extranjeros que quieren quedarse con más de un 10% de empresas consideradas estratégicas.

La normativa de inversiones extranjeras aprobada en julio del año pasado fija en tres meses el plazo para responder, aunque no incluye las tradicionales paradas del reloj para solicitar más información, habituales en este tipo de procedimientos. Zegona también ha tenido que pedir una autorización administrativa para el traspaso del espectro radioeléctrico en su condición de concesión estatal. La hasta ahora operadora británica es el segundo por número de clientes de móvil y el primero en lanzar el servicio de 5G, por lo que sus frecuencias son de gran importancia estratégica.

Zegona ha tenido que pedir una tercera autorización a la Comisión Europea para el plácet a la operación. Vodafone ha recibido una serie de ayudas públicas en España en el marco de los fondos europeos Next Generation, consideradas por la UE de Estado, por lo que se debe hacerse un traspaso administrativo para que estas subvenciones pasen a formar parte de los pasivos de los nuevos dueños y ya dependan de Vodafone en Reino Unido.

Autorización de la CNMC

La cuarta autorización es la de la CNMC, que precisamente se pidió el pasado 16 de enero, mediante la cual el regulador debe comprobar que no existen riesgos de concentración en el mercado español de telecomunicaciones con la adquisición. Con la notificación de la operación se inicia la primera fase de estudio en la que Competencia dispone de un mes de plazo para pronunciarse. En caso de requerir un análisis más profundo, la compra pasaría a segunda fase, cuya duración podría variar entre tres y cuatro meses.

Varios expedientes abiertos que -por su excesiva carga burocrática- hacen prever que la resolución no se sellará en el primer trimestre y que sí podría hacerlo cerca del final del semestre. Esto supone que el desembargo de Zegona y de su nuevo equipo no se espera hasta al menos al mes de julio, trastocando un poco los planes iniciales de hacerse cargo de la operadora nada más terminar su año fiscal 2023-2024 en marzo.

Eamonn O’Hare CEO de Zegona, el nuevo dueño de Vodafone. | Agencias

José Miguel García

En cualquier caso, en el fondo no tienen excesivas prisas mientras puedan estar operando de lleno en el segundo semestre de este año, con el objetivo de empezar su revolución ya en 2025. De hecho, tanto en Vodafone como en Zegona siempre se asumió que este 2024 sería un año de transición y para preparar la estrategia comercial y corporativa con la que quieren recuperar terreno y volver a ganar clientes tras casi una década reduciendo orgánicamente su perímetro.

En este sentido, una de las pocas incógnitas que le quedan por resolver es la ‘liberación’ de su futuro consejero delegado, José Miguel García. El exdirectivo de Euskaltel tiene un contrato de no competencia con MásMóvil hasta finales de 2024 derivado de la adquisición de la operadora vasca por parte de la teleco fundada por Meinrad Spenger. Las fuentes consultadas por este diario indican que Zegona no ha movido ficha todavía para resolver la cláusula de García, pese a que en noviembre del año pasado se produjeron conversaciones preliminares. Oficialmente, O’Hare ha dicho que García estará desde el primer día en la nueva Vodafone.

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